Capitulo 21

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Maratón 2/3

Sesshomaru

La flecha que estaba clavada en su espalda en sí ni era un rasguño, pero ese insignificante humano ya le estaba molestando, regreso sobre sus pasos listo para matarlo. Hasta que vio a lo lejos la figura demoniaca de su madre, se detuvo a unos cuantos pasos de él y tras cambiar a su forma humana se acerco a él.

Sesshomaru extendio la mano para entregarle a su madre la piedra, la tomo y un resplandor salio de ella, pareciese que la piedra estuviera contenta de estar de nuevo con su dueña. Se la puso de nuevo por arriba de su kimono y tambien giro a ver al emperador y a su hermana.

Irasue los conocía, aunque sonara raro en verdad sabía quienes eran, recordaba haber escuchado que su familia habia sido atacada por demonios para solo dejar a ellos dos con vida, como una advertencia para las demas familias soberanas de la región.

Aunque el título de "emperador" se habia relegado por mucho tiempo el menor habia regresado a reclamar las pertenencias de su familia, aunque supuso en ese momento que debio de haber pasado algo mas, nadie habia entrado en su hogar sin invitación y las criaturas, incluyendo demonios ajenos al lugar eran asesinados por los guardias a diestra y siniestra.

Ella estaba enojada, habian evadido todas y cada una de sus trampas y guardias que ella habia designado para que nadie pudiera accesar sin su consentimiento, la Piedra Meido colgada de su cuello tronaba y su ira sonaba como un torbellino.

Ino no, su marido, tenia mucha razón al haberle designado la piedra a ella, su aura demoniaca apaciguaba los deseos del objeto de absorber las almas de los presentes, aunque por muy raro que sonaba, de la Piedra se desprendio un halo de luz color magenta que los rodeo y se fue a posar encima de la muchacha humana, Rin, se le notaba débil y en su espalda tenia una flecha, el rio de sangre le bajaba por toda la espalda dejando su tez completamente pálida.

Rin

Los brazos del Señor Sesshomaru la seguían sosteniendo, su vista iniciaba a nublarse y no llegaba a enfocar bien lo que estaba pasando a su alrededor, excepto que el Señor Sesshomaru la dejo en el suelo con una figura esbelta custodiandola, recordaba su pelo, la madre de Sesshomaru, Irasue.

No supo en que momento iniciaron los gritos guturales, solo sintió a Irasue transformarse y ponerla encima en su espalda, con un poco de dolor y antes de perder el conocimiento vio al Señor Sesshomaru pelear en su forma demoniaca con una serpiente que parecía tener dos cabezas.

Irasue

De un momento a otro, Kadai se habia transformado junto con su hermana en una serpiente de un color negro de dos cabezas, sus lenguas salian de sus bocas y sonreian, de no ser que llevaba a la muchacha en su espalda habria interferido pero Rin se habia desmayado y Sesshomaru habia sido muy claro, cuidaría de ella.

Su hijo siempre habia sido un demonio muy orgulloso y era por eso tambien que preferia mirar la pelea, comprobar que tan fuerte podria serlo.

La serpiente atacó primero intentando morderlo, las dos cabezas a la vez, pero él la esquivo y le encajo las garras en los ojos de una, se hicieron hacia atras con un rugido mientras se retorcian del dolor, sus bocas siseaban y soltaban veneno de color rojo que al colisionar con el suelo dejaban una mancha grisacea, una de las gotas llego a rozarle y le ardio, esperaba que la marca no se le quedara, su piel era lo suficientemente pura como para ser quemada.

Una de las cabezas enrrollo las patas de Sesshomaru tirandolo al suelo, mientras que la otra se disponia a morderlo, pero moviendose de lado desvio la mordida y se deshizo de la que se le habia enrrollado y mordio la cabeza y con la fuerza bruta que poseia le arranco la cabeza y la tiró a su lado.

Habia matado a Saya.

Kadai, aun en forma de serpiente se abalanzo hacia Irasue, mas bien, hacia Rin, tiro a Irasue de coletazo pero ella tambien habia estado en combate, lo empujo con una pata y tomo a Rin antes de que esta se cayera de su espalda, Sesshomaru llego y lo mordio profundo, dio unas cuantas mordidas más y lo tiro al suelo.

Con un resplandor el Emperador regreso a su forma humana con el cuerpo ensangrentado y la boca llena de sangre, miro a Sesshomaru y después a su hermana Saya que estaba a unos metros mas de él. No reprocho nada, solo cerro los ojos y dejo su último soplo al viento.

Una vez que Sesshomaru regreso a su forma humana, con solos dos rasguños: uno le habia cortado parte de su kimono y el otro surcandole la mejilla izquierda

Regreso al lado de Irasue para tomar a Rin en brazos, su madre reviso la herida y puso una cara preocupada.

-Tenemos que curarla o se va a morir -Sesshomaru se sobresalto, giro a ver a su madre y ella con un asentimiento le indico que se fueran, él estaba seguro que esta vez haría lo imposible por mantenerla a su lado, Rin tenia los ojos cerrados y su sangre le seguía recorriendo el brazo mojando todo el kimono.

A lo lejos vio su castillo y acelero el paso, al llegar los sirvientes acudieron a su encuentro, muchos exclamaron al ver a Rin pálida en sus brazos, ordeno agua caliente, unas gasas y también toallas, tan pronto las palabras salieron de su boca todos llevaron las cosas a la habitación continua del señor Sesshomaru, este dejo a Rin en el futón e inicio con cuidado a quitarle el kimono, cuando unas manos se posaron en las suyas, deteniendolo, era su madre.

-Creo que deberías de darle un poco de privacidad a la chica –comento ella y Sesshomaru noto los iris castaños de Rin sobre él.

Este asintió y salio de la habitación.

Irasue

Una vez que Sesshomaru salio de la habitación le ayudo a cambiarse y a recostarla de espaldas mientras analizaba la herida; desconocia este sentimiento que crecia dentro de ella, un sentimiento cálido que no comprendia, se alegraba de que su hijo al fin hubiera encontrado a una mujer que pudiera ablandar su corazón.

Sonrio de lado y rompió el tallo de la flecha sin previo aviso soltándole un grito atroz a Rin que se agarro fuertemente al futon, luego metio la mano a donde estaba el filo y lo saco, Rin gimio y unas lagrimas le cayeron por las mejillas, Irasue limpio delicadamente la herida y parte de su espalda, era seguro que se le quedaría una cicatriz.

-Vamos -dijo Irasue- te ayudare a acearte.

Rin giro a verla con un poco de miedo en sus ojos, los sirvientes la levantaron poco a poco y la llevaron al baño donde la dejaron a solas con Irasue quien la miraba con una ceja en alto.

-¿Y bien? ¿Te desvistes tú ó llamo a Sesshomaru para que lo haga? -Rin se estremecio con esas palabras e inicio a desvestirse.

Sus mejillas se sonrojaron ante la inmutable mirada de la madre del hombre que amaba, se cubrio con pudor, pero Irasue la aparto e inicio a vaciar dentro del agua un monton de lociones que desprendieron un olor delicioso.

-Ven -dijo.

Le extendio una mano y la ayudo a entrar en la bañera, Irasue inicio a lavarle la espalda con cuidado, el agua estaba tibia y le relajo los musculos mientras escuchaba una tenue risa.

-Hace mucho tiempo que no he bañado a alguien -rio Irasue, Rin no le pregunto nada- Sesshomaru hacia mucho berrinche a la hora de bañar, pero le gustaba que su padre lo aceara -Rin siguio escuchando- me alegra que te haya encontrado, no es el mismo demonio despota que mata a diestra y siniestra, le importa tenerte, protegerte.

Algo dentro de ella se movio, tal vez la confesión de la madre de Sesshomaru la dejo atónita, nunca creyó que pudiera haber hecho tal cosa, pero estaba feliz, él era su razón de ser... y tal parecia que ella era la de él.

Detrás del rostro frío ◆Sesshomaru y Rin◆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora