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Dipper se sentía muy cansado, ya que la noche anterior no había dormido muy cómodamente, cuando acordó ya estaba dormido en un sueño profundo. Tanto profundo, que no sintió cuando cayo al suelo, él solo estaba cansado.

—¡Dipper!— grito la castaña por lo que Dipper reaccionó con un gran susto.

—¡ah!, ¿Que paso?— tenía la cara de susto por lo que cierta castaña río escandalosamente.

— ~hay hermano~ — dijo entre risas, mientras abrazaba su estómago y daba un par de patadas al aire —. Eres tan tierno— dijo sin poder parar de reír.

—Agh... Mabel, que quieres ahora.—Dipper, solo volteo los ojos hacia otro lado, levantándose del suelo con un poco de dignidad y orgullo que aún le quedaba.

—Hermano, es que no soportar las ganas de decirte.— la castaña miro felizmente a su hermano. —Por eso entre corriendo tú habitación, era obvio que tenía que contarte primero a tí. — chillo feliz la castaña con una gran sonrisa pintada en sus labios.

—¿Que pasa?— pregunto el castaño con la ceja alzada y su genuino toque de curiosidad.

—Bien... Tengo una cita para mañana en la feria.— Dipper miro intrigado y un poco sorprendido.

—espera ¿Que? ¿Conseguiste una cita en el tiempo que dormí?, ¡Pero eso solo fue más o menos una hora!— la castaña solo asintió felizmente y dando leves saltitos dando aplausos, una y otra vez.

—si, genial, ¿no?—dijo entusiasmada.

—Si, genial. Felicidades... ¿Supongo?— dijo algo apagado y con algo de alegría en el Interior, se sentía feliz por ella, pero muy en el fondo, y nunca se lo diría.

Él era muy antisocial, la mayoría del tiempo estaba solo, pero no le molestaba en lo absoluto. Le gustaba. No era el típico chico que salía a fiestas o tenía va medio mundo de amigo, disfrutaba de estar solo.

—y ¿tu? Hermano para cuando la novia, eeh, eeh~— dijo burlonamente.

—Agh... Mabel no... no lo se, yo, yo...— Dipper no sabia si contarle a Mabel o no de su encuentro con aquel rubio.

—Bien, tomate tu tiempo hermano. ya llegara la indicada ¿okey? Además, ellas se lo pierden. Bien me voy.— mabel estaba por irse hasta que el castaño le hizo una última pregunta.

—¿Qué a dónde?— pregunto y la castaña lo miro con una sonrisa.

—¿Ah?, voy al centro comercial con Candy y Grenda, a comprar ropa, no quiero salir mal vestida hermano.— le guiño el ojo y se fue.

—Bien. ¡No tardes mucho.— se acostó nuevamente, tomando su cobija y acorrucandoce con ella

Despertó en una especie de campo con mucha neblina, ¿Lo curioso? No recordaba haber llegado ahí. Estaba en una especie de parque, muy parecido a la feria del misterio, él estaba como buscando algo o a alguien, pero no sabia porque razón. Por mas que buscaba sin saber que, no encontraba solución alguna a su pequeño percance.

Hasta que escucho un grito de ayuda, que se le hizo familiar, esa voz era la de... ¡¿Mabel?! Corrió hasta donde creyó que se encontraba, pero no. Ella no estaba ahí, no lo entendía, corría y corría, pero jamás daba con ella, hasta que por fin la encontró, vio a un tipo a lo lejos alejándose cada vez mas, el tipo solo volteo a ver a Dipper y le sonrió cínicamente, señalándole hacia otro lugar con la cabeza, Dipper por alguna razón fue hasta ahí, y lo que vio lo dejo sin palabra alguna.

Estaba su hermana, tirada en el piso, toda ensangrentada bruscamente, Dipper no lo pudo evitar y grito, desgarrada mente, sin consuelo alguno.Tomo a Mabel entre sus brazos, la chica estaba con expresión aterradora. Quiso alcanzarlo, pero ya era tarde era con si se hubiese esfumado, Dipper al ver que esté ya no se encontraba, fue a donde hacia el cuerpo de su hermana y se aferro a el, de el callo una nota ensangrentada, que decía :

Volveré por ti niño...

Dipper no lo creía, al despertar estaba bañado en sudor frio y un par de lágrimas. Agradecía que fuera una pesadilla solamente.

Dipper no lo entendía. ¿Por qué había tenido ese sueño? Al recordar la cara de Mabel solo se estremeció y empezó a llorar recargado sobre sus brazos, su respiración se aceleró al escuchar un sonido, solo era su alarma diciéndole que ya era la hora de levantarse y solo lo hizo, se levanto, seco la s lágrimas, y se fue directo a la ducha.

Mientras se duchaba se hizo una pregunta que rondó por su cabeza durante todo el día ¿Quien era ese Chico? ¿Will? ¿Y porque había asesinado a su hermana? ¿Que quería con él? Y la última y mas importante para el ¿Porque el?

(...)

Mientras tanto bill se encontraba, preparándose para ir a la preparatoria, traía puesto unos Jeans de mezclilla con una sudadera negra y unos Vans negros. Bajo las escaleras y al primero que se encontró fue a su hermano quién estaba en la cocina comiendo un perfecto desayuno.

Will y Bill Cipher, esos nombres daban prestigio y claro, quién no lo consideraría así, pues además de ser extremadamente guapos, eran una familia adinerada, bien parecida, y también dueños de la mayoría de empresas de seguridad privada del país.

Al pasar por la cocina, vio a su hermano Will y le preguntó en que iría ya que el no tenía carro, ya que sus padres decían que eran demasiado irresponsable y casi siempre iba con su hermano Bill a la preparatoria.

—¿te vas conmigo o con tus amigos?— Preguntó algo desinteresado, por lo que respondiera su hermano, no le importaba llevarlo con él, pero tampoco es como si a él le importase.

—Iré caminando.— afirmó Will  —Quiero ver a alguien

—¿Eh? ¿Persona? ¿De qué tipo?— pregunto intrigado, ya que este casi siempre se iba a otros lugares.

—¿Eso te importa?

—Sí. — afirmó con una voz ronca.

—Bien, iré con una chica que conocí ayer, ¿Ya contento?

El rubio solo lo ignoro, y se fue de paso. Caminó hasta llegar a su auto, se subió en el y arrancó. Debía de llegar a la preparatoria, sabía que sería el mismo día de siempre, aburrido y repetido. No tenía salvación alguna de esa cárcel. Lo que realmente él deseaba era escapar con su dulce pino a otro lugar. Solo ellos dos, ¿Hermoso no?

Después de todo, los sueños no son algo imposible. Eran complicados, sí. Pero no imposibles, eso nunca.

Eres mi niño Where stories live. Discover now