2

19.6K 1.1K 753
                                    

Mi madre me despertó agitándome y con unos gritos que seguro se podían escuchar desde la otra punta de la calle, iba tarde por supuesto, eso era algo que me caracterizaba bastante.

(...)

Iba prácticamente corriendo hacia la escuela, ¿por que a mi? Lo único positivo es que faltaba poco para vacaciones y así no vería la caras a los maestros en mucho tiempo.

Al llegar vi a los mismos tipos de ayer, me miraban con unos ojos llenos de ira y con ganas de venganza, trate de hacer como si no estuvieran y entre.
Busque con la mirada a los chicos pero no los vi,me propuse ir a mi salón de clases pero una chica rubia me empujo a los baños

-¿Cual es tu problema?-le dije con enojo

-No me gustan las nuevas-me dijo de forma despreciativa

-Y a mí no me gustan las oxigenadas-dije sarcástica mirándola siempre a los ojos, si había algo que aprendí tras todo lo que me pasó era nunca bajar la mirada

-Mi novio me contó lo que pasó entre ustedes ayer en el parque, si me causas problemas o haces algo que cambie las cosas aquí, creeme que te arrepentirás- me dijo antes soltarme de manera brusca y salir.

Dios, se supone que vine aquí a olvidar toda la violencia y creo que es peor todavía

(...)

Estaba terriblemente aburrida el maestro de Matemáticas explicaba un tema que ya me conocía bastante bien, suspire con pesadez, en toda la clase la rubia no paraba de mirarme y lanzarme papeles con insultos que para ella eran lo más hirientes pero para mí eran tontos y vacíos.

El sonido del timbre inundó las silenciosas aulas indicando el receso así que tome mis cosas y salí, la pasada clase me dejó somnolienta y no me podía permitir dormirme asi, me dirigí al baño a mojarme la cara en un intento por disipar el sueño.

Tanta era mi suerte que justo estaba la persona más amable del mundo. ¿Acaso el baño era su cuarto de tortura?

La chica de esta mañana estaba diciendo cosas a otra supongo, yo entre y camine hacia los lavabos para lograr mi objetivo sin siquiera mirarla.

-Tienes suerte beverly tengo unos asuntos mejores-dijo mirándome

Mis manos no pasaron desapercibidas por mi madre ayer, así que me castigó, no quería volver a pelear por mi bien así que camine hacia la puerta pero una de sus acompañantes me lo impidió

-¿Ya te vas? ¿Tan pronto?-dijo poniendo su brazo impidiéndome el paso

-Más vale que le digas que se quite si no quieres terminar como tú bowers -ordene a la cabecilla de las bullys

La tal beverly soltó una pequeña risa casi inaudible desde su baño y la rubia le dio una señal a sus minions, estás casi de inmediato se dieron a la tarea de hacer su cometido, me impresionaba la manera en que estás obedecían sin chistar a la novia de bowers, no se porque lo hacian estaba claro que como amiga no era la más agradable, tal vez por miedo

-No lo hagas-dije amenazante pero ella soltó una risita burlona

Una gran cantidad de basura mezclada con agua cayó al baño donde estaba beverly, al ver lo que hicieron la misma emoción de rabia salió de mi y estampé a la rubia contra la pared

-No sé cómo eran las cosas antes de que yo llegara pero te puedes ir olvidando de eso -dije amenazante mientras ejercía fuerza sobre su cuello, quitándole la respiración- Si no me crees capaz pregúntale a tu novio todo lo que puedo hacer.

Me separé de ella para después darle una cachetada que sonó por todo el baño, está cayó al suelo e inmediatamente sus amigas fueron a verla, por mi parte toque el baño de beverly y esta abrió mirándome fijamente, su cabello pelirrojo estaba medio mojado, me recordaba a Sam, había algo en ella que me inspiraba confianza, le hice una seña de que saliéramos y me siguió.

Al salir me tope con los chicos y la voz de la matona rubia se hizo presente

-Te va a pesar lo que me hiciste chica nueva-dijo tratando de limpiar la sangre que salia por su labio

No le tomé importancia a sus amenazas vacías y avance en compañía de, supongo, mis nuevos amigos.

-Esperen-les dije

Me aparte, llevándome a beverly conmigo.

-¿Oye estas bien?- pregunté con verdadera preocupacion, no quería que nadie pasará por lo que pase yo.

-Si, gracias-dijo con una sonrisa para después darse la vuelta y ir al lado contrario

Raro.

Tal vez solo quería estar sola, alcance a mis protegidos que habían sido atacados en la entrada.

-______, está tarde vamos a ir a las alcantarillas-dijo eddie con una media sonrisa-¿Nos acompañas?

Inmediatamente pensé en mi eterno castigo y mis mínimas posibilidades de que mi madre me dejara salir pero no podía decirles que no.

Eran como unos conejos en una jaula llena de lobos, así que acepte, ya veria la manera de convencerla. Además al ver la cara de ilusión de Bill, no me podía negar, no me podía imaginar lo que debía de estar pasando tras la desaparición de su pequeño hermano.

Me despedí de ellos y camine a mi hogar, mis padres veían televisión y aprovechando la distracción avise que saldría con mis amigos cosa que los sorprendió, nunca había tenido tantos aunque suene tonto. Bajo ese avisó no tuvieron problema en levantarme mi condena al menos por hoy.

El lugar a donde habíamos quedado era la casa de Eddie me quedaba relativamente cerca así que decidí caminar.

Al llegar me recibió la que supuse era la madre de mi enfermizo amigo, vestía un traje de un tono rosa que molestaba a la vista, al verme borró su, ya de por sí, pequeña sonrisa.

-Hola señora¿Está eddie?-dije con amabilidad

-¡Eddie!-grito al cabo de unos segundos de verme con desconfianza.

Este bajo junto con Bill y Richie.

Los salude y ellos me devolvieron el gesto, traian consigo varias cosas adecuadas para el lugar al que íbamos a ir y solo pude pensar en que mis relucientes tenís blancos se iban a arruinar.

-Vamos a por Stanley- dijo Richie- Por cierto ______ ¿Ya te eh dicho que mi judío amigo está soltero?

Rei ante su torpe insinuación, hace mucho tiempo que no pensaba en salir con nadie pero en definitiva no iba a ser con Stan, teníamos poco en común sin contar nuestras distintas religiones.

No me di cuenta cuando ya estábamos en la puerta de nuestro integrante faltante, este nos abrió, nos saludo y a mí me abrazo con especial cariño que me dejó confundida.

Bill

Estábamos en camino a las alcantarillas y aunque los chicos reían sin parar yo no podía.

No me pasó desapercibida la reacción de Stanley cuando miro a _____ de manera rara y la abrazo. Es decir, ellos podían hacer lo que quisieran pero no podía no sentir una presión en el pecho, no sabía que era supongo que....

Celos.

-Bill ¿crees que pueda ir contigo?-me dijo _______- No traje mi bicicleta.

-S-seguro- trate de responder sin que mi emoción se notara.

Me monte y enseguida _____ hizo lo mismo, sus manos se extendieron por mi pecho haciendo que una chispa recorriera mi cuerpo, oculte mi nerviosismo y avance a nuestro destino.

Yo sabía que había algo raro en la desaparición de mi Georgie, e iba a encontrar el que lo hizo.

Georgie. Mi ángel.

Siempre juntos [Bill Denbrough]Where stories live. Discover now