❝él era como la luna, parte de sí siempre se encontraba oculta.❞ ー k . t 나쁜 평판 ~
➳ One shot.
➳ Historia basada en la canción: Bad Reputation por Shawn Mendes
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Tiempo ha pasado desde la última vez que mis manos tomaran este deteriorado diario y mis dedos rozaran las ahora rasgadas páginas, como anteriormente un niño ausente de los problemas de la vida y la parte oscura de esta, escribiendo su infancia con palabras básicas y letras poco legibles; las mismas que ahora imito por el temblor de mi cuerpo sin razón alguna aparente.
Ha sucedido algo diferente, algo que contrasta con todos los días que mi memoria me permite almacenar, y tengo una historia que a mi pensar este ambiguo libro merece tener conocimiento, gracias a todos los años que se ha mantenido cerca sin extraviarse incluso si mi descuido lo ha posibilitado.
Versare sobre el dolor gradual y deterioro emocional de un chico demasiado humano, y la indiferencia (o también atención no deseada) de todos los demonios, que lo llevo al paradero de mi compañía, lo cual no sé si agradecer o lamentar.
Su nombre, Jeon Jung Kook, más conocido en el instituto como "la perra de todos".
Los rumores que rondaban en contra de su persona eran sinceramente los peores que puede la mente humana llegar a recrear, pues siendo honesto, hasta el día de hoy no logro comprender como es que algo tan negativo como el acoso puede ser tan sencillo de esparcir, incluso igualándose a otros sentimientos y acciones de nuestro comportamiento, y me puedo atrever sin repercusiones de por medio que compararlo con el agua cayendo por los dedos no sería una exageración ni acto poético.
No aspiro entrar en detalles sobre lo que estos trataban, pues recordar de nuevo la voces sin nombre repartiendo falsos dichos me hace querer devolver toda la comida que en mi estómago se almacena; esas frases exhibiendo su cuerpo, fundando palabras que según ellos de sus labios se liberaban.
Solamente diré que era poseedor de una mala reputación.
Nadie se la acercaba demasiado, como espectador lejano podía apreciar como las miradas de burla en su presencia se paraban, pero a pesar de sentir lastima por él, no me siento lo suficiente informado sobre los rumores rondando para poder acercarme. En mis propios pensamientos preguntas se apilaban sobre el porqué de todo aquello., sus ojos grandes temerosos miraban siempre abajo, el cabello castaño en su nuca, liso pero despeinado de cierta forma, se mecía al caminar a una velocidad constante y rápida por los pasillos, por último agregar la delgada contextura de su cuerpo, demasiado frágil a cualquier empuje según lo que mi casta vista lograba deducir. No parecía un chico que sufriera por burlas de apariencia en lo más mínimo.
Y llego ese día, en que de conocedor me pude tachar, conocedor de todas las fotos en que desnudo su cuerpo relucía, y deterioradas sus ahogadas quejas de placer— o dolor— puedo oír a través de los audífonos de en ese entonces mi mejor amigo. Sí, se supone que éramos los chicos malos de la escuela, rebeldes e intocables. Pero no, no con él, o al menos yo no. Recuerdo perfectamente como al recopilar todos los datos y convertirme en la persona más empática que yo puedo llegar a ser, arranque los aparatos cubriendo mis oídos, me levante de la silla y le grite a mi sonriente acompañante en ira pura lo estúpido que era por reírse de la desgracia ajena, incluso si yo lo había hecho antes. No me ha vuelto a dirigir la palabra desde ese entonces.