Vidas Junto a Ti ↗Karmagisa And Others↖

Satisfechos...

— ¡Muy bien, muy bien! —Exclamá alegremente mi amiga rubia, deteniendo así la música que en ese momento sonaba en el gran salón. Todos los presentes la ven y sonríen—. Ahora, todos reciban con un fuerte aplauso a la dama de honor, ¡Nagisa Shiota! —me sonríe de manera exagerada y sé que en sus ojos hay un poco de burla. Nakamura, sabe que no me gusta llamar la atención.

Todos aplauden. Ahora soy el centro de atención de esta gran celebración. Trató de calmarme y sonrío. Intento lucir el hermoso vestido de noche, color rojo, que me ha pedido usar Akari, ya que, hacia resaltar mi hermosa piel nívea, según ella.

Paso a paso, llego al centro de la pista y ocultando mis sentimientos tras una enorme sonrisa, exclamo:

— ¡Un brindis por el novio! —alzó mi copa y veo a la feliz pareja en la gran mesa principal Ambos me sonríen y siento como mi pecho se oprime más—. ¡Por la novia! —Los aplausos se escuchan en todo el lugar, logrando avergonzarlos un poco—. ¡De su mejor amiga, quien siempre estará a su lado! —finalizo y un gran silencio invade el salón. Me escuchan con atención, esperan mis fieles palabras. Después de todo, soy alguien importante para ellos. Los miró una vez más y duele. Duele verlos, sin embargo, continuo—: Brindo por su unión y la esperanza que ustedes proveen—una cálida sonrisa curvea mis labios y con ternura les doy mis deseos—, porque ustedes siempre sean felices...y estén satisfechos.

Las lágrimas surcan de sus orbes avellanas, esta conmovida, ¿verdad? Lo sé, incluso él lo está. Todos se levantan, incluyendo a los recién casados y aplauden, para seguido alzar su copa de champagne y gritar:

— ¡Salud!

Los buenos deseos de nuestros demás amigos más cercanos no se hicieron esperar. La alegría y emoción de esta brillante celebración, era cada vez mayor. Estoy feliz por ellos, o eso intento. No debo llorar, absolutamente no debo.

No soporto más y decido ir al balcón de la recepción. Necesito alejarme un momento de los invitados. Mi mascara no durara mucho, lo sé. El pecho me duele y las ganas de llorar aumentan.

Pasó desapercibida de los demás y llego al lugar que quería. Doy un gran bocado de aire y lleno así mis pulmones, segundos después controlo un poco mis emociones. Mis manos tiemblan, estoy asustada. Es obvio, no quiero arruinar su día. Su boda, su gran sueño...

Miró el cielo nocturno y recuerdo esa noche. Esa noche que, puede me arrepienta por el resto de mis días.

Es un poco gracioso, pero aún recuerdo a esos jóvenes intentando acercarse a nosotras para impresionarnos. Nos llenaban de halagos y se precipitaban a que la conversación fluyera cuando nosotras no estábamos interesadas. También recuerdo que la luz de las velas era de ensueño..., un sueño que simplemente no puedes recordar del todo. Pero Karma, nunca olvidaré la primera vez que vi tu rostro.

Desde ese día, no he vuelto a ser la misma.

Esos ojos inteligentes, en una figura de hambre insaciable. Ese cabello rojizo, en una personalidad burlona, me dejaron sin aire, y cuando dijiste "hola", olvidé mi maldito nombre. Encendiste mi corazón en llamas, al igual que cada parte de mí ser.

Dios, esto no es un juego.

Con todo el esfuerzo del mundo oculte mis emociones, tu mirada posada en mi persona me intimidaba un poco, pero la curiosidad por saber más de ti, me ayudaba a mantener la postura. No sé en qué momento sonreíste mientras tus hermosos orbes cobrizos brillaban y en lo que te acercabas más a mí dijiste:

— ¿Me permite esta pieza? —extendiste tu mano y me pareció tonto. ¿Por qué bailar en el balcón y no en la pista? Aun así, acepté.