cap 22

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De camino a casa, no hacía más que pensar en darme la vuelta y volver a casa de Jackson, pero de nuevo, ese sentimiento de culpabilidad me absorbía por completa y me obligaba a seguir caminando. Ni siquiera me había dado cuenta de que estaba llorando cuando una lagrima me roza la mano. Rápidamente me seco la mejillas para que nadie se percate de mi estado emocional, y camino más rápido y con la cabeza agachada. Se que ha sido una mala idea volver caminando a casa, ya que está bastante lejos, pero no he encontrado otra opción.

Cuando llego a casa, entro y me dirijo a mi cuarto decidida, pero entonces me detengo al ver a mis dos mejores amigas en el salón. Las dos están sentadas una enfrente de la otra, y cuando se percatan de mi presencia, dejan de hablar de lo que sea que estuviesen hablando y fijan la vista en mi. Me quedo un rato mirándolas, esperando a que digan algo, pero al ver que no tienen la intención de abrir la boca, me adelanto e intento fingir que todo va bien.

—Hola chicas—sonrio nerviosa, y me paso una mano por el pelo—¿Que hacéis aquí?

Se miran entre ellas, y luego vuelven a mirarme a mi. Se levantan del sofá acercándose a mi y entonces me doy cuenta de que seguramente estén enfadadas conmigo por haber estado tan distante estos días.

—¿Donde está la Eli de siempre? Porque sé perfectamente que no es la que tengo justo en frente de mi—me dice Madison, y veo cómo Claudia agacha la cabeza, evitando mirarme a la cara.

Suspiro y aparto la mirada de ellas. A pesar de que sepa que se merecen una explicación, no estoy de humor para comenzar esta conversación.

—No hagas eso, Eli—dice Madison alzando la voz.—Somos tus amigas, tus amigas de siempre, y nos has dejado de lado todo este tiempo. ¿Por qué lo has hecho?

Sigo apartado la vista. Con todo el peso que tengo encima, se que si digo algo solo servirá para que comience a llorar y para sentirme más débil de lo que ya estoy, así que mantengo la boca cerrada y los oídos bien abiertos para escuchar todo lo que tengan que decirme.

—¡Dime algo, Eli! No puedes simplemente alejarte de nosotras y hacer como si no existiésemos. Eso no es lo que haría una buena amiga, lo sabes, ¿verdad?

Es mi turno. Me aclaro la garganta y respiro profundamente antes de ponerme a hablar.

—Siento no haber estado con vosotras estos días, pero necesitaba un tiempo para estar sola. Simplemente eso—les digo, está vez, mirándoles a la cara. Aún que Claudia sigue con la cabeza agachada y no tiene pinta de que vaya a decir una palabra— No os enfadéis, por favor.

Madison asiente un par de veces.

—¿Y cuánto tiempo más vas a necesitar estar sola? ¿Y si cuando necesites estar con alguien nosotras no vamos a querer estar contigo?—me pregunta Madison frunciendo el ceño.

—¿Que estás diciendo, Madison?

Se que no saben nada de lo que me ha pasado, y se que debería de habérselo explicado, pero me duele que se esté comportando de esa manera.

—Te estoy pidiendo que nos expliques qué es lo que te pasa. Por qué actúas de esa manera tan... ¡extraña! No lo entiendo, no has estado siendo tu estos últimos días, y se que hay una razón por detrás.

Suspiro. Tiene razón. Pero no puedo explicárselo ahora, quiero explicárselo cuando todo haya acabado y cuando sienta que tengo el valor para contárselo todo de amiga a amiga.

—No quiero hablar de eso ahora, pero...

—¡Está bien!—me interrumpe, y empieza a dirigirse hacia la puerta—Paso. Te diría que me llamases si necesitas algo, pero se que no lo harás. Así que simplemente, me voy.

Me quedo quieta en el mismo sitio, y entonces me sobresaltó al escuchar el sonido de la puerta al cerrarse. Claudia sigue delante de mi y me pregunto si va a quedarse aquí o a marcharse con Madison, pero enseguida me resuelve la duda.

Me acaricia el hombro con su mano y me sonríe.

—Que sepas que sigo queriéndote y puedes contar conmigo para lo que quieras.—me dice aún acariciandome el hombro— Tengo que irme con ella. Lo siento.

Y dicho esto, abandona mi casa dejándome, por lo menos, una pequeña sonrisa en la cara. "Menos mal que por lo menos Claudia me entiende" pienso para mis adentros.




Cuando mis dos amigas se fueron de mi casa, me quedé con un vacío enorme. Pensé que lo mejor sería darme un baño y olvidarme de todo lo que había pasado durante estos días, pero no hacía más que recordar lo que Jackson me había dicho. Pagué todo mi mal humor con él cuando lo único que intentaba hacer era alegrarme, como pudiera, el día. Con todo lo que llevaba dentro de mi cabeza ni siquiera me di cuenta hasta que me lo dijo él, claro y firme, haciendo que me odiase a mi misma por ser una mala persona.

Suspiro profundamente haciendo desaparecer todos los pensamientos de mi cabeza y abro la nevera. Ni siquiera me acuerdo cuando ha sido la última vez que he comido algo, así que pillo lo primero que veo y me siento en el comedor con la mirada pérdida hasta que oigo el sonido de mi teléfono. Dejo toda la comida encima de la mesa y me dispongo a seguir el sonido hasta que lo encuentro. No era la persona que me esperaba, pero de todas maneras me alegro de que me esté llamando.

—¿Eli?

—Si, Alex, soy yo.

—¿Que tal? Te llamaba para decirte que no volveré a casa hasta mañana, ¿está bien?—Por alguna razón, me entristezco un poco—Iba a decírtelo en casa, pero no estabas. ¿Dónde estabas?

Trago saliva.

—Me quedé a dormir en casa de... en casa de Madison—digo nerviosa—Perdón si no te avise, pensaba que lo había hecho.

—Está bien. Bueno, tengo que dejarte. Llamarme para cualquier cosa. Te quiero.

Y antes de que me de tiempo a decirle nada, finaliza la llamada. Miro la pantalla de mi móvil y enseguida me arrepiento al ver el contacto de Jackson. Me quedo un rato mirándolo. Los recuerdos vuelven a mi mente y entonces, me doy cuenta de que le estoy llamando. Es demasiado tarde para finalizar la llamada, así que me muerdo las uñas esperando a que conteste. Me sorprendo a mí misma cuando me doy cuenta de que me he disgustado al ver que no me ha cogido.

—Que más da—digo en alto para mi misma.

Tiro el móvil al sofá y vuelvo a sentarme en la mesa para seguir comiendo la comida que he dejado, pero entonces el teléfono empieza a sonar y me detengo en seco. Estoy un rato pensando en que hacer. Si no le cojo, pensará que soy tonta porque he sido yo quien ha llamado primero, pero si le cojo no tengo ni idea de que voy a decirle. Hago lo que realmente quiero hacer. Corro hasta aceptar la llamada y espero hasta que sea el quien comience a hablar.

—¿Eli?—pregunta con la voz ronca.

—Eh... Si, soy yo—me paso una mano por la cara e intento relajarme.

—¿Estas... bien?

—Solo quería... Solo quiero decirte una cosa. Había pensando en ir a tu casa pero no tengo coche, así que me preguntaba si podrías... Bueno solo si tú quieres...

—Está bien. Estaré allí en cinco minutos.

Espero que no se lo tome como una invitación a cualquier cosa que tenga que ver con una cita. Solamente quiero pedirle perdón por como me he comportado con él, y prefiero hacerlo a la cara que a través de un teléfono.

Cuando me cuelga, me siento en el comedor y sigo con mi comida. Sorprendentemente, ahora que se que va a venir Jackson me siento mucho mejor.






Gracias por esperar tanto para leer mi novela. Antes de ayer fue mi cumpleaños, y he estado un poco enferma. Ayer también lo estuve, y teniendo en cuenta que tenía que estudiar para los exámenes, no he tenido tiempo para mi libro... Pero aquí lo tenéis, y que sepáis que hoy habrá doble capítulo. Os quiero muchísimo a todos❤️❤️❤️❤️

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⏰ Última actualización: Nov 05, 2017 ⏰

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