Ah, carajo

91 10 27
                                    

N/A― Hola, tardanza, nos volvemos a encontrar :v (Dos meses, OMG!)

----------

Puedo saborear los fracasos, contratiempos y agachar la cabeza, pero
seguimos siendo jóvenes e inmaduros, entierra todas esas preocupaciones.Dope, BTS.

-----------

(Como cualquier persona de mi confusa edad, no puedo evitar cometer errores. El problema es que... a veces no puedes evitar cometerlos incluso si esa no es la intención.

Unos pueden tener la intención de cometer errores. Otros no. La diferencia es que en uno eres más consciente de ti mismo y tu alrededor que en el otro.)

La vida es tan compleja, ¿quién rayos la creó? Es algo notable que la vida existe para complicarnos nuestras existencias...

Entonces, sacando el tema de la vida y sus complejidades de mi mente, pasemos a hablar de decisiones.

Sip. Decisiones. Ya saben, esas cosas en las cuales tú tienes que elegir por ti mismo una de entre dos o más opciones y abstenerte a las consecuentes. Uff. Eso fue un buen resumen.

Así que, en este caso, no, perdón; en MI caso, las cosas han tomado un rumbo bastante extraño. Es decir, ¿cómo uno puede escoger entre la mafia y una vida normal ―en lo posible―?

Era obvio lo que cualquiera decidiría en mi posición: "¡Síiii, aventuras, unámonos a la mafia a matar gente y vivir en constante acción y posibles intentos de asesinato hacia nuestra persona todo el tiempo! ¡Yuju!". Está claro que las personas son una maraña de idiotas en ciertas ocasiones. Pero ya, hablando en serio, realmente todo el mundo se negaría, y escogería la normal y tranquila vida con sus simples complejidades... O al menos, la gran mayoría, ya que las personas son supuestamente racionales y siempre están en sus cinco sentidos..., ¿verdad?

No, bien, mejor ignoren esto último, y sólo tomemos mi caso, porque si pensaba en tener a las demás personas en cuenta para éste, entonces estaba más que perdida.

(Sí, la fe en la humanidad algún día ya no existiría en mi ser. Oh, bien. Todo es culpa de Namimori.

...Porque de algo o alguien debía ser la culpa, por supuesto. Uhm, como sea).

Yo claramente podía saborear la decisión correcta en la punta de mi lengua. Pero también podía ver lo que traería ésta: Nunca hablar con T. Tratarlo e/o ignorarlo como la mayor parte de la población mundial hacía. Estaba claro que el NO RELACIONARME CON ÉL era el primer punto que tendría que tomar en cuenta. El segundo era el no relacionarme con cualquiera que estuviera relacionado con él de forma cercana. Y no, todavía no había pensado en el tercer punto.

Era gracioso de alguna manera saber que sería simple ir por este camino desde ahora. Ya que yo había sido la detonante para que T pudiera tomarse la libertad de no estresarse con el tema de la ―aparente― mafia conmigo. Tampoco era que hubiéramos tenido demasiada comunicación en estos casi dos años que nos "conocíamos". No había diferencia alguna en nuestra relación de antes con la de ahora en sí, más allá de algunos intercambios de palabras.

Tan simple. Tan, pero tan simple.

Pero, y sin embargo, así no funcionaba el mundo ―ni la vida―. Menos conmigo, y mi personalidad que tiende a ir por el camino difícil aunque no lo desee en sí.

Por eso es que ahora me encontraba en este gran dilema de decisiones, consecuencias y errores que no necesariamente empezaban con este orden.

Y repito: nadie dijo que sería fácil.

T de Todo (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora