Del odio al amor (German Garmendia Y Tú) [Completa]

Capítulo 9

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Días después...

- ____ espera. -alguien me sujetó el brazo deteniéndome, me volteé y me encontré con Thomas.

Thomas es uno de los populares del colegio y un completo mujeriego, no quería acercarme o tener algún contacto con él.

- Thomas, suéltame -me alejé- ¿Qué quieres?

-Necesito hablar contigo

- Yo no tengo nada que hablar contigo, por favor déjame. -me di vuelta para irme.

- ¿Por qué eres así? ¿Por qué te haces la difícil nena? Aunque sabes -sentí como se acercó más a mí- Así me encantas -me tomó de la cintura y juntando su cuerpo, me separé rápidamente y le di una cachetada.

-¡No me toques!

Le grité enojada.

- Vamos nena, sé que tú también quieres. -me tomó de la cintura, puse mis manos en su pecho para sepáralo.

- ¿Qué está ocurriendo aquí? -dijo una voz que muy bien la conocía.

Germán.

Él tensó su mandíbula, sus ojos estaban clavados en Thomas.

- Germán... -empujé a Thomas lejos de mí y fui con Germán

- ¿Te hizo algo? ¿Te tocó? -dijo apretando puños, negué con la cabeza

- Deja a tu novia al menos unos minutos sola, ella también tiene derecho de estar con alguien más, tú estaba junto a Nina hace un rato.

¿Qué?

- Esas son cosas que a ti no te incumben.

Germán dio unos pasos acercándose desafiante a él.

- Yo también quiero a ____ por la misma forma que la quieres... Sexo.

- Eso no es verdad, deja de decir idioteces.

- ¿Por algo estas con ella, no? Yo también quiero saber que tan buena es en la cama, las más calladas saben más... -Germán sonrió irónicamente por su comentario y de inmediato borró su sonrisa, levantó su brazo y golpeó a Thomas en la cara.

-Compártela Garmendia -dijo Thomas tocando la parte donde le había golpeado Germán - Seguro es toda una prostituta.

Germán apretó puños y golpeó otra vez su cara aún más fuerte y terminó sangrando, yo miraba con asombro la situación.

- No te refieras a ella de esa forma. No la compares con tu madre -Thomas levanto su brazo para devolverle el golpe.

Oh no, esto iba a terminar mal.

Pero en eso se escucha como alguien grita el nombre de Germán muy molesto.

Era el director.

- Garmendia, a inspección. ¡Ahora!... Y tú -miró a Thomas - anda a la enfermería...

El director me miró.

- ___ el receso ya terminó, sigue a tu aula.

Yo asentí y corrí hasta mi salón de clases preocupada de lo que pasará con Germán.

Las horas transcurrieron y terminaron las clases, recogí mis cuadernos y los guarde en mi maleta, cuando terminé me volteé a ver a Germán.

- ¿Qué te dijo el director?

- Me castigaron -gruñó - Tengo que ir por las tardes a limpiar el colegio. Pero vale la pena, ya tenía unas buenas ganas de golpear a ese imbécil. Te falto al respeto -me miró -eso no le puedo permitir a nadie.