La danza de vapor

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21 de diciembre del 2016

Hola, este es Kim Namjoon. Estoy al borde tanto de mi energía como de mi cordura... vale, estoy exagerando un poco, pero en serio, no he podido pegar el ojo en toda la noche, me he estado debatiendo el asunto en mi cabeza todo este tiempo, simplemente no puedo pensar en otra cosa, la tentación es muy intensa... bien, es momento de pensar inteligentemente, que por algo tengo cerebro... veamos, creo que es más sencillo decidir si enlisto los pros y contras de revisar el contenido del móvil.

Contras de revisar el móvil de Jin:

-Estaría traicionando la confianza de una amistad que apenas comienza a tomar forma.
-Todos merecemos privacidad.
-Quedaré como un imbécil si descubre que revisé sin permiso.
-Probablemente me mate cuando se entere... o peor, corte lazos conmigo.
-¿Y si encuentro algo muy grave? Tanto que me sea imposible esconderlo.
-¿Y si...?

...

Bien, al diablo la lista, es obvio que meterme en asuntos que no me incluyen es muy mala idea ¿dónde está el NamJoon que evita los problemas y las cosas complicadas? Oh sí, se fue de vacaciones junto al NamJoon que siempre está tranquilo y relajado y parece que se llevaron consigo mis horas de descanso.

Tras el debate en mi cabeza lancé el celular sobre mi cama, mirándolo con recelo. Odiaba estar en esa situación, odiaba tener qué controlar esta curiosidad tan intensa.

Si alguien entrara de repente a mi habitación encontraría a un tipo raro mirando un teléfono como si aquél aparato acabara de ser retirado de su recto.

Era una batalla que no podía ganar, acababa de ser derrotado por un trozo de plástico y cristal. Vencido, tomé mi toalla y me dispuse a tomar un baño, uno digno de ser llamado como tal. Las pocas ventajas de mi instituto incluían un baño privado en cada habitación y dicho baño tenía una bañera. A decir verdad, no recordaba haberla usado alguna vez pero de todas formas tenía un set de bombas de baño. Programé el llenado de la tina mientras buscaba en el armario alguna que oliera especialmente bien, fue entonces cuando una idea atravesó mi mente.

Corrí hasta donde reposaban los secretos de SeokJin, sólo tardé un segundo en abrir Spotify e ingresar a su biblioteca de música. En ese momento hice un pacto conmigo mismo: me permitiré escuchar lo que le gusta a Jin pero sin memorizar las bandas ni los nombres de las canciones, así no tendría más información de la que tenía ayer cuando se fue de mi cuarto. La verdad era raro que haya dejado pasar un día sin venir a recoger su celular. Pero es Jin, y con él nunca se sabe qué esperar.

Lancé la esfera efervecente en aquel agua caliente, pronto comenzó a teñirse de un rosado lechoso con ligeros toques de glitter. El aroma que desprendía era dulce y embriagador, como si los olores danzaran en tu nariz y se desplazara por todos lados con ayuda del vapor.

Puse la música en aleatorio y me sumergí en aquellas aguas perfumadas y juro que me habría quedado dormido ahí de lo tranquilo que era el ambiente de no ser por todo el conjunto de emociones que las melodías me hacían sentir. No puedo decir el nombre de aquellas canciones ya que acordé no saber eso a propósito.

Era todo un festival de sensaciones, había de todo: nostalgia, felicidad, melancolía, valentía, afecto, timidez, amor.

Tal vez es así como están compuestas todas las personas, no podemos clasificarlas con un solo adjetivo, están compuestos de muchos componentes, de muchos aromas, de muchas canciones.

Wow. Era asombroso. Jamás había pensado algo así. Hasta ahora todo era monocromo, pero en aquella tina todo parecía tan vivo, tan perfecto con todas las facetas que la vida misma incluía. En ese momento podía ver belleza incluso en el infierno.

No supe cuándo fue que empecé a llorar. Ni siquiera sabía si estaba triste. Y siendo aún más sincero, apenas entendía algo de todo lo que pasaba patinando sobre mi mente. Pero aunque fuera solo por un segundo, sentí que quería seguir vivo y vivir mi vida. No podía estar quieto, tenía qué hacer algo para calmar la euforia que me estaba invadiendo.

Salté de la bañera y misteriosamente me vestí (y digo misteriosamente porque vagamente ponía atención a lo que estaba haciendo). Tenía el celular de SeokJin en el bolsillo del pantalón. Eso era, me estaba moviendo inconscientemente hacia él.

Abrí la puerta rápidamente, sin detenerme a asegurarme si estaba bien cerrada, lo cual hago al menos 3 veces antes de irme. Estaba tan ciego y frenético en ese momento que ni siquiera estaba pensando en algo importante: no sabía dónde estaba la habitación de Jin. Me tropecé con mis propios pies y apenas pude detener mi caída con los brazos, entonces pude recuperarme un poco de mi ensoñación, lo suficiente para darme cuenta de que no me había tropezado porque sí, había chocado con otro chico del edificio. Era considerablemente más pequeño que yo con ondulado pelo rubio y ojos felinos de color plata.

"Wow, perdona" dijo él mientras se tocaba la cabeza con una mano. Su voz era tan angelical como su aspecto, tanto que me quedé embobado unos segundos antes de terminar de comprender qué había pasado.

"No, no" me levanté de un salto y le tendí la mano para que él se pusiera de pie también "estaba soñando despierto, fue mi culpa"

Él tomó mi mano con una sonrisa tímida y por fin ambos estábamos parados de nuevo.

"Oye, ¿sabes cuál es la habitación de Kim SeokJin?" Le pregunté sin más.

Él pareció algo sorprendido al principio por tal pregunta. Pues claro, un tipo acababa de tirarlo y levantarlo del piso y luego se pone a preguntar como si nada.

"Ah... sí, vive en el mismo piso que yo. Soy Kell, por cierto"

Entonces me dí cuentade mi descaro y me sentí muy avergonzado.

"Lo siento, soy NamJoon... ¿pero cuál piso es ese? Me harías un gran favor si eres un poco más específico" le pedí.

Sus ojos se fijaron en mí y casi pude notar una pizca de reproche. Seguro estaba acostumbrado a ser él el centro de atención y no le causaba ninguna gracia que preguntaran por alguien más en su cara, incluso cuando era un desconocido el que lo cuestionaba.

"Piso 3" dijo un poco más serio y retomó su camino.

"Gracias" le dije a mi paso, no me detuve a pensar o a complicarme, corrí al ascensor pero estaba tardando mucho en llegar y mi paciencia estaba ausente en ese momento así que fui por las escaleras. Milagrosamente no me caí y me maté. Mi aspecto me importaba menos, pero seguro estaba muy exaltado porque la cara de Jin cuando abrió la puerta era de sorpresa absoluta y lo fue aún más cuando me lancé a sus brazos con tal impulso que caímos hacia atrás, él terminó con la espalda recargada al costado de su cama, sentado en el piso y yo de rodillas sin dejar de aferrarme a su cuello, no dije ni una palabra, estaba seguro de que mi garganta no funcionaría en ese momento. Él tampoco dijo nada, solo acariciaba mi espalda.

Me obligué a dejar de abrazarlo para tenderle su móvil y pareció entender todo lo que quería decir.

"Así que lo hiciste" me dijo sonriendo "bien hecho NamJoon" y me secó las lágrimas con sus dedos.

Esto es felicidad.

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I'm back. Quiero dedicar esto a las personas que siguen creyendo en mí y en lo que escribo (aunque actualice cada 3 años)
-Sugamonjin

[NamJin] Teoría sobre la homosexualidad de JinWhere stories live. Discover now