VII

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CAPÍTULO VII

Eran más de las doce y aún no podía conciliar el sueño, sólo observaba aquella foto en mis manos, era de mamá y yo, cuando ella estaba a salvo. Cerré mis ojos y empecé a recordar los mejores momentos que estuve con ella, mi respiración se empezó a agitar, sin embargo volví a abrir mis ojos cuando noté la presencia de Iván en la habitación, giré mi cabeza y lo vi ahí tan apacible.

─¿Sucede algo? ─ solamente negué ante su pregunta, pero en mi mente habían muchas cosas de las que quisiera hablar. Él se acercó y se sentó junto a mí.

─Es linda, ¿es tu madre? ─asentí─ era hermosa.

─Es hermosa─ sonreí con nostalgia.

─¿Qué hay de ella? ─ indago con cautela pensando que tal vez era un tema muy sensible para mi.

─Hubo una situación cuando tenía ocho años, mamá quedó en coma y hasta el día de hoy no ha despertado, pero tengo fe en que un día lo hará. ─mientras contaba sólo miraba y acariciaba la foto, hasta que Iván tomo mi mano derecha y yo levanté la mirada avergonzado.

─¿Cómo era ella? No físicamente, sino su forma de ser─ le observé con nerviosismo y solté un suspiro, sentía su mano acariciando la mía y eso me ponía más ansioso.

─Ella era genial ─sonreí─ ella siempre tendría una sonrisa, un consejo, palabras de apoyó, nunca le verías triste, era como un ángel para mí, siempre fue muy gentil con todas las personas, varios hablaban mal de ella a sus espaldas conmigo presente, solían decir -es un niño no sabe nada- sí, era niño pero no tonto, las personas sólo decían que era una falsa porque siempre era muy positiva, pero mamá era así, feliz por la vida, con descaro esas personas saludaban a mamá como si fuera familiar de ellos, lo ingenua que fue mi madre le costó bastante mal.
Levanté la mirada nuevamente e Iván tenía el ceño fruncido ─¿Q-qué sucede?

─La gente suele criticar sin saber y eso me parece una actitud muy retrógrada.

─Pues pensamos lo mismo─ sonrió. ─Deberías estar durmiendo, no aquí escuchando mis trágicas historias.

─Me encanta oírte hablar, además tampoco podía conciliar el sueño, iba por un té, ¿vas a querer?

─Sí por favor─ Ivan se levanto de la cama y salió de la habitación, hablar o recordar cosas sobre mi madre provocaba que muchas preguntas llegarán a mi mente, sin embargo trato de ignorar eso.

Luego de un momento llegó Iván con dos tazas humeantes, tomamos el té mientras conversábamos de cosas triviales, después de un tiempo él salió de mi habitación para descansar, a los pocos minutos yo hice lo mismo.

🌙🌙🌙

Son las doce mediodía, hoy tengo que volver a la casa, no podía ocultarme en casa de Iván toda la vida, debo aprender a cómo resolver mis problemas, sólo espero que cuando llegué no esté y no recuerde nada. Iván ya sabía que me iría ése día, de hecho en la mañana me echó el sermón de que era peligroso, pero ese tipo de situaciones se han repetido tanto en esa casa que ya nada me sorprende. Además, no quería perder las pocas oportunidades de ver a mi madre.

Buscó con la mirada algún lugar para poder sentarme, cerca del segundo edifico logró ver una mesa desocupada, aceleró el paso antes de alguien la tomé. Ya asegurando el campo en esta sacó el pequeño almuerzo que hice en la mañana, claro que también logre hacerle uno a Iván para no ser desconsiderado. Con paciencia empiezo a comer, cuando voy por la mitad de este observó como el tupper sale volando rompiéndose contra el suelo.

𝙎𝙖𝙫𝙚 𝙈𝙚 [𝙜𝙖𝙮]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora