Capitulo 10

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Rin

Rin no supo que responderle, entro en pánico y las mejillas se le pusieron un poco pálidas, ¿Acaso era su imaginación o el emperador la estaba tratando como su protegida?.

Iba a rechazar la oferta y de alguna u otra forma huiría y seguiría buscando al Señor Sesshomaru, pero antes de poder decir algo el emperador hablo primero.

-No te sientas presionada en darme una respuesta, ¿Tienes hambre? -pregunto, Rin negó- bien, entonces ordenare que te lleven a tu habitación.

Dicho esto, dio la media vuelta y se alejo de ella, Rin se quedo ahí parada, sin saber qué hacer o a donde ir.

Las mujeres que la habían vestido llegaron por ella y la dejaron en una habitación muy amplia, llena de lujos y comodidades.

Había una yukata de color rosa palo, vio que en la habitación había otra puerta y por un momento creyó que era para salir a otra parte del castillo. Para su mala suerte la puerta conducía a un baño.

Se sentó en el futón y mirando al techo rogó porque el Señor Sesshomaru la estuviera buscando en alguna parte.

Varias lágrimas cayeron por sus mejillas al recordar que la anciana Yoko estaba muerta, y que había salido de una prisión, para llegar a otra llena de lujos.

No tuvo otra opción más que desvertirse, tomando en cuenta que nadie estuviera viéndola y se puso la yukata, se recostó y cerrando los ojos deseo dormir pensando en el Señor Sesshomaru.

Sesshomaru

La construcción del imperio iba en aumento, su madre le estaba ayudando enviándole sirvientes para que no fuera tan tardío.

Aunque claro él se había negado, su madre había insistido y tuvo que aceptar, por otra parte el recuerdo de Rin seguía intacto en su mente como una llama que iba en aumento.

Jaken, por su parte, seguía a los servicios de el Amo Sesshomaru, pero ahora se estaban asentando en un solo lugar.

Pasaron alrededor de dos o tres meses y el castillo ya había sido construido por completo.

A Sesshomaru se le hizo un poco raro que su madre no hubiera ido a visitarlo, pero dejo pasarlo rápidamente.

Estaba verificando el lugar, ya contaba con todo lo que se supondría era lo necesario para vivir; ya tenia sirvientes que le llevaban lo que él necesitaba.

Ya no requería salir o enfrentar a alguien; tenia también muy en cuenta que él era ahora el demonio más poderoso, incluso arriba de su padre.

Pero se sentía vacío, le faltaba algo, y lo peor era que aunque sabia que era no quería hacerlo, había tomado una decisión, no regresaría por ella.

Él creía que su alejamiento causaría que Rin cambiara de opinión y que no llegara a elegirlo a él.

Pero por otra parte, quería llevársela, traerla al castillo, convertirla en su compañera y que se quedara con él.

Pero, una vida humana no era mucho equivalente a todos los milenios que un demonio podía vivir.

Y... cuando Rin muriera.

En la aldea

La anciana Kaede estaba montada en un caballo, lista para ir a visitar al dichoso emperador.

Inuyasha y Kagome, por supuesto que la acompañaban, Sango y Miroku no fueron, puesto que ya no tenían con quien dejar a sus hijos y la anciana Kaede prefirió que protegieran la aldea en su ausencia.

Kagome iba en la espalda de Inuyasha cuando sintio a alguien acercarse, ahi escucho la voz de Kohaku, el hermano de Sango:

-Señorita Kagome -dijo.

Cuando el joven apareció montado en Kirara fue saludado por todos y después él les comento acerca de que había estado persiguiendo a un demonio que se convertía en humano cuando él estaba cerca.

A la anciana Kaede se le hizo raro que la descripción de Kohaku sobre el demonio coincidiera tanto con la del emperador que destruía a los demonios.

Sin embargo, no dijo nada y se despidió cordialmente del niño, aguardaría lo suficiente para estar segura de que su suposición era correcta.

Al llegar al palacio Inuyasha sintió el olor de Rin, se podía sentir en el aire, pero no estaba seguro, por otra parte él no se había enterado de que Jaken había acudido a la aldea así que creyó que se había confundido.

El emperador los hizo pasar y saludando con respeto a la anciana Kaede le pregunto:

-He oído hablar mucho sobre su gran aldea, señora Kaede, el relato de la perla Shikon aun es latente por aquí, ¿Ya no queda ningún rastro de ella?

La anciana Kaede fruncio el ceño, preguntándose a si misma si él podría ser o no un demonio con las características relatadas por Kohaku.

-Me temo que es necesario decir que la perla Shikon ya no existe ni volverá a aparecer -el emperador soltó una leve risa al escuchar las palabras de Kaede.

Sin embargo los invitó a comer y a quedarse unos días.

♣♣♣♣♣♣♣

¿Qué es lo que hace la anciana Kaede en el castillo del emperador?, ¿Inuyasha sera capaz de encontrar a Rin?. ¿Dónde esta Sesshomaru?.
Las dejare con la duda, en unos dias hare un especial de tres capitulos seguidos, solo si este llega a los 10 votos y 5 comentarios, que no sean del mismo usuario.
¡Buen dia!

Detrás del rostro frío ◆Sesshomaru y Rin◆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora