Kirishima Eijirō | Escenarios [ HIATUS ]

05

Villano

Ser un villano no era algo fácil o algo que fuera algo así como un "trabajo" estable.

"Si no fuera por los estúpidos héroes..." pensabas constantemente poniendo cualquier cosa como excusa de lo que hacías. Sabias que estaba mal lo que hacías aun así continuabas sin ningún remordimiento alguno de lo que hacías, desde robar un banco hasta asesinar personas.

Por suerte ningún héroe sabia tu identidad realmente, y eso gracias al traje y mascara que habías diseñado tan detalladamente. También podias escapar sin ningún problema debido a tu quirk, podías hacer pantallas de humo o cualquier cosa que tuviera que ver con esto.

Habías olvidado hace cuanto te habías convertido en eso. Lo último que sucedió fue por culpa de tu hermano mayor, últimamente había estado llegando a casa hebrio y a tus padre no les interesaba, siempre se encontraban de viaje por su trabajo, solo les enviaban dinero y algunas postales a la semana. Uno de esos días, te golpeó con una botella que trono justo en tu cabeza, comenzando a sangrar. Por el miedo solo pudiste huir de casa siendo la única opción que se te cruzo por la cabeza.

Desde entonces solo robabas algunas cosas de tu agrado o que te llamaran la atención. Poco después los crímenes fueron creciendo hasta el punto de asesinar personas por estrés.

Hasta ese día.

Estabas agitada, llevabas corriendo por lo menos unas horas.

La razón: hace unas horas habías asesinado a alguien que había estado molestandote hace tiempo, y por supuesto que te habían visto. Un héroe conocido como Red Riot estaba patrullando la zona cuando sucedió y ahora te encontrabas corriendo evitando el ser atrapada a cualquier costo.

-¡Hey! ¡Tú! !Detente!

Solo estaba a unos pasos de ti y es cuando los nervios te invadieron.
Te alcanzo en menos de lo previsto deteniendo tu muñeca. Sabias que rogar era inútil con todos los crímenes que habías cometido y ti fuerza física no era nada comparada a la suya. Entonces ¿que se supone que debías hacer en un momento así?

Volviste a la jugada de siempre: una pantalla de humo. Te soltaste de su agarre y corriste lo mas rápido que pudiste mientras que una sonrisa victoriosa se formaba en tu rostro, que no duro mucho...

-¡Oe! ¡Detente!-estaba justo enfrente de ti listo para luchar.

Jaque mate.

En tu desesperación tomaste un cuchillo que traías y empezaste a atacar sin un punto fijo. El cuchillo se rompió al chocar con su piel, la cual se había endurecido. La otra mitad del cuchillo cayo detrás de ti y solo te limitaste a caer rendida, desesperada y...sola.

Recordaste que realmente no había nadie que te esperara en casa, nadie que se preocupara por ti o que hubiera hecho algo cuando se enteraron de que te habías convertido en un enemigo.

Podías morir y a nadie le importaría.

Las lágrimas no caían pero tus ojos las anhelaban mas que nada en esos momentos. Extrañabas a tu antigua familia, la que se importaba por ti, la que te hubiera detenido en tus malas desiciones.