Once.

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Zayn rueda los ojos por milésima vez en esos escasos veinte minutos, a él no le interesaba cómo mantener una empresa en pie, lo único que quería era salir de esa aburrida clase y buscar a cierto omega castaño con ojitos llenos de inocencia.

—¿Está escuchando, señor Malik? — Un gruñido molesto salió de su garganta, haciendo al profesor bufar y a su compañero de asiento reír.

El moreno se giró a verlo, ceño y labios fruncidos. — Dime, una vez más, ¿por qué jodidos es que tengo que aguantarte incluso en mis clases?

—Porque, ya que mi lindo Hazz no va a separarse de su nuevo amigo, que resulta ser tu omega, tú y yo vamos a tener que pasar mucho tiempo juntos aunque no querramos, así que debemos aprender a soportarnos, compañero.

Bien, el enano tenía un punto ahí. Pero no tenía porqué gustarle.

Con un resoplido, se cruzó de brazos y siguió pensando en el dulce aroma de su bebé, su suave piel lechosa y su sedoso cabello color chocolate, igual a los de sus lindos ojos.

Ansiaba que el timbre sonara de una buena vez para poder salir de ahí y buscar a su precioso omega. Por suerte no tardó en sonar, y sin dudarlo salió. Fué uno de los primeros en caminar fuera del edificio escolar para alfas, los jardines comenzaban a llenarse de estudiantes pero Zayn no tomó importancia hacia ellos. Quedando de pie en su árbol, miró hacia los omegas salir y un vuelco en su corazón se dió al ver a uno en especial.

Liam venia corriendo torpemente, los llaveros se escuchaban a pesar de estar en una distancia lejos. El moreno abrió los brazos cuando lo vió venir, el omega se adentró feliz y ronroneó por la calidez que brindaba. Una gelincal risa brotó de Liam al sentir los labios del alfa en su cabeza, recibiendo los cariños que a él le gustaban.

Zayn lo llevó más cerca del árbol, él se sentó primero tirando a un lado su mochila para luego tirar al omega dentro del hueco de sus piernas, así lo tenía en su espacio y a la vez podía oler el aroma del cabello sedoso, un total paraíso para su animal interior.

—¿Ésta vez sí te portaste bien, bebé? — rió levemente cuándo el castaño omega asintió con frenesí, para luego fregar su mejilla contra el ancho pecho, llevándose el picante aroma con él. A ambos les gustaba la sensación de tenerse así, tan cerca que sabían que el olor de ambos quedaría en el otro por un tiempo.

—¿Traes tu almuerzo, cariño? — recibió un asentimiento, pero el omega no se separó, lo que hizo sonreír al moreno. — Bien, pues come, no queremos que Kay se enoje porque no comiste, ¿verdad?

Liam se separó muy lentamente, un tierno puchero en sus rosados labios, y negó antes de sacar su almuerzo de su colorida mochila.

Zayn le miraba con ojos brillantes, le ponía de buen humor el que Liam fuera tan cariñoso pero obediente. Sus colmillos picaban por la necesidad de encarnarse en ese dulce hombro que parece llamarle al estar tan cerca, pero Zayn sabía que debía esperar; su pequeño aún era un omega inexperto y, por la expresión de confusión que tenía al recibir demasiada atención no deseada por parte de los alfas, apostaría a que su hermano mayor nunca le explicó lo que tener el primer celo significaba. Lo que quería decir, que le tocaba a él esa parte. Pero todo a su tiempo, quería que quedara intacta lo más posible la bella inocencia que cargaba su bebé.

...

Era casi la hora de salida, Zayn decidió saltar las últimas horas para ver de cerca cómo Liam interactuaba con los demás, le gustaría decir que se sorprendió cuándo el castaño entró con la mirada en el suelo y se sentó en la única banca de adelante que era para una persona y no habló con nadie en ningún momento hasta que Harry hizo presencia, pero la verdad era que se lo esperaba. Desde la primera vez que le vió comiendo solo en la cafetería y saliendo sin compañía al término del instituto, le entró una gran curiosidad y necesidad de conocer al chico, pero cuándo estuvo a menos de dos metros cerca de él y pudo percibir su dulce y delicada fragancia decidió que lo mejor era sólo mirar de lejos antes de que perdiera el control, como cada que estaba cabreado, y se desquitara con alguien cercano del tierno niño.

—¡Awn, Li, mira quién ha venido hasta acá por tí! — Zayn alzó la mirada, una mueca de disgusto plasmada en su rostro por el chillante tono, pero que fué reemplazada por una gigantesca sonrisa al ver los ojitos melosos brillar de alegría antes de que el dueño de éstos se abalanzara sobre él, apenas dándole tiempo a reaccionar. Había sido difícil el permanecer dentro del edificio, pues al ser sólo para omegas su aroma era muy notorio, poniendo a algunos alumnos, inclusive maestros, muy nerviosos, y los demás se emocionaban por su presencia. Pero cualquier dificultad sin duda valió la pena. 

Acarició las delgadas hebras doradas, aspirando por millonésima vez el embriagador aroma. —¿Nos vamos?

Sólo cuándo el alfa de ojos azules se acercó al rizado Liam asintió. No quería dejar solo a Harry, ser desagradecido con él no le apetecía en lo más mínimo.
Caminaron hasta la entrada del enorme edificio y Zayn se sentó en el pie de las escaleras, haciendo a Liam colocar una pierna a cada lado de él para así poder sentarlo en su regazo y verlo de frente. Acarició suavemente su delicada mejilla, disfrutando la vista cuándo el castaño cerró sus ojitos. Pegó sus frentes y miró sus regordetes y brillosos labios mientras se acercaba a ellos. Un beso no estaría mal, sólo uno pequeño.

>>Beeep.<<

Cerró los ojos y aspiró profundamente para no echarse encima. Conocía esa bocina cómo si el mismo Kasey estuviera hablando. Sonrió cuándo se dió cuenta que Liam no había escuchado, ya que aún se encontraba con los ojos cerrados y expresión relajada.

-Vamos bebé, tu hermano ya esta aquí- lo coloco sobre sus pies y lo llevo al auto, Kay había bajado no luciendo del todo feliz.

Liam se aferró sin estar satisfecho a su playera, el moreno enredó los dedos en su cabello dándole el último cariño y bajó para darle el beso esquimal. Kay gruñó, la mandíbula tensa y el cuerpo rígido da a saber que no falta poco para lanzarse al alfa, reclamando al omega.

No está del todo seguro que sea el indicado para su hermanito, pero si Liam lo quería entonces habría muchas reglas y una charla seria. No dejaría ir tan rápido al omega, no con cualquier alfa. 


Mención a una gomita/pomposa muy especial. Gracias por comentar siempre, te queremos bastante Yara_Reyes13

Les tenemos una pregunta: ¿Qué es lo que les va gustando de la historia, pimpollas?

Todo el amor para ustedes. xx

La calma del alfa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora