Capítulo 18: electricidad entre los dos

353 43 2
                                    

Aún no procesaba bien todo lo que había ocurrido en tan solo minutos.
Se suponía que Zeus...me bendijo? No entendía nada, ¿Por qué Zeus me bendecirá a mi?
A pesar de la ola de preguntas que recorrían mi mente, seguimos con los chicos rumbo a una parada de autobuses.
Eran las 6am, ya comenzaba a amacener, caminaba con cierta inseguridad, tenía miedo que en cualquier momento apareciera alguna criatura como cuando Leo me llevó al campamento.
Miraba mi brazo cada dos por tres sin entender aquella pluma adherida allí junto con sus cintas, no sabía para qué servían ni por qué las tenía, Will me dijo que debía ser algún arma de Zeus, como la púa que me había dado mi madre. Y a pesar de que probé  apretar mi mano, sacudir el brazo, tocar la pluma, no ocurría nada.
Nico me había prestado su sudadera ya que me daba un poco de pena llevar el brazo desnudo y que se me viera aquella cosa.

—No te pesa el brazo?—preguntó Will de repente.

—No, es como si no llevara nada—miré mi mano —No entiendo como pudo ser tan pesada estando en mi mochila.

—Debe traer consigo energía, simplemente ahora no está activa o algo—dijo Nico.

—Puede ser—me acomodé el cabello tras mis orejas—En fin, cuando estemos en un lugar seguro podemos probar hacer un mensaje Iris al Olimpo, eso se puede?—pregunté, realmente no entendía todavía esas cosas.

—Siempre y cuando quieran recibirlo, sí—me contestó Solace.—Por cierto, en donde se supone que hay una parada de autobús?—

—No lo sé, no conozco esta ciudad pero cuando lleguemos al centro podemos preguntárselo a alguien—

Nico a mi lado bufó—No es más fácil que viajemos en sombras hasta donde sea que es el sendero de Alaska?—

—Nico. Ya tuvimos esta conversación—hablé—Has gastado demasiada energía, no puedes exponerte a un viaje en sombras, no cierto Will?—

—Exacto, aparte imagínate que llegamos a penas, llegarías casi muerto y deberíamos cargarte y yo no soy bueno con las pesas—

—Como digan—Nico rodó los ojos—Pero caminar no me gusta, además ir por transportes de mortales es más arriesgado—

—Hay que pensar en positivo si?—Will se desprendió la mochila—Voy a prender unas hierbas para que limpie nuestras malas vibras—

—¿Qué?—me aguanté la risa viendo como Solace sacaba unas ramas secas de su mochila y las encendía—Ahora eres buda o algo así?—me reí.

—Creo que quisiste decir tarotista y no, simplemente soy muy abierto respecto a las medicinas y estás ramas aquí, son genuinas limpiadoras de malas vibras—

—Si bueno pero podrías no sé apuntar hacia otro lugar—se quejó Nico ya que al estar en el medio todo el humo, literalmente, iba hacia él.

—Ups si perdón—

***

Cuando llegamos a la parada nos sentamos a descansar un rato, habíamos pasado dos horas caminando en busca del autobús y todo porque no podemos usar un gps como cualquier persona porque atrae monstruos.
En la caminata Nico y Will hablaron entre ellos y yo simplemente los seguí en silencio, al parecer yo era la...cómo se dice? Tercera rueda? bueno no estoy segura pero eso, me sentía fuera de lugar, recuerdo que Leo siempre decía ese tipo de cosas, y yo siempre le recordaba que conmigo nunca más iba a tener que sentirse fuera de lugar. Por los dioses, cómo lo extrañaba, no pasaba un segundo en el que no imagine cómo hubiese sido si él estuviera con nosotros.
De cualquier forma allí estaba, sentada a lado de Nico y Will, tratando de ignorar sus conversaciones sintiéndome completamente sola, cuando de repente una mujer rubia se sentó a mi lado. Al principio no le presté mucha atención pero luego me habló, lo raro fue que escuchaba su voz en mi mente, como si me estuviera hablando telepáticamente.

El Santuario (Nico di Angelo y tú) EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora