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Y

Las piernas de Valentine se balanceaban junto con las de Yariel mientras comían un helado. Valen de chocolate y Yariel de Fresa sin leche. Estaban hablando, o mas bien Yariel estaba hablando tratando de animar a Valentine quien miraba sus pies colgar del la mesa alargada que tenia la cocina.

—Valen, por favor, no estés triste, todo va a salir bien. Verás que el pequeño Benjamín se mejorará poco a poco.—Yariel le acarició la espalda y Valentine suspiro pesadamente.

—Los doctores dijeron que tenía Coartación de aorta*¹ y cianosis*², y si no se interviene con cirugía podría morir... —Yariel vio como Valentine dejo caer su helado sus mejillas empezaron a empaparse.

—Pero lo van a intervenir ¿no?

—Dijeron que al ser un recién nacido es algo difícil y si algo sale mal en la cirugía Benjamín no lo podría soportar. Máximo le calculan por lo menos un mes de vida si no se la hacen.

Yariel vio a su mejor amigo, casi hermano, con pesar. Sus ojos de un raro color dorado estaban empapados en lágrimas, su nariz pálida estaba levemente cubierta por un tenue sonrojo, sus hombros se sacudían con cada sollozo y sus piernas ya se habían dejado de balancear para quedar estáticas.

El pobre Valetine sufría y Yariel no sabía que hacer. Fue todo muy rápido; el celular de Yariel sonó a las 2 de la mañana para escuchar un llanto desesperado y lastimoso de parte del rubio platino. Sus palabras estropeadas por los sollozos y solo de ellas pudo entender: Benjamín, enfermo y corazón.

Eran las 4 de la mañana de un Martes Y ninguno había dormido. Bueno, Yariel por lo menos unas 3 horas pero Valentime estaba despierto desde la 6 de la mañana del día anterior con su pequeño Benjamín.

—Gracias por estar conmigo, Yari—el oji-dorado sorbió su nariz y miro a Yariel—Eres lo único que me queda de bueno junto con Benji...—Miró sus manos tratando de calmarse.

Yariel lo abrazó con fuerza y Valen se lo devolvió. Pasaron varios minutos así, mientras Yariel le susurraba palabras de aliento y Valen escuchaba atento sintiéndose mejor poco a poco.

La sala no tenia luces y estaba todo oscuro, como mucho se veían las siluetas entre sí, pero se conocían perfectamente y no tenían que mirarse la cara para saber los gestos del otro.

—Y dime ¿Hoy comienzas a trabajar?—preguntó Valentine quitándose las lágrimas con las mangas de su camisón.

—Si, a las 9 de la mañana, me dijo el jefe. Bueno, mas bien es aprender la mecánica de la empresa, me la pasaré a lado de él apuntando cosas importantes que debo saber y eso. Después me integraré a mi primer trabajo con su compañero, Marcus, será como mi guía.

—Wao... Espero que te vaya bien—dijo tratando de sonar animado, pero Yariel sabia que Valentine no estaba bien, y no quería dejarlo solo.

A Yariel se le ocurrió una idea.

—¿Por qué no vienes conmigo?

—¿Ah?

—Al trabajo hoy, ¿no quieres? Así, si me necesitas, estaré a tu alcance todo el tiempo, además, el jefe es muy agradable, de seguro entiende.

—No se, Yariel, es tu primer día de trabajo, ¿si estas en algo importante? ¿Donde voy a estar? ¿Si me llaman por Benji? ¿Y si me da hambre? ¿Y si...?—Yariel lo cortó tapándole la boca con una mano.

—De todo eso yo me encargo, tu solo arreglate bien, además la cafetería en al empresa no es mala y hay varios restaurantes en el edificio. Te quedarías en la sala de espera de mi piso, la verdad es muy bonita y huele a limón, lo mejor es que hay conexiones por todos lados, los sillones son muy cómodos que hasta podrías dormir en ellos, si te llaman yo te pido un taxi, y tu ahora mismo eres lo más importante ¿vale?

Right Love [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora