Hola de nuevo, extraño

40 3 0
                                    

Me acerqué a mi nuevo asiento, lo más relajado que pude, pero mi corazón palpitaba a la velocidad de la luz.

Respiré un par de veces, fingí que todo estaba bajo control y me senté.

- Hooola, ¿a qué debemos el honor?
- Me tuve que sacrificar por unos recién casados. Y heme aquí.
- Pues qué gusto, vecino.

Y no dijo nada más.

EN TODO EL VUELO

Intenté dirigirme a él, preguntarle algo, rozarlo "sin querer", algo; pero mi timidez o cobardía solo me hicieron enojarme conmigo mismo por mi falta de valor.

Alan Estrada y Yo. Un amor sin reservación.Where stories live. Discover now