–Tae eso no es verdad

–¡Claro que lo es!– dice después de que lo interrumpo– ¿En todo este tiempo me has besado sin pensar en ese tal YoonGi? ¿Has recorrido cada centímetro de mi piel sin imaginar que es la suya? Dime algo Hoseok, ¿Alguna vez has deseado que sea yo el que esté en tu cama y no él? ¿Alguna vez has disfrutado realmente del sexo, sin imaginar que es el quien está debajo de ti?– Guardo silencio por que no sé qué contestar. No quiero herir a Taemin más de lo que ya lo hice y si contesto alguna de sus preguntas sé que no le gustará mi respuesta.

–Taemin yo...– No tengo ni la menor idea de que decir. No puedo decirle que estoy enamorado de él o que lo amo, porque eso sería una mentira. Amo a YoonGi con toda mi alma, incluso puedo decir que la forma de ser de Suga me atrae y me vuelve loco, pero no puedo decir lo mismo de Taemin.

–Lo sabía– susurra el pelinegro que tengo delante cuando no obtiene una respuesta de mi parte.

 Taemin levanta la mirada y puedo ver el momento exacto en que una lagrima se escapa de sus ojos.

–Ni siquiera me has dado la oportunidad de mostrarte que no todo en la vida es YoonGi. ¿Qué caso tiene entonces que me vengas a buscar ahora?– cuestiona el limpiándose aquella lagrima– ¿Qué me vengas a pedir disculpas en nombre de mi hermano? ¿Qué me digas que no volverá a ocurrir? ¿Qué me vengas a pedir que nos sigamos viendo?

Taemin niega con la cabeza.

–No Hoseok, yo no pienso volver a estar contigo cuando ni siquiera puedes darte cuenta de que soy yo quien está a tu lado. Por mi puedes irte olvidado del trato que teníamos...– Taemin comienza a caminar nuevamente y yo hago lo primero que se me viene a la cabeza.

Lo tomo de la muñeca obligándolo a que se gire y me mire.

–No vine aquí a pedirte nada de eso...– Un escalofrió recorre mi cuerpo y trago en seco antes de formular la siguiente oración– Quiero una cita contigo.

La mirada de Taemin pasa de ser molesta y confusa a irradiar felicidad. Una amplia sonrisa se crea en sus labios y lo siguiente que sé es que nos estamos besando. No tengo idea de quien dio el primer paso y quien acorto la distancia, pero lo que si se es que en el momento que mis labios tocan los suyos nuevamente, la culpa me hace sentir malestar en el estómago.

–Dame una oportunidad para hacerte feliz Hoseok, déjame llenar el vacío que siente tu corazón, el espacio que dejó YoonGi...– No. 

La respuesta a esta pregunta viene tan rápido que ni siquiera necesito pensarla. YoonGi es el amor de mi vida e incluso de mi muerte y nada ni nadie será capaz de ocupar su lugar ni ahora ni en mil años. Pero no es ésta respuesta la que sale de mis labios.

–Vale, hazlo.




De eso hace tres días y aun no hay segundo en que no sienta remordimiento y culpa. ¿Por qué le dije eso a Taemin? La verdad es que no lo sé. Yo no veo a Taemin como el posible chico que borré de mi mente a YoonGi y la verdad; aun si él pudiera, yo no quiero olvidar a mi ángel.

–YoonGi – Suspiro tan solo al recordar su nombre.

Mi lindo ángel.

Aún recuerdo el momento preciso en que lo conocí. Su piel tan blanca reflejando las luces azules eléctrico del bar, su esbelta figura enmarcada por aquellos jeans y sus ojos realzándose en delineador negro. Recuerdo cada palabra que le dije, la forma en la que él jugó conmigo y el maldito sentimiento de enamoramiento que me está asfixiando incluso ahora.

Cuando los ángeles lloran YoonSeokWhere stories live. Discover now