No respondió y solo se le quedó mirando, y en verdad el tipo era muy guapo, no supo por cuanto tiempo los dos se quedaron mirándose hasta que el elevador llego al destino del alfa.

-Un gusto en apreciar tu bello rostro -sonrió y se despidió con la mano izquierda mientras salía.

Yariel siguió sin decir nada, en verdad no sabía que había pasado en ese momento.

Las puertas se abrieron sacando de su trance al joven castaño y sus nervioso volvieron a florecer. Salió del ascensor y caminó hasta llegar a la secretaria Vanessa. La mujer abrió bastantes los ojos al ver a Yariel frente a ella.

-¡Pero que cosita más hermosa!-exclamó al tiempo que se paraba de la silla para agarrar las mejillas del chico y apretarlas como si de plastilina tratase.-¡Que lindo, que lindo, que lindo!-La chica no paraba de amasar las mejillas de Yariel y soltar cumplidos hacia su nueva apariencia.

-Gra...Gracias, pero duele...-susurró con algo de dificultad. Vanessa paró al instante y sonrió algo apenada.

-Disculpame, no pude evitarlo.-Se volvió a sentar-El señor Lixion está en su oficina, me dijo que apenas llegaras fueras con él.

Yariel asintió sobandose un poco sus mejillas adoloridas y algo rosadas por la presión que le hicieron a éstas.

Caminó por el pasillo hasta la puerta final y, con un poco de temblor en las manos, tocó suavemente la madera rojiza.

Escuchó la voz de Lixion autorizando su llegada y se puso más nervioso de lo que estaba. Giró la perilla y entró mirando a Lixion que revisaba unos planos de su nuevo proyecto.

—¿Cómo te sien...tes...?—su ojos parpadearon mas de lo debido al alzar la vista hacia Yariel. Este juntó sus manos, las movió tratando de calmarse y sonrió un poco.

—Bien, gracias— respondió mirando a todos lados evitando los ojos de Lixion.

—Toma asiento, tenemos algunas cosas de que hablar— mencionó después de aclarar su garganta.

El castaño suspiró imaginando lo que iba a decir y avanzó sentándose en una de las cómodas sillas frente a él. Sus dedos se movían inquietamente en sus piernas mientras sentía la penetrante mirada de Lixion sobre él.

—Muy bien—cerró los planos y juntó sus manos poniendo los codos sobre el escritorio— primero quiero que te calmes que tu olor delata tus nervios— dijo con voz tranquila.

—Quiero...— se lamió un poco el labio inferior al notar que se secó y siguió — quiero disculparme por lo sucedido, yo pensaba... No sabía que...

—Yariel, no importa ¿Sí? Lo más importante era que estuvieras bien y lo estás — Lixion sonrió y Yariel sintió una punzada en su pecho. Asintió con un tenue rojo en sus mejillas y se mantuvo callado esperando a que su jefe hablara—ahora que estamos tranquilos, te iba a comentar ese día que veo bastante potencial en ti para que dirijas un proyecto, claro, bajo la supervisión de Marcus— agarró la lamina que antes estaba viendo junto con otras y las estiró en dirección a Yariel— ese día iba a hacer una junta con subdirectores del plantel para anunciarlo, pero no se pudo efectuar dada tu situación, por lo tanto hoy a las 12 de la tarde se hará otra para  dar el anucio. ¿Te parece?— Lixion mantuvo su sonrisa en toda su explicación y Yariel agarró los planos algo conmocionado.

—Pero... Soy un omega yo...

—¿Y?— el mayor lo interrumpió alzando su ceja— ¿acaso tu celo hizo que olvidarás todo lo que aprendiste?

Right Love [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora