04|Deben resurgir

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—Mi espalda —susurró Leo mientras abría sus ojos. No veía las cosas con claridad, su espalda estaba doblada y su cabeza se le hizo pesada al momento de levantarla.

Observó como el espacio se veía nítido. Había gente durmiendo a su alrededor: Sagitario, Escorpio, Géminis, chicos a los que no recordaba su nombre y la bruja. ¿Qué estaba haciendo él ahí? ¿Qué había ocurrido? Un escalofrío recorrió su espalda que aún dolía. Dos ojos le miraban. Era una chica. Cabello rojo y liso, ojos verdes, casi amarillos. Diría que era una mujer muy hermosa si no fuese porque se le estaba acercando con una sonrisa y un paño en la mano. Eso había sido lo de anoche, sintió aquello antes de aparecer allí. Ocurrió demasiado rápido para que pudiera reaccionar, como ayer. Se sintió débil de nuevo, parecía ser que la chica tenía hasta más fuerza que él. ¿Cómo era posible?

—Lo siento, Leo. Tu energía dejará rastro, no volamos tan alto para que ellos no la huelan —¿Energía? ¿Rastro? No podía creer lo que oía, quizás seguía en un sueño o quizás, en el peor de los casos, si había sido secuestrado por una loca. Diablos, la gitana tenía razón. ¿Qué estaba pasando? Cerró sus ojos y no pudo abrirlos otra vez. Cayó inconsciente.

—Malvarrosa de ensueño... —susurró una voz a su espalda. La mujer se dió la vuelta. Era Cáncer, estaba despierta y había visto todo. Ugh. La chica era muy sensible, le sería una problema ahora que sabía que había hecho.

—Tranquila, no te haremos daño —si ella comenzaba a llorar desprendería una energía aún más fuerte que la del enojo de Leo. Sabía que sus palabras sonaban totalmente equívocas, pero no podía hacer más.

—Claro... —volvió a murmurar y se hizo hacia atrás. Ya se había sentado y la observaba atentamente. Podría haber sido lo que tuvo que soportar de su padre. Pero esa mujer totalmente desconocida no se le hacía realmente mala. Tenía miedo, claro. Sin embargo, su coraje pudo más.

—Mientras no llores podrás mantenerte despierta. Les explicaremos cuando lleguemos.

Y ella creía que estaba loca. ¿Por qué le habían traído? Tenía tantas dudas. Quizás pediría dinero por ellos, pero,¿por qué inventarse una historia sobre su energía y vuelos? Hasta que se dió cuenta. No sentía los molestos baches ni el sonido de los cascos del caballo contra el suelo. No había absolutamente nada que le recordara a los viajes en carroza. Entonces, ¿decía la verdad?

Miró a todos lados tratando de comprender. Pero por alguna razón no tenía las ganas de llorar de siempre. Incertidumbre, pero no miedo en mayor palabras.

—Bien, solo sueltas una mínima energía, se dispersará. Si sigues así no tendré que dormirte.

Ella asintió.

La tercera en despertar fue Virgo y un poco después Capricornio. Ambos fueron sedados por la Malvarrosa de ensueño. Según le explicó la mujer desprendían energía con el solo hecho de análisis. Demasiado iguales, se dijo a sus adentros.

—Solo espero que Acuario y Piscis despierten, son los que nos traerán problemas si siguen durmiendo... —ella quiso preguntarle, pero ella le negó con la cabeza, le explicaría a todos juntos.

Fueron despertando. Aries, Sagitario y Escorpio dieron pelea antes de volver a quedar inconscientes, como Leo. Su furia representaba energía. Según Cáncer, ella creía que ya estaba entendiendo lo que la chica decía, pero solo era la punta el iceberg. En teoría, ella no sabía nada.

Dejó despiertos a Géminis, Libra, Acuario, Piscis y a Tauro bajo ciertas condiciones específicas. Aunque sabía que podrían representar un peligro, no quería que desconfiara más de lo que ya hacían. A fin de cuenta sedarlos y llevarlos en una carroza sin su permiso ya era lo suficientemente sospechoso. ¿No?

Lazos del Pasado (Zodiaco) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora