bad reputation 「나쁜 평판 」v . k

「 b a d r e p u t a t i o n 」

Sequé las lágrimas sobre sus mejillas de una forma tan delicada que era inviable la posibilidad de cometer daño alguno, a la par, deje que las mías hicieran su aparición, y para mi sorpresa el imito mi acto, tapando la blanquecina palma que disponía con su grueso y cálido sweater de invierno. Al sentir el tacto sobre la piel de mi rostro me puedo sentir orgulloso de que llegue a presenciar en carne viva la bondad en persona.

Sin pensarlo demasiado me acerque a su rostro, disminuyendo la distancia entre nosotros bese sus labios como siempre lo había querido hacer desde tiempos remotos, no sé si seré capaz de describir todas las sensaciones que en ese momento pudieron hacer intromisión dentro de mi cuerpo. Creo que es rotundamente imposible.

Se sentían increíblemente suaves al contraste con los míos, sin embargo puedo admitir que temerosamente se movían siguiendo el pausado ritmo que adopte para él. Ellos decían algo como "necesitaba esto", pero a la vez otra voz sobre ellos rogaban que los dejara llorar en pura soledad, nunca logrando comprender que es lo que de verdad me quería transmitir. Tampoco pude percibir que el compartía mis sentimientos a medida que el tacto se hacía cada vez más confiado, simplemente llegaba a la conclusión de que me aceptaba, que no planeaba rehusarse a mis acciones.

Esa noche lo acobije en mi habitación, dejándolo reposar sobre mi pecho repitiéndole mil veces que si tenía algo más que decirme fuera libre de hacerlo. Pero para mi decepción no hizo ninguna otra declaración, solo agradeció en un murmullo y como si de un niño se tratase, acariciando el delgado lóbulo de su oreja izquierda cayó rendido entre mis brazos, siendo su cuerpo una pluma para mi.

Creo que no he transcrito mucho acerca de su cuerpo. Sinceramente comencé a observar aquello luego de que con cierta diversión me preguntara si no le incomodaba que se cambiara de camiseta incluso con mi presencia entre nosotros. Obviamente le conteste que para nada, la curiosidad se ocultaba dentro de mí.

Su cuerpo, bien, su cuerpo era muy pequeño para el gigantesco corazón en su interior. La piel nívea relucía antes mis ojos sin vergüenza alguna como un espectáculo digno de apreciar, inhabilitando la posibilidad de tomar control de mi propia mirada. Era delgado, tampoco demasiado pero sí más que yo, sus hombros, que delicados y unidos al compás de sus brazos se movían con las muñecas siempre cubiertas a una velocidad lenta mientras buscaba una nueva prenda. Desee preguntar el motivo de aquello, por qué notoriamente las ocultó de mi vista en aquel momento. Sin embargo, miedoso de la respuesta mordí mi lengua, no deseaba incomodarlo.

Bajando por su plano estómago, pude apreciar un poco de sus piernas, bien tonificadas, se veían firmes con la ropa que siempre usaba y dejaban libres de apreciaciones todos sus atributos. Sí, su estilo era maravilloso para la vista. Cómodo y relajado, con un toque característico solo de él. Botines color marrón siempre llevaba consigo, jeans rasgados y apretados hacían su cintura más pequeña de lo que eran combinados con las camisetas siempre blancas que pocas veces usaba dentro de ellos. Hoodies holgados eran sus favoritos, combinándolos con un gorro cubriendo su cabeza cuando hacia demasiado frio. Las mascarillas también eran recurrentes, pero cuando le dije que prefería que reluciera su rostro dejo de usarlas.

Después de ese día nuestra relación siguió su curso como si aquello nunca hubiera pasado. Jamás tuve la seguridad de decir lo que el sentía, era tan misterioso el poder ver a través de sus ojos que me siento incapaz de transcribirlo en estas hojas. Siempre fui insuficiente para saber o que pensar sobre él, supongo que era un caso especial y por eso mis inseguridades.

Sé que no se encaja mentalmente con cualquiera, pero quiero que sepan que lo intente por él.

Un día en la escuela pude presenciar la asquerosa mirada de todos encima de mí, escuchaba mi nombre seguido del de él salir de sus bocas, liberando y produciendo veneno como si de saliva se tratara. Los rumores sobre la estreches de nuestra relación se tonificaban, volviéndose cada vez más fuertes. Sin embargo lo ignore tanto que olvide como él trataba con aquello.