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El atardecer cubría la playa de messina, la fiesta había terminado hacia una hora, con la pelea de Hibari y Mukuro, su corazón estaba dolido, roto en mil pedazos, la persona que había amado durante un año estaba en una relación con otra persona.

-Lo siento enserio Byakuran, pero solo siento atracción y amistad hacia ti -le había dicho esa tarde.

-Por lo menos me llegaste a querer -sonrió con toda la alegría que le quedaba, no quería preocupar a Yuni, mucho menos a Tsuna.

Suspiro viendo a la pareja dispareja, la combinación de una alondra con una piña sarcástica era para hacer una bomba nuclear, pero había un dicho que siempre recordaba al verlos juntos, "quienes se pelean terminan juntos" claros ejemplos estaban Hayato y Takeshi, y ahora Hibari junto a Mukuro.

-Byakuran-san, por fin lo encuentro -el albino miro a su amigo con curiosidad.- Tsuna-kun quiere que todos vayamos... ¿Se encuentra bien?

-Si, estoy perfecto -dijo aguantando su sufrimiento.- ¿Porque lo preguntas?

-Esta llorando -el cielo de Gesso llevo sus manos a sus mejillas y ahí noto que estaba llorando, llorando por un amor no correspondido.

Shoichi lo abrazo con fuerza, lo amaba tanto que dolía, ver al siempre sonriente Byakuran llorar por el rechazo de Mukuro le dolía mucho. 

-Yo siempre estaré para Byakuran-san -prometió el pelirrojo.

Las escenas comenzaron a pasar, el primer besos que se dieron, cuando Irie le mostró su modelo de seguridad para la base en Rusia.

-Byakuran este es el plano pa... -y lo beso, así sin mas, solo lo beso. 

Shoichi paso sus brazos por el cuello de su jefe y Gesso lo sostuvo con fuerza de la cintura. Ni es sus besos con la piña sentía aquel cálido sentimiento crecer en su pecho.

Después del beso llego su primera vez haciendo el amor, aun sentía la piel de su pelirrojo en su cuerpo, los jadeos y gemidos resonaban en su mente. Cuando formalizaron su relación, la cara de felicidad y paz que tenia el guardián de la niebla de Tsuna, hasta el mismo Rokudo se lo dijo esa vez en la fiesta de cumpleaños de Hayato.

-Yo te seguía amando cuando termine nuestra extraña relación -le confeso sin mirarlo- Obvio que salia y me acostaba con Hibari, pues sentíamos atracción mutua, pero nunca sentí que lo quería de verdad. Contigo todo era diferente, me sentía mas que querido, me sentía deseado y protegido sin la necesidad de la presencia de alguno de los demás guardianes Vongola, pero yo no era capaz de demostrarte y decir lo que sentía en realidad por ti -la niebla miro al cielo contrario y sonrio con sinceridad- te hacia daño aun si no lo deseaba, así que al final de todo te deje ir.

-PERO PUDIMOS SOLUCIONAR LAS DIFERENCIAS...

-Byakuran, el problema es que yo no podía demostrarte el amor que sentía hacia ti, pero ahora tienes a Shoichi, el es capas de darte el amor que yo no te di -cogió la mano izquierda del albino y la beso- estoy feliz de que hayas encontrado a la persona con la que pasaras el resto de tu vida.

-Mukuro -ambos jóvenes miraron al azabache que acababa de entrar- Tsunayoshi nos llama a todos.

-Ya voy Kyoya -miro por ultima vez en la noche al que fue su primer amor- Nos vemos.

-Felicidades herbívoro, espero sean felices -dio una sonrisa de lado pequeña- se lo merecen, los dos.

-Gracias -susurro al verlos marcharse a donde estaban el resto de los guardianes vongolas.

Lo ultimo que vio fue a su hermoso pelirrojo con sus gafas de marco azul sobre la mesa de noche, sus pelo desordenado y su cara impasible.

"Te amo Sho-chan" 

Abrió un poco sus ojos sintiéndolos pesados, vio a un hombre de edad mirándolo fijamente para después sonreír con superioridad, dijo algo que Byakuran no puedo entender, sintió una descarga por todo su cuerpo y soltó un grito ahogado por el liquido rojo en el que estaba metido. Pocos segundos después se volvió a la inconsciencia donde lo acompañaban sus dos amigos de elemento, Tsuna y Yuni.

En la base japonesa de los Vongola, Irie Shoichi trabajaba todo el tiempo que su cuerpo le permitía, no se despegaba de su computadora ni del lado de su compañero de trabajo, Spanner, ambos informáticos buscaban todo tipo de información que hubiera en la internet y hasta en la base de datos de todos lo países que estaban involucrados e el secuestro de los cielos.

-Te encontrare Byakuran, lo prometo -cogió el anillo que colgaba de su cadena y lo beso, encontraría a su pareja y no lo dejaría solo nunca mas.

-Mierda Irie, esto es malo -el chico se acerco al rubio y al leer la información que tenían sintieron miedo.

-Llamare a Gokudera-kun -se dirigio a donde estaba su teléfono y llamo al numero de la tormenta de Tsuna, las cosas se estaban saliendo de control. Sin la presencia de un cielo puro y fuerte que los tranquilizara, todo se volvía un coas.

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Viva yo, viva mi inspiración, viva el suspenso *salta y da vueltas* Jijijijijiji Stefa esta activa hoy.

Como ya dije, tengo que darle un sacrificio a la musa caliope por la inspiración que me dio hoy ya que he actualizado triple en El omega del rey y ahora esta historia.

Espero les guste y los quiero mucho, besos ;*

Camino hacia el CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora