CUATRO

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Ser el Capitán Rogers no era fácil, salir de misión en misión, con el objetivo de erradicar el mal y regresar con las menos bajas posibles; era una enorme responsabilidad. Pero claro, era el Capitán América, tenía la obligación de cuidar de los suyos, ya que él era el único que podía hacerlo. Tenía la capacidad de llevarlo a cabo y deseaba hacerlo.

Pero, ante todo, él era Steve Rogers, un chico de Brooklyn que se adaptaba al nuevo mundo. Era un adulto que trataba de entender cada referencia que sus compañeros de misión hacían, trataba de entablar una buena conversación y que deseaba que todos lo trataran como lo que era; un soldado más.

Tal vez por eso se sentía muy cómodo con Tony Stark, porque no lo consideraba especial. Porque lo trataba como a cualquier persona, incluso de peor manera, pero estaba bien; porque podía sentirse como alguien "normal", como cualquier persona a la que critican y hacen bromas de muy mal gusto, podía sentir otra cosa que no fuera respeto y admiración por parte de ese hombre hacia su persona.

Pero el problema era ese, Tony Stark lo trataba diferente, lo hacía sentirse diferente de lo que realmente era y él comenzaba a sentir cosas diferentes por él. Pero Steve no deseaba sentirse así, ni siquiera entendía qué era exactamente lo que el menor de los Stark provocaba en él.

Ni siquiera eran amigos, eso lo había dejado muy en claro Tony. Ni siquiera se llamaban por su nombre. Tony era Stark y Steve era; Rogers, Capitán, Capi-paleta, Vejestorio y un sin fin de apodos dados. Steve ni siquiera sabía cuándo había dejado de llamarlo Stark para comenzar a decirle Tony, tampoco sabe por qué fue muy feliz al escuchar un pequeño Steve salir de la boca del castaño.

Es entonces que cuando Tony le regala una enorme sonrisa, Steve no sabe qué hacer. Su corazón late, su estómago se contrae y deja salir una sonrisa. Tony se despide de él a la distancia, Steve hace lo mismo y le observa partir.

Por eso ahora, Steve se coloca su traje rápidamente, da órdenes a diestra y siniestra; y se apresura a tomar el jet que lo llevará a su destino.

Tony Stark está desaparecido y, por lo última comunicación que se pudo tener con él, también está muy herido.

Steve no se da cuenta de que muchos dudan de sus órdenes, nunca habían visto a su Capitán actuar de forma impulsiva. Siempre siendo tan metódico y cuidadoso con sus planes y acciones, pero no esta vez, esta vez está cegado por la preocupación, la ira y la impotencia.

Su equipo elegido sale rápidamente, siendo ni un poco cuidadosos; su misión es encontrar a Tony Stark.

En estos momentos Steve recordaba aquella ocasión en que casi pierde a Bucky, ocasión en la cual dio su vida para salvar a su hermano y que significó mucho, no solo para él, si no para todo el mundo.

Cuando logra encontrar a Tony, este se encuentra inconsciente, Steve se siente aliviado; las heridas en su propio cuerpo no le importan, solamente puede pensar en sacar al castaño de ahí.

Se retira con el castaño en sus brazos y deja que su equipo termine de destruir la base desmantelada, su misión ya está hecha.

Tony Stark está a salvo.



Cuando Tony se despierta y trata de acomodarse en la cama en la que se encuentra, siente un gran dolor que le hace soltar un gemido de dolor. 

Siente a alguien acercarse y su cuerpo se tensa, trata de abrir lo ojos y se desespera al no poder hacerlo, jadea en cuenta una mano toca su mejilla. 

-Tranquilo, ya estás a salvo -en cuanto el moreno escucha la voz de su Capitán, su cuerpo se releja y suspira aliviado, aunque se siente disgustado al no poder abrir los ojos y sentir que el sueño comienza a invadirlo poco a poco. 

Steve acaricia suavemente la mejilla de su compañero y suspira aliviado al saber que ha despertado. Tony acomoda mejor su rostro, queriendo sentir más el contacto. 

Minutos después el rubio siente que el genio se a quedado dormido nuevamente, deposita un beso en a frente del menor y toma asiento en el sofá de la habitación. 

Steve observa al castaño y las dudas acerca de sus propios sentimientos vuelven a surgir, pero decide que poco a poco irá encontrando la respuestas, en estos momentos solamente quiere cuidar de Tony y asegurarse de que se encuentre bien. 

Después de todo siente que no está muy lejos de aclarar su mente y encontrar la verdad, eso es algo que le emociona, lo que de verdad lo inquieta es saber que es lo que Tony siente por él. 

One-Shots StonyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora