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Hoseok estaba ya acostumbrado a la quietud del bosque tras los primeros dos días y medio en busca de aquel Beta que habían mencionado. No le gustaba demasiado ir en su forma de lobo tanto tiempo, era una criatura sociable, necesitaba hablar y ser escuchado, y todo eso no podía hacerlo cuando estaba en los bosques.

Siguiendo las indicaciones mentales que guardaba de la caligrafía del maknae de la Manada, entró a la tercera noche en los terrenos donde había conocido a aquel chico.

Al captar el olor nuevo en sus fosas nasales, agachó la cabeza para olfatear directamente del suelo, andando despacio mientras el olor le llevaba bosque adentro hasta un pequeño cúmulo de árboles donde la fragancia se hacía más notable.

Hoseok pensó que con la mezcla de olores del otro chico, cacao y coco, iba a resultarle más fácil encontrar al chico. Y su nariz le daba la razón, pero sus ojos no. Porque allí en el punto donde era más notable, después de dar un par de vueltas por los árboles en busca de otro punto más fuerte para su olfato, seguía volviendo allí.

Desconcertado, se sentó justo en el medio del cúmulo de árboles, allí donde el olor era más notable. Cerró los ojos, buscando una respuesta, buscando un sonido o un olor más lejano, algo que pudiera indicarle dónde se encontraba el Beta.

Qué buscas.

Una voz surgió de las sombras, haciendo que Hoseok alzara la cabeza y abriera los ojos buscando en dirección de aquel tono, sin interrogantes pero con rudeza en su voz. Sabía que la voz estaba escondida en alguno de los árboles colindantes, pero no veía rastro de ningún humano. Decidió que, dado que si no se transformaba no podía establecer por lo pronto una conversación con él además de demostrar que no era un peligro, pasó a su forma humana por fin.

Sentía el cuerpo entumecido, por lo que no pudo evitar estirar los brazos por encima de la cabeza una vez se había puesto en pie, notando el frescor de la noche en todo su cuerpo desnudo.

Creo que a ti. ¿Yoongi? ¿Verdad? Soy amigo de Jungkook...

Esperó unos segundos a que el nombre de su amigo calara en los recuerdos del otro. Al principio pensó que no iba a obtener una respuesta, que quizá el chico había desaparecido aunque aún olía a él, pero desde uno de los árboles, cayó una manta azul directamente sobre su cabeza.

¿Jungkook? ¿Por qué te ha hablado de mi?

Hoseok aceptó de buena gana la manta, tapándose con esta el cuerpo ocultando su desnudez. En el tiempo en el que este se tapaba, el chico mayor se había acomodado en una de las ramas, con las piernas colgando y el cuerpo semi apoyado en el tronco del árbol, esperando las respuestas de aquel desconocido que había logrado encontrarle, no sabía muy bien cómo. Hoseok sonrió ante la estampa del chico allí sentado, viendo sólo lo que la luz de la luna le dejaba ver.

No ha hablado de ti directamente contigo, sino más bien con nuestro Alfa. Se interesó por ti... Jungkook mencionó que podrías ser de mucha ayuda para nosotros y por eso me mandó en tu bus-

Espera espera — Su mano izquierda se alzó en un gesto autoritario, esperando a que el Beta de pie ante él se quedase en silencio, mostrando un gesto consternado ante las palabras del contrario. — ¿Que te han mandado a ti a por mi? Pero eres un Beta.

Hoseok alzó una ceja ante la revelación más que obvia del chico. Claro que era un Beta, ¿y qué?

¿Quién iba a venir si no? Para eso existen los Segundos al mando ¿sabes?

Yoongi, sorprendido al saber que Hoseok era el Segundo al mando, se giró de cara a él para apoyar las manos en la rama del árbol, saltando desde este para caer con facilidad, metiendo las manos en sus bolsillos.

¿Eres el segundo al mando? ¿Un simple Beta? No servimos para esto.

¿Y qué te hace pensar que no servimos para esto? ¿Quién te crees que ha rastreado tu olor hasta aquí? Porque no ha sido Jungkook, te lo aseguro...

Yoongi pensó en lo que el chico más alto decía, era cierto que no olía ningún otro olor más allá de los frutos del bosque que desprendía aquel Beta. Encogió sus hombros mientras pensaba en una manada donde los Betas podían hacer cosas... No podía ni pensar que aquello fuera cierto.

Además, soy yo el que alerta de los cambios en nuestro territorio. Y tú... eres sigiloso, te he olido pero no te he visto ni oído, así que no digas que no servimos para esto.

El más bajito se interesó por cada una de las palabras que emitía el Beta ante él. Hoseok aún no lo sabía, pero era inconcebible para él que un Alfa le cediera poder a un Beta, no en la que una vez fue su Manada.

¿Por qué confían tanto en ti? Sólo eres un Beta.

Esta manada es tan de mi Alfa como mía, cada uno de los integrantes están ahí por mi. Así que sí, confía tanto en mi porque he demostrado que puedo acarrear con las consecuencias de mis actos. Por eso estoy aquí, para buscarte.

¿Y quieres que vaya contigo? ¿Por qué? — Yoongi no daba crédito a las palabras ajenas, aunque tenía que reconocer que cada vez estaba más intrigado con esa manada, con cómo funcionaba y por qué aquel Beta era tan respetado a pesar de su posición.

Mi Alfa quiere conocerte.

Yoongi necesitó poco más para atreverse a darse ese paso que llevaba calibrando los úlitmos minutos. Concedió al chico esa visita, el conocer a su Alfa y su manada, pensando en ver más de cerca las cualidades de Hoseok. Por lo que, tras recoger una mochila con sus cosas, montó en el lomo de Hoseok una vez este se había transformado, dejando que el Segundo al mando le llevara de vuelta a la colonia de Jungkook. 

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⏰ Ultimo aggiornamento: Nov 04, 2017 ⏰

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