8. UNA NOCHE LLENA DE VICIO Y PECADO.

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Antes de marcharme del colegio, Natalia se sacó conmigo una foto de recuerdo porque a ella la hacía mucha ilusión, después fuí a despedirme de Sabino que estaba hablando con mis padres y me dijo en cachondeo: "Nacho luego voy a ir donde estéis de fiesta, así que estad atentos."

Quedamos todos en la biblioteca central, para ir a comprar los litros a la tienda de alimentación que había abierta allí. A mí me llevaron los padres de Sandra, les recuerdo como unos señores majísimos y yo les comentaba que tenían una hija muy estudiosa y muy trabajadora. Entonces Manuel, su padre, me dijo: "La verdad es que cuando Sandra se pone a estudiar es increíble."

Cuando me dejaron en la biblioteca central, allí estaban todos preparados para comprar el suministro. Yo como lamentablemente no podía beber alcohol, debido a circunstancias personales que me lo impedían, pues me tuve que conformar con mi Bifrutas, pero lo cierto es que compramos de todo: Desperados, Beefeater, Bacardi, Negrita...

He de añadir que mientras íbamos hacia la tienda vimos a algunos profesores del colegio, por lo tanto ya tuvimos claro que iban a tener tema de conversación para el lunes.

Les hubo que también compraron los denominados "pitis" como ellos llamaban a los cigarrillos. La verdad es que en esas sustancias estaba totalmente desinteresado, ya que estaba más que advertido de lo perjudicial que supone para la salud fumar y de ver esas desagradables fotos que los de sanidad mandan poner en las cajetillas.

Cuando ibamos a subir a El Sardinero algunos cogimos el autobus y otra se decantaron por el taxi, recuerdo que estando ya en el autobus cuando pasamos por el Paseo Marítimo, allí se subió nuestra queridísima excompañera Azucena.

Cuando llegamos a El Sardinero todos se sentaron en el suelo a beber yo mientras me quedé de pie con los Bifrutas charlando con Víctor, con Sara la hermanastra de Marcos y con todas las chicas.

Hubo un momento que Víctor le contó a Sara mi caída al ir a saludar a Sofía, y que veía normal que prefiriese saludar a un par de tetas antes que a él. Logicamente Víctor lo dijo de cachondeo, porque a él en ningún momento le molestó aquello.

Sara nos dijo que al fin y al cabo con el alcohol se viven experiencias nuevas, porque todos hemos tenido 15 años y hemos sido jóvenes.

Después de habernos echado unas risas con Sara y con todos los que estaban en ese momento, ella muy amable nos llevó a mí, a Marcos y a Víctor hasta Río de la Pila que era el próximo punto de encuentro donde teníamos planeado reunirnos todos.

Algunos ya empezaron a llamar a sus padres para que fueran a buscarles ya que ibamos a empezar con el botellón, y es que les hay que les cuesta mucho aguantar a borrachos.

Cuando Sara nos dejó en Río de la Pila, tocó despedirse y la dije que había sido un placer conocerla.

Mientras todos iban a "La chupitería" yo me quedé con Natalia y Azucena sentado en la puerta de un bar, en aquel momento agradecí a Natalia todos estos años en los que había aprendido mucho de ella.

Más tarde todos nos volvimos a reunir y nos sentamos en las ventanas del Liberbank, entonces recuerdo que dos compañeras que estaban "pedo" empezaron a discutir y a llamarse cosas feas.

Todos estábamos ya rozando el pedo cuando nos reunimos allí, fue entonces cuando el bueno de Pablo cogió la botella de Beefeater y se puso a beber de ella como un loco.

Ese fue otro de mis momentos favoritos de la noche, todos tenían planeado cogerse el bus de las 04:15 para volver a casa, pero yo ya me despedí y cogí el de las 03:15 ya que al día siguiente daban bueno y quería ir a la playa.

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