Residencia para hombres (Jungkook × tu)

Capítulo 13

Mitades de noviembre, ya se notaba el frío de invierno.
Habían pasado ya tres meses y algo desde que me mudé a la residencia.
Desde la excursión a la casa del río no pasó nada interesante, trabajar y socializar con los chicos, por cierto, aún no había hablado con ninguna chica de la residencia, tampoco es que las viese a menudo.

Después de terminar de trabajar Jin y yo estábamos recogiendo nuestras cosas y este me habló en tono burlón.

Jin: T/n~~

T/n: ¿Jin?

Jin: Mira la ventana~~

La cafetería tenía en las paredes grandes ventanas y pude ver que Jungkook estaba fuera parado delante de la cafetería.

Jin: Parece que alguien vino a buscarte (Te da un codazo en el costado)

T/n: Puede ser que te busque a ti (Puse ambas manos en las caderas mientras sonreía con maldad)

Jin: Seguro que Jungkook quiere tener algo serio conmigo, claro

Simplemente lo ignoré y salimos de la cafetería.
Saludamos a Jungkook.

T/n: Hola Jungkook ¿Esperas a alguien?

Jungkook: En verdad sí, era que si... ¿Querías ir conmigo a comer... si a Jin no le importa? (Tenso)

Jin: ¿Por qué debería importarme? bueno da igual, hasta luego chicos (Me guiña un ojo)

Quedamos los dos solos delante de la cafetería.

T/n: ¿Quieres llevarme a algún sitio en especifico?

Jungkook: SÍ, está un poco lejos, hay que coger un bus espero que no te importe si no vamos a otro

T/n: Vamos a ese (Amplia sonrisa)

En el camino a la parada de autobús no hablamos apenas sólo lo normal, como ha ido el día, que hicimos en los últimos días, etc.
Al llegar a la parada nos sentamos.

Jungkook: Oye no te preocupes por el dinero yo te pago el bus y la comida la pagamos a media ¿Vale?

T/n: No te preocupes, tengo dinero para el bus (Mientras sacaba la cartera de la mochila)

Jungkook: (Este empujó mi mano dentro de mi mochila mientras negaba con la cabeza) No, yo pago tu viaje

Subimos al bus y en media hora llegamos al lugar del restaurante.
Caminamos unos diez minutos hasta que llegamos a este.
Era un restaurante sin mucho misterio, normal como otro cualquiera. Nos sentamos en una mesa al lado de la ventana y encargamos.