El reglamento

3.3K 157 9
                                    

Adquirió un tono serio como si se tratara de un profesor a punto de dar el tema más importante de su vida. Era extraño que lo fuera, porque si no hubiera preguntado, nunca lo habría sabido.

-Las reglas fueron pactadas hace años con el único propósito de hacer esta guerra lo más favorable posible, dentro de lo que cabe claro. Presta atención, porque el incumplimiento de alguna de ellas puede llevar a tu fraternidad a la derrota.

Sonreí ligeramente al escucharle hablar cuidando tanto su lenguaje. No parecía mi hermano, el bruto y descuidado Aiden.

-¿Entonces si hay un ganador?- me miró incrédulo sin responder y siguió con su discurso.

-Las reglas son sencillas.

~1~ Cero chivatos

No puede haber ninguna intervención de adultos provocada por alguien de cualquier fraternidad. Es decir, aunque la broma sea horrible no puedes involucrar al director ni a nadie. Solo hay una forma de vengarse, la siguiente norma.

~2~ Igualdad

La única forma de vengarse es con otra broma. No se permiten los juegos sucios ni la violencia.

~3~ Aceptación

Se debe aceptar la broma. No puedes volcarte contra quien la ha llevado a cabo. Si lo haces quedarás fuera.

~4~ Tu mierda es tu mierda.

Cuando te hacen una broma, si quieres vengarte debes ser tú el que la lleve a cabo ( o al menos participar). No se puede mandar a gente para hacer el trabajo sucio, salvo si es un iniciado.

~5~ Excluidos

Cualquier intento de traición a tu fraternidad significa la expulsión directa de la guerra. No se admiten traidores.

Las normas eran bastante básicas, aunque tratándose de todos ellos era normal. Las cosas tenían más sentido ahora. Nathan había aceptado su broma por mucho que le fastidiara. Por mi parte ya era oficialmente de la fraternidad y tenía muchas ideas para hacer. Aunque todavía debía arreglar muchas cosas.

-¿Crees que papá sigue cabreado conmigo?

-Tanto él como Nick lo estarán durante un tiempo, mientras eso pase deberías intentar no llamar mucho la atención. Además que no hayas dormido en casa solo ha empeorado las cosas. ¿Por cierto donde estuviste?

-Lo siento hermanito pero es información confidencial, solo para los miembros más selectos- sonreí burlona.

-Ey Charlie- dijo alguien a nuestra espalda. Emma sonrió a mi hermano y pude percibir como se sonrojaba ligeramente. ¿Era posible? Una pena que Aiden tuviera novia, o algo así... una chica con la que estaba de vez en cuando.

-Emma, este es Aiden. Aunque supongo que ya lo conoces- le di un toque a mi hermano para que se levantara a saludar y así lo hizo. Le dio dos besos y después se marchó para dejarnos hablar.

La castaña se quedó mirándolo sonriendo sin darse cuenta que yo la observaba a ella. Sin duda estaba pillada por mi hermano. Pero me tocaba investigar cuanto.

-¿Entonces Aiden no?- pregunté con malicia. Giró hacia mí y empezó a negarlo.

-Él no es mi tipo créeme- lo miró de nuevo de reojo.

-Umm... es horrible claro.

-Te odio Charlie- añadió riendo-. Aunque tú también deberías hablarme de Derek. Parecias muy unida a él en el pasillo.

Maldije mi maldad. Me había salido el tiro por la culata. Busqué cualquier excusa en los tres segundos que tuve de margen, sin éxito alguno.

-Somos amigos- Emma levantó la ceja sin creerlo, y como hacerlo era la mentira más típica.

Guerra de Fraternidades #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora