Capítulo 5

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Las cosas aparentaban ir bien, Dazai encubrió el pequeño accidente de Nakajima. Siendo un ex-mafioso, supo que hacer para limpiar aquél dezastre. Sin embargo, la culpa lo consumía por dentro. Los días pasaron, logró permanecer "normal" por unos días. Las medicinas ya no le ayudaban en nada, pues ya no había alucinaciones qué curar. Él había actuado de esa forma, ése era su verdadero ser.

Atsushi era cada vez más apegado a Osamu, y eso hacía sentir cada vez peor al castaño. Esa dulce sonrisa le quemaba por dentro. No merecía el perdón del albino, ni siquiera merecía estar cerca de él. Un alma tan pura que le dio perdón a esos sucios actos.

El peso en sus hombros se está volviendo difícil de sostener. Una voy en su cabeza no para de murmurar, "Tú te mereces la muerte", no para nunca, tal vez hacerle caso sea la mejor opción, pero no puede irse sin antes decir adiós a su amado.

Un día más trabajo aburrido, Nakajima apareció frente a su escritorio, como siempre, tomarán el almuerzo juntos. La hora de salida llegó, caminaron juntos de regreso a casa.

-Dazai-san. -llamó el menor. - ¿Está bien? -quiso saber.

-Atsushi-kun. ¿Puedo darte un abrazo? -pidió.

Nakajima asintió algo confundido. Fue rodeado por los brazos de Osamu, podría ser un simple abrazo, pero no se sentía así. Se sentía nostálgico, su pecho se comprimió formando un nudo en su garganta. Correspondió su abrazo con más fuerza. No quería que Dazai se fuera, pero él no irá a ningún lugar más que a su casa, entonces, ¿por qué se siente tan triste?

-Es hora de ir a casa. -anunció con su tono despreocupado de siempre.

-Sí... -dijo, pero ninguno de los dos se fue a su respectiva casa.

Atsushi seguía de cerca al castaño, lo notaba extraño, más de lo usual. Después de aquélla noche sintió su corazón liberarse, y las cosas iban mejor que antes, no podía evitar sentir algo por Osamu, y ese algo era lo que le guiaba hacía él.

Lo vio detenerse a la orilla del puente. ¿Qué planea hacer? Subió a la barandilla. La respuesta fue más que clara. El cuerpo del castaño se balanceó hacia el vacío. Nakajima reaccionó rápido, corrió hacia Osamu, tiró la gabardina hacia su cuerpo.

- ¡No, Dazai-san! -exclamó ejerciendo fuerza. Su corazón era un caos, las lágrimas resbalaron por sus mejillas.

El cuerpo de Dazai se estampó contra el suelo. El albino se colocó a orcajadas sobre él, y sujetó sus manos para impedir que se moviera.

- ¿Atsushi-kun? -miró al albino con sorpresa.

- ¿Por qué...? -sollozó.

El castaño desvío sus ojos del otro.

-Te perdono... Dazai-san... te perdono... -sollozó. -No lo hagas... No me dejes... -rogó ocultando su rostro en el pecho del contrario.

El peso de Nakajima no era nada con el peso que cargó todos esos días. Sus palabras le removieron el fondo de su ser. Apretó los ojos liberando las lágrimas acumuladas en su pecho.

-No entiendes... No soy una buena persona, yo me merezco la muerte. -expresó.

- ¡No! -sollozó con fuerza. - Tú me salvaste... -, alzó la mirada encontrándose con la del otro.

Los orbes pardos llenos de lágrimas, y sus mejillas empapadas y rojas el por el frío, provocaron las lágrimas del castaño.

-Cierto, Atsushi-kun. -Extendió su mano para secar las húmedas mejillas. -Tenías hambre, ¿cierto? -recordó.

-No te vayas... -rogó una vez más. -No importa qué errores cometemos en el pasado, sino cómo los enmendamos en el futuro. -balbuceó.

Osamu rió por los dulces tartamudeos del albino, aprovechó la distracción para levantarse y estrecharlo contra su cuerpo. Ocultó su rostro en el cuello de Atsushi.

-Gracias... -murmuró.

Intento de palabras llenas de esperanza, el peso en sus hombros fue liberado, y el aire pudo entrar a sus pulmones de nuevo.
Esa noche regresaron juntos a casa.

Nota: Gracias por leer! Hasta el próximo capítulo!
Mike tú regalo \:D/
Pd: Perdón por los errores ortográficos :'v

PsychosisWhere stories live. Discover now