Chusma

706 59 3
                                    


El aire de primera hora de la mañana de septiembre me encanta. Es por eso que decido salir a pasear nada mas despertar el domingo y desayunar. Sin embargo, la tranquilidad dura poco
- Vaya, vaya, ¿a dónde vas tú sola?
- ¿Necesitas que te acompañemos?
Aligero el paso y aprieto el puño. Odio este tipo de situaciones. Me siento indefensa. Decido ignorarles y seguir andando como si nada, pero oigo como se levantan y me siguen, riéndose.
- Venga, no te asustes – me dice un agarrándome de la muñeca
- Sueltam-
- ¿Sucede algo? – una sombra aparece sobre nosotros. Cuando levanto la mirada veo a Kuroo, en ropa deportiva y sudando. Imagino que habrá salido a correr motivado también por el buen tiempo que hace.
- ¿Q-Quién eres?
- El capitán de su equipo. ¿Y tú? – su voz suena amenazante, nada comparado con como suena normalmente. Los tipos pegan un brinco y, sin mediar palabra, se dan la vuelta y salen corriendo. Suspiro.
- Gracias, Kuroo
- ¿Qué pasa? ¿En Miyagi no teníais chusma de esa? – intenta sonar como siempre.
- ¿Kuroo?
- Venga, te acompaño a casa
- Yo... Vale
Camina unos pasos por delante de mí, sin girarse. No sé cuanto tiempo andamos cuando de repente me agarra de la muñeca y tira de mí hacia un pequeño callejón.
- ¿Estás bien? – dice si mirarme a los ojos
- ¿C-Cómo?
- ¿Te han hecho algo? – suena molesto
- N-no... Me han asustado pero... Kuroo, ¿estás bien?
Y entonces, sin previo aviso, me besa. Es un beso breve, cálido y desesperado. Pero todo esto lo pienso todo después, claro. En ese momento (y durante los siguientes segundos tras separarnos) todo queda en silencio a mí alrededor.
De repente Kuroo se da cuenta de lo que ha hecho y se aparta de mí, con cara asustada.
- Lo siento... Yo no quería... Bueno, si quería... Pero no que fuera...
- Kuroo, ¿estás nervioso? – no puedo evitar bromear cuando he salido de mi sorpresa.

                                                                                               ---

Cuando los dos hemos asimilado ya lo que ha pasado nos vamos a sentar en un banco, cada uno en un extremo. Estamos inusualmente callados.
- Esto... Yo quería...
- Kuroo, llevas diciendo eso mismo unos quince minutos – digo aun roja y si poder mirarle a los ojos.
- Bueno, es que no quería que esto fuera así. Quiero decir, así de sopetón.
- La verdad es que si que ha sido de sopetón
La risa hace que la tensión se esfume un poco entre nosotros.
- Me di cuenta en el fin de semana – dice de repente – cuando llegaste bromeando con Akaashi de llenar las botellas de agua. Bokuto me había contado... Luego Akaashi nos lo explicó y sentí un gran alivio, la verdad.
- Yo... Yo no sabía... Lo siento
- ¿Eh? ¿Te disculpas?
Otro silencio se hace entre nosotros. "Vale, creo que lo mejor será que olvidemos lo que ha pasado en la última hora" comenta pero yo, en lugar de asentir, le soy un beso en la mejilla.
- Pero mira... Te has puesto tan rojo como el uniforme – canturreo
- Bueno, tú te pusiste tan roja como tu pelo, que ya es decir
- Mi pelo es muy bonito
- No tanto como el mío
- Perdona que lo dude
- Pues no te perdono
La conversación vuelve a su cauce y bromeamos mientras que me acompaña a casa. Todo vuelve a ser normal salvo por el hecho que vamos dados de la mano.
Cuando llego a casa me meto en mi habitación. Tengo que hacer tareas pero no puedo concentrarme: en mi cabeza sólo está Tetsuro Kuroo.

                                                                                             ---

Digamos que el rumor sobre Kuroo y yo se extiende más rápido de lo que creía.
- ¿ES VERDAD LO DE KUROO-SAN Y TÚ? - me pregunta Yamamoto nada más entrar en el gimnasio el lunes (es decir, al día siguiente)
- Esto... ¿Cómo...?
Yaku tiene que regañarle. Y a Lev después. Y a Kuroo cuando llega por no haberle dicho nada. "Espera, ¿cómo os habéis enterado tan rápido?" Pero Kenma se delata sólo cuando comienza a esconderse en el vestuario.
Y claro, como presidenta del club de fans del Nekoma (y novia de Bokuto) Elie se había enterado antes de que acabara el domingo. Sin embargo, el bum de la noticia desaparece al poco y podemos volver a la rutina de los almuerzos y entrenamientos sin espectadores curiosos.

Un nuevo gato en el NekomaWo Geschichten leben. Entdecke jetzt