Capítulo 7: Ensueño

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Y la poca esperanza que me quedaba sobre saber algo más de la pesadilla que estoy viviendo, se desvaneció al ver esas páginas arrancadas en el cuaderno. Como una simple y bella flor aplastada por el gran peso de un tanque, no quedaba absolutamente nada de información en la habitación que parecía contener las respuestas.

No me queda más que salir y continuar mi paseo por el edificio, de un lado hacia otro, como un pájaro desorientado, cegado por el resplandor de la soledad.
A medida que lentamente caminaba por los pasillos, a mi mente llegaba de nuevo la inquietante idea de que nunca conoceré lo que me sucede y lo que me sucedió, nunca podré saber que le pasó al psiquiátrico y nunca podré salir de aquí. Empezó a atormentarme la siniestra idea de que este sería mi final, de que moriría entre informes y camillas oxidadas. Quizás lo único que me quede sea esperarlo,  quien sabe, acabar pronto con todo esto…

Tantos pensamientos y sucesos inesperados habían provocado que no me percatara ni de mis necesidades vitales salvo a la hora de expulsar algo de mi débil cuerpo. Hasta que no rugieron hambrientas mis tripas, no me había parado a pensar que llevo 3 días sin comer. De hecho, aun no se cuanto tiempo he pasado dormido, pero la gran bolsa de suero a la cual estaba pinchado se quedó totalmente vacía.

Solo cuando me doy cuenta de ello es cuando más echo de menos un alimento, sobre todo agua. Vagando de habitación en habitación logro encontrar, en el fondo de un pequeño armario y detrás de una cantidad considerable de paquetes nunca abiertos de vendas, un bote de jarabe cuyo olor no me resultara repulsivo y putrefacto, líquido hasta un punto en el que parecía casi todo hecho de agua. Sin pensármelo dos veces abro a duras penas el tapón atascado en el bote por el paso del tiempo y comienzo a tragarlo como si regresara de un paseo en el desierto.
Esos tragos, la sensación de ese líquido con el equilibrio perfecto entre espesor y textura bajando por mi irritada y seca garganta, la percepción de no tener el paladar seco, sino totalmente hidratado y el efecto que provocaba sobre mi lengua el percibir un sabor diferente al de mi propia saliva, junto al tajante silencio que podía cortarse con un sable, provocaron que, durante unos instantes, sintiera paz en mi interior.
Poco tiempo me duró esa percepción, pues comencé a sentir náuseas pocos segundos después de ingerir esa gran cantidad de jarabe y automáticamente mi cuerpo empezó a expulsarlo todo de golpe, en la misma habitación que me encontraba, cubriendo el macabro lugar con lo poco que quedaba dentro de mi estómago mezclado con restos de bilis de un color naranja chillón.
Mi garganta, que hace unos instantes se encontraba perfectamente nutrida de humedad, ahora se hallaba irritada y seca de nuevo. Además, la acidez de mis fluidos internos recorría mi cavidad bucal, haciendo la sensación aún más repugnante. Me sentía mas deshidratado y desnutrido que nunca, maldiciendo mi existencia y la de este asqueroso lugar, dando tumbos de rodillas y arrastrándome por el suelo, deseando no haber nacido.

No terminaba de salir de mi habitación cuando comienzo a perder paulatinamente la visión. Comienzo a ver cada vez más clara la dulce oscuridad, todo a mi alrededor comienza a desvanecerse, parezco flotar, fluir junto a todo, como en una especie de sueño, sintiéndome más vivo que nunca. Habiendo perdido totalmente la orientación, me pongo de pie, y comienzo a caminar, sin rumbo, sin destino, hasta que me topo con algo que me sujeta la cabeza, no me deja avanzar, y en frente, la sombra que me perseguía, esta vez de un blanco lívido y brillante, contrastando con las tinieblas que me rodeaban.
"Puedes ser arrancado de quién estas ligado, pero jamás perderás tu lugar de origen"
Automáticamente después, la silueta se funde con la noche alrededor mío. Después de esto, como si de un impulso característico de un animal salvaje se tratara, empiezo a caminar hasta que encuentro algo en el suelo, algo que parece un delicioso manjar, parecen... apetitosos trozos de carne guisados, con un maravilloso color y un olor estupendo.
Me lanzo al suelo y comienzo a devorarlos con mis manos, palpando su jugosa textura por mis palmas y llenando mi boca con tan exquisito sabor, aliviando el hambre que gritaba como un preso sin destino dentro de mí, llenando mi estómago vacío, cada vez más y más... hasta que las tinieblas se desvanecen y empiezo a despertar…

Termino de lamerme los labios mientras mis pupilas se acostumbran a ver directamente las luces del techo, cuando me encuentro en el suelo, tumbado hacia arriba, donde había empezado a comer... y solo me encuentro lo que parecen los esqueletos de tres asquerosas ratas, sin ningún resto de carne mas que los que hay en mi ropa.

La comida había sido una fantasía inducida por mi subconsciente, aunque, estaba consciente, ¿o no? ... PERO MI MALDITA CABEZA ME HA LLEVADO A COMERME A TRES ENORMES RATAS INMUNDAS. ESTO HA LLEGADO DEMASIADO LEJOS. No tengo más que agradecer por habérmelas comido inconscientemente, sin saborear su asquerosa textura.
Esa sensación que recorría mi cuerpo en ese momento, la sensación de estar asustado de uno mismo pero a la vez agradecido es algo que no olvidaré. Por suerte o por desgracia, mi estómago está lleno, al menos. No quiero ni siquiera pensar en cuantas infecciones tenían aquellos animales o si las vomitaré, como ocurrió con el jarabe pues mi principal objetivo es encontrar agua.

Continúo moviendome por la planta, en busca de algo que calmara mi sed, sin ningún resultado, me dispongo a abandonar la planta para revisar la primera.

Una vez bajo las escaleras de camino a la primera planta me encuentro con que dicha puerta está... ¿abierta? Curioso, a la vez que inquietante, teniendo en cuenta que estoy "solo" en este lugar y esta puerta estaba cerrada anteriormente. Bueno, ¿o no estoy tan solo? Porque claro, esas sombras han tenido que salir de alguna parte ¿no? Porque son reales, mis ojos no me fallan.

Camino vagando por el frío pasillo de la primera planta, examinandola detenidamente antes de avanzar demasiado, parecía similar a las demás, con habitaciones a los lados y una puerta al final del pasillo. Era una planta la cuál temía recorrer, si alguien o algo ha abierto esta puerta quizás siga aquí dentro. Aunque, después de haber recorrido las demás plantas y haber visto tales funestos escenarios, no creo que lo que halle aquí dentro tenga capacidad de asustarme, ¿o sí?

Claro que, no tardo en darme cuenta de que ese alguien no está alrededor mía como en percepciones anteriores, sino que parece estar dentro de mí.
No le doy más importancia que un mísero escalofrío pero en un instante, siento como si esa presencia estuviera detrás mía, sintiendo su respiración en la nuca pero sintiendo a la vez por mis sentidos que estaba solo. En ese momento, me desvanezco y caigo al suelo, viendo como la luz desaparece a mi alrededor.

Era la misma sombra que antes, esta vez era un brillo oscuro en una luz blanca, brillante y cegadora. Esta vez podía llegar a distinguirse una fisionomía parecida a la de una persona a excepción de la anterior vez. Podía distinguir brazos, piernas y además de su cabeza, un extraño símbolo en el pecho, el cual se veía claro como el agua. Comparando, parecía la pequeña figura de una persona pequeña unida por una línea borrosa a otro humano de mayor tamaño.

Esa sombra me arrastraba por el suelo, sintiendo el frío directamente en mi columna, danzando por mi piel, congelándome los nervios, pero al fin llegué al punto y final del recorrido, donde enseguida me desperté.

Me desperté en el suelo, de rodillas, con frío, con un ligero dolor superficial en el pecho. Me bastó levantar ligeramente la cabeza para ver una bolsa de suero colgando, que se balanceaba como si estuviera recién puesta en el gancho junto a una camilla, la cual se convirtió en mi salvación.

Tras haber bebido la bolsa de suero a toda prisa, me pongo de pie, con la mano en el pecho, por ese ligero dolor que sentía. Bastó con quitarme la ropa, desgarrada y sucia, y mirarme al espejo que había en la misma habitación, para conseguir ver una especie de quemadura en el pecho con una forma similar al símbolo que tenía la sombra. Parece que al final, la sombra no era tan irreal, ¿Cómo puedo saber dónde acaba el mundo irreal y el real, para dar lugar a los sueños?

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⏰ Last updated: Jan 13, 2018 ⏰

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