Melodías de un corazón Roto II [PAUSADA/EDITANDO]

IV:

-Tú... ¿Cómo es que no puedes sentir nada, cuando yo... Sólo con verte siento que mi corazón se paraliza?.- Poco a poco, empezaba a sentir como mi corazón comenzaba a romperse.- ¿Es qué... Acaso sólo soy un juego para ti?, ¿Nada más?...

- ¡A_Adrien!...

- Suéltame.

- ¡No!, por favor... Yo, Y-Yo...

- No, ahora, por favor... Déjame, déjame enfriar mi cabeza un poco. Hay tantas cosas que, aún no comprendo, necesito tiempo a solas.- Lentamente vi como su cuerpo se alejaba, haciendo que me diera cuenta de que empezaba a perderlo.

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Del "Diario" de Claire Foissard:

¿Por qué?... ¿Por qué, cuándo recuerdo los ojos de Adrien, aquellos ojos llenos de tristeza... Mi corazón duele?. Todos esos besos que nos dimos, ¿No tuvieron significado alguno para mi?... Ni siquiera yo me entiendo. Bueno, ja... Me siento como una tonta, creo que, en lugar de venir a escribir estupideces en ti... Iré a dormir.

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Las flores llenaban el aire con el agradable olor de su perfume, el rocío caía elegantemente sobre mis cabellos mientras el viento soplaba suavemente contra las verdes hojas de aquellos frondosos árboles del precioso jardín... El agua cristalina del pequeño arroyo reflejaba la figura de los pequeños pececillos que nadaban alegremente en el. Todo iba al compás, cada sonido, cada movimiento de las hojas de los árboles, de los pétalos de las bellas rosas que adornaban el magnífico jardín en donde se podía observar la más vasta belleza de la naturaleza misma, tan preciso y perfecto como la melodía de un hermoso romance floreciendo con delicadeza, alimentándose de los fuertes sentimientos de dos jóvenes amantes... El arte de un romance puro y conmovedor, algo digno de llamarse, musicalidad.

- ¿Qué haces aquí?, tan sola...- Una respiración algo lenta se posó en mi hombro, era relajante... La voz era silenciosa y grave, varonil y fuerte... Sin embargo, no era la misma sensación que tenía cuando Adrien me tomaba por sorpresa de tal forma. No sentía nada aespecial al oír esa voz, lo único que tenía en mis pensamientos... Eran los innolvidables recuerdos de mis padres, sus sonrisas, sus voces... Los labios de mi madre pronunciando mi nombre de manera dulce y tierna, las manos de mi padre tomando mis mejillas y dedicando una pequeña mueca, animándome... Esta serie de momentos llenos de felicidad, se comenzaban a tornar llenos de tristeza y melancolía... Sabiendo que no volverán, que ya han desaparecido, y todo... Una vez más, comenzaba a desmoronarse a mi alrededor, las lágrimas volvían a recorrer mis mejillas de nuevo... Y, nada importaba, ya no.

- ¡Oye!, Claire. Te estoy hablando, pero ¿Qué? ¿Estas llorando?.- Al despertar de mis pensamientos, en los cuales estaba tan sumergida, noté como Eric me miraba fijamente. Él me tomó de la muñeca, llevó mi mano a su pecho, e hizo que pudiera llegar sentir el palpitar de su corazón en mi palma, mientras sonreía de lado y sus mejillas se coloraban.- ¿Sabes qué es?.

- ¿Tú corazón?...- Respondí algo seca e inexpresiva.

- ¿Es normal que vaya tan rápido?.- Preguntó alzando ambas cejas.

- No, no lo creo.- Dije desviando la mirada.

- Así es como... Mi corazón palpita al verte. Basta con tan sólo nombrarte para ponerme de esta forma... El sólo tenerte cerca debería de ser un pecado.