Capítulo Uno: Comienzo

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La historia tomará lugar en la época antigua, donde los roles han sido asignados de la siguiente manera:

Eugeo: Primer príncipe heredero al trono de Aincrad.

Asuna: Princesa heredera del trono de Zenda.

Kirito: Hermano de Eugeo. Segundo príncipe de Aincrad.

Leafa, Sílica y Lisbeth: Siervas y amigas de la princesa Asuna.

Alice: Prima de Kirito y Eugeo.

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Es que no lo entiendo... Todo comenzó como una amistad, los tres éramos amigos incondicionales, yo viajaba de Zenda hasta Aincrad, solo para verlos a los dos. Kirito es... divertido, amable, guapo y cariñoso, solo que con él me metía en travesuras y problemas... Mientras que Eugeo, es responsable, también muy guapo, y siempre me respetó, siempre paseábamos juntos tomados de la mano, me sentía segura a su lado. Esa era una hermosa amistad, pero de un momento a otro... se convirtió en amor, una terrible atracción por los dos... que no sé cómo pasó ni cómo explicar... ¡Los amo a los dos! Pero todo esto... dentro de mi pecho es tan indecoroso... debo, elegir entre los dos, de una vez.

Elegir a Eugeo, sería fácil, porque es el heredero inmediato al trono de Aincrad. Pero si eligiera a Kirito, tendría que luchar por ese amor aventurero y peligroso, que a pesar de no ofrecer la estabilidad de un trono real... lo deja como recompensa a él... por quien lo dejaría todo, por sólo escuchar su voz... Al pensar así me doy cuenta que lo mejor sería ir corriendo a los brazos de Kirito... Pero... ¿Cómo podría simplemente renunciar al corazón de Eugeo?... cuando sé que no estaría más segura en ningún lugar más que en él.

Pensamientos que me desbordan día y noche.

La estabilidad de los reinos se consolidará una vez la Princesa de Zenda despose a uno de los príncipes de Aincrad... Jamás había reparado que ese era el futuro que me deparaba, cuando día con día nos hicieron convivir como compañeros de juego.

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El aire azotaba contra su rostro, mientras mantenía el paso veloz, apenas y viendo lo que se encontraba ante ella y donde pisaba. Había emprendido el viaje, una aventura más... una locura más, por lo que no se daría por vencida, porque confiaba con plenitud en él. El niño, dueño de aquellos cabellos negros que se mecían frente a ella con el andar.

—¡Asuna! —El primer llamado, la hizo asentir, sin tener tiempo de responder verbalmente por lo agitada que estaba.

—¡Neh! ¡Asuna, más rápido! —Aunque sabía que la carrera la dejaba sin aliento, no dudó en voltear a ella con cada llamado, solo para ver su hermoso rostro sonrojado por el esfuerzo.

—Por favor... ¡Por favor, espera! ¡No puedo correr tan rápido! —Apenas y pronunció.

Ante su respuesta, no pudo evitar reír por lo bajo y como siempre aprovechar para burlarse un poco y hacerla enojar. —¿Pero qué pasó con esa princesa fuerte y valiente de la que tanto se hablaba en los pergaminos?

—Jaja muy gracioso... Me temo que desapareció en el trayecto —Se llevó una mano a la frente. —¿Por qué me trajiste a la colina a estas horas?... —Miró en todas direcciones, sin comprender que podría esperarles ahí.

—Ya mismo lo sabrás... cuando llegue Eugeo —Le sonrió con complicidad.

—¿Eugeo? Pensé que solo estaríamos nosotros dos —Por un momento se sintió decepcionada.

Mi Princesa Prohibida  [Kiriasu]Where stories live. Discover now