—No volveré a saltarme las clases, no lo haré más —afirme. No quería volver a agravar el momento cuando ya estaba calmándose todo.


—Mi abuela me platico sobre ustedes, pero no me dijo que fueran tan divertidos —habló ese chico riéndose—. En un momento pensé que se agarrarían a golpes por todo el lugar y ahora véanse, se abrazan como si no hubiera un mañana.


—Sí, bueno, no es algo que sucede a menudo y tampoco quisiera que la señora Rose nos viera pelear o que nos estuviéramos gritando, se preocuparía —habló Louis queriendo soltarse para volver a acercarse a la mesa, pero no lo dejé—. Harry, debes presentarte y... no puedo respirar bien. —Al escuchar su respiración intranquila lo solté un poco, sin embargo no lo suficiente para que se suelte.


—Hola, Harry, soy Blake —se acercó a mí extendiendo su mano, pero lo ignore.


—No me importa.


—¡Harry! —exclamó Louis.


—Descuida, Louis, está bien. Se ve que Harry es muy apegado a ti —dijo bajando su mano.


—Sí, lo es, creo que lo he mimado mucho —murmuró lo último acariciando mi cabello.


—Es lindo, aunque muchos hermanos suelen andar distanciados, me refiero a que viven su vida por separado. Algunas veces se darán afecto entre ellos. Pero mi hermana menor preferiría darme una patada antes de abrazarme como Harry te abraza a ti —confesó riéndose mientras yo tenía ganas de darle una patada por decir que Louis es mi hermano.


—¿Tu hermana está aquí? —cuestionó Louis.


¿A quién le importa su hermana? Que diga que no somos hermanos. Sin embargo, sé que no lo hará porque para él si somos hermanos. Y si lo digo yo, le dolerá que le rechace como un hermano.


—No, no pudo venir conmigo. Tenía clases a las que no podía faltar y nuestros padres no la hubieran dejado venir sin terminar primero el colegio. Quizás venga a fin de año acompañada de ellos.


—Eso sería muy bueno, la señora Rose siempre habla de su familia y de cómo le gustaría que vinieran a visitarla —dijo Louis.


—Sí, pero no se lo digas, planeamos que sea una sorpresa para ella. Guardemos el secreto entre los tres. —Sonrió mirándonos, pero solo quise vomitar al verlo.


—Claro, nosotros no le diremos nada. Usualmente, pasamos esas festividades con ella, pero ahora podemos pasarlo en nuestra casa. —Miré a Louis con asombro cuando dijo eso.


Jamás habíamos pasado navidad y año nuevo juntos, los dos solos, sin nadie más a nuestro alrededor. Era como cumplir uno de mis sueños, además Louis cumpliría veintiún años y podríamos celebrarlo. Debería ir preparando su sorpresa de cumpleaños desde hoy, ir planeando todo para ese día y…


—No, no, claro que no. Ustedes también pueden venir, nada va a cambiar, solo que ahora seremos más, ¿no será más divertido? —Cerré mis manos en puños al oírlo hablar.


Voy a matarlo.


—Louis, tengo hambre, ¿puedo comer pastel? —le pregunté tratando de que fuera a la cocina.


—Sí, ahora te traigo un trozo de pastel, espera un momento. —Solté a Louis para que fuera a la parte trasera del local.


—Te odio, no quiero que dudes ni por un instante de eso —le dije yendo a sentarme en una de las sillas de una mesa vacía.


Rendirse |Larry Stylinson|Where stories live. Discover now