Capítulo II: Lost in your light

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Jazmín le dio un beso a Inés en la mejilla:

-Pero te acabás de levantar- le dijo con dulzura-. Mirá el día hermoso que hay. ¿No querés que te lleve a la plaza?

Inés miró por la ventana, explorando la idea que le había propuesto Jazmín.

-Bueno, ya sé. ¿Por qué no jugamos a que vos eras una princesa y yo era la reina y te llevaba al bosque? Y hacemos que el bosque sea el patio ahí afuera, ¿querés?

Jazmín se rió. Extrañaba las ocurrencias de su hija. Mientras tanto, Flor miraba de reojo desde la cocina, mientras terminaba de ordenar las cosas del desayuno.

-Vos también jugá, ma- le dijo Inés a Flor-. Las dos pueden ser princesas conmigo.

Flor caminó hacia donde estaban Jazmín e Inés. La nena le tiró los brazos para que la alce.

-Mamá se va a trabajar un rato, mi amor- le dijo Flor con dulzura-. Pero cuando vuelvo te cuento un cuento y te hago las trencitas que te gustan a vos.

Inés asintió obediente con la cabeza y se revolvió en sus brazos para que la deje sobre el piso otra vez. Con una sonrisa, Flor la observó mientras se acomodaba en el sillón y agarraba uno de los libros que estaban tirados en el piso del living. Su mirada se perdió observando a su hija.

-Acompañame a la habitación un segundo, Flor- dijo Jazmín con tono serio.

-No, Jaz- dijo Flor, soltando un suspiro-. Ya está. No quiero hablar del tema. No está para seguir discutiendo. Yo tengo que ir al hotel y vos recién llegás de viaje y... lo importante es que te quedes con Inés que te extrañó.

-¿Y vos no?

Flor le clavó la mirada. Sus ojos se desviaron hacia sus labios y otra vez a la mirada de Jazmín.

-Yo... yo me tengo que ir al hotel.

____

-¿Que pasó, Leo?- Flor entró corriendo al hotel.

-Hola, Flor- la saludó el otro con un beso-. Perdoname, ya se que Jazmín volvía hoy. No era necesario que vengas.

-No, bueno... cuando hablamos por teléfono ayer me dí cuenta que algo pasaba.

-Justamente, por eso- le retrucó Leo-. Soy el gerente. Si pasa algo, lo soluciono.

Flor carraspeó, cansada de las vueltas.

-Dale, ¿que pasó?

-Hubo un episodio con un grupo de adolescentes que se estaban hospedando, un episodio confuso y rompieron un vidrio del octavo piso... Y para acceder a las cámaras de seguridad y que paguen el depósito tengo que ver las grabaciones de seguridad y solo vos y Carla tienen las llaves.

Flor respiró aliviada.

-Ah, si. Están en la oficina. Ahora te las alcanzo.

Flor fue en busca de las llaves. Cuando entró en la oficina, se encontró con Virginia guardando papeles en su maletín.

-Ey, que sorpresa- dijo Flor, al ver a su hermana-. Pensé que hoy te quedabas en el estudio.

-Hola, Flor-le respondió Virginia, distraida-. Si, en realidad me olvidé estos papeles. Hoy me reúno con la gente de las cabañas. Parece que se encamina la inauguracion en el sur.

A Flor se le dibujó una sonrisa en la cara y dió pasos agigantados para agradecerle a su hermana con un abrazo.

-¿En serio? ¿En serio me decis?

Nada nos va a separar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora