Capítulo 1: una pequeña introducción

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Afuera llovía, claro que en el campamento no, me refiero a realmente afuera, en lo que resta de Long Island. Ojalá pudiese salir para que las gotas bañen mi cara y mis energías se renueven. Siempre me pasaba eso cuando llovía, el agua es como mi alma al igual que la naturaleza.

Si te soy sincera, nunca en mi vida hubiese elegido ser mestiza, hubiese deseado ser una mortal normal, ajena a toda la mitología y a la antigua Grecia que existe en Estados Unidos.
Preferiría seguir siendo "_____ Fairy, la humana normal del normal barrio de San Francisco".


Fui reconocida por Deméter la segunda semana, lo cual (según Percy y Quirón) fue raro ya que, por lo que me dijeron Percy hizo un juramento y desde ahí no tardaban en ser reconocidos los semidioses o algo así. Y sí, tuve que alojarme en la cabaña 11, asombroso (sarcasmo nivel Zeus).
Travis y Connor me dieron una alegre bienvenida llamada "¡Tu cabello se vería mejor azul!", a la mañana siguiente, salí del baño con el cabello azul, mi acondicionador en realidad no era acondicionador, era tintura color azul marino, fue cuando me enteré en primera persona de las bromas de esos dos.
Eso verdaderamente no me preocupaba, la verdad es que debido a mi cabello oscuro, lo único que se notaba del azul eran pequeñas iluminaciones a la luz del sol, así que como la mayoría de las cosas en mi existencia, me dio igual.

Leo Valdez fue el que me trajo, se hizo pasar por mi amigo, ¡un año entero!Demasiado tiempo, ya que desgraciadamente le tomé mucho apego. Nunca se lo perdonaría, la vida que me contó haber tenido era una farsa, lo que más me dolió de todo eso es que por primera vez en un largo tiempo, un chico me importaba tanto, hasta creí que...nada sólo ignórenme el haber pensado que "tuvimos algo" fue algo realmente estúpido de mi parte y por eso me odio y lo odio a él, desde que vine no nos hablamos y creo que es lo mejor.

Para ser franca, nadie en verdad me presta atención, quiero decir, no es que yo me crea un ser importante el cual tenga que ser observado por todos, pero la verdad es que es demasiado incómodo que todo el mundo te ignore, en el colegio no era así, yo tenía una reputación, sin embargo, bajo estas condiciones, no puedo mostrar como realmente.

Si tuviera que hacer una lista para nombrar a todos a los que le caigo mal, sería un libro de unas 150 páginas, pero para resumir voy a decir los más importantes o tal vez los que conozcan más empezando por el héroe de Olimpo, un chico llamado Percy Jackson, Annabeth Chase, Clarisse La Rue, Miranda Gardiner (Sí mi propia hermana) después están Pólux, Chris Rodríguez y creo que Jason Grace (aunque él sólo me tiene miedo, cree que soy agresiva por haber insultado y pegado a Sherman, hijo de Ares, por denigrar a los gays y sobre todo por odiar a los gatitos), después de eso, todo el mundo trata de evitarme, menos la mejor hermana que me pudo haber tocado, Katie es la única que me trata normal y me acepta.

La tercera noche del día que fui reclamada Deméter dejó bajo mi almohada una púa de guitarra negra y con su símbolo plasmado, y como seguro dedujeron, al frotarla se convierte en mi espada (πράσινο ουρανό-prásino ouranó) lo cual significa (Cielo Verde), no tiene mucho sentido si te pones a pensar pero creo que Deméter hizo lo que pudo después de haber nombrado cientos de armas para sus antiguos hijos no? Y por si no esta de más aclarar, toco la guitarra, o al menos hago el intento.

Otro tema importante (desgraciadamente) en mi vida: mi padre, él es biólogo, lo cual, según yo, tiene mucho sentido del por qué se enamoró de mi madre y viceversa, pero dejando de lado eso, él es un obsesionado con sus experimentos, tanto que hasta yo me había convertido en uno para él, los últimos años fueron un desastre y fuimos de mal en peor, y el único que pudo ayudarme fue Leo, con su entendimiento y compañía. Creo que si no fuese por él todavía seguiría inundando la almohada con mis lágrimas, suena exagerado pero no lo es. Me tocó vivir con alguien que en un principio me trataba como a una princesa, con un padre ejemplar, sin embargo ocurrió algo en él que lo cambió por completo, y nunca supe qué fue.
Al cumplir catorce, por ejemplo, me encerró en el sótano sólo porque el "catorce" era el número del "Carbono" el elemento de la tabla periódica que él odiaba.
Luego en ocasiones actuaba como loco diciendo que el dios de la ciencia lo contactó para mezclar el dióxido con una molécula de planta carnívora o algo así más otras ocurrencias locas que dijo (lo cual me dio un indicio de que necesitaba urgentemente un psicólogo). En fin hacia meses que no tenía contacto con él y eso hacía que por primera vez, me sienta libre.

El Santuario (Nico di Angelo y tú) EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora