Un Ángel para Emma 1era Parte ✓✓ (Completa)

Capítulo 22

Como para estresarme más, mi cuerpo se rehúsa a orinar, parece que estuviera seca por dentro. Ya he tomado un litro de agua y es cuestión de esperar a que la naturaleza haga lo suyo. Lety se pasó de precavida y encargó una prueba de cada marca existente en la farmacia, si el primer resultado no me deja satisfecha y tranquila, pienso usarlas todas para confirmarlo.

Tardo unos minutos más hasta que finalmente me dan ganas de ir al baño, tengo que hacer un esfuerzo para mantener la mano firme debajo del chorro de orina, pues me tiemblan de nervios. La caja dice que debo esperar unos tres minutos, pero decido esperar más. Salgo del baño sin atreverme a mirar el resultado, se lo entrego a Lety.

-Si se pintan dos rayas significa que estás embarazada- me explica. -¿Segura que no quieres revisarla tú?- me pregunta antes de ver el resultado.

-Hazlo tú- le respondo y me trueno los dedos nerviosamente. Ella mira el resultado de manera inexpresiva, voltea a verme.

-Estás embarazada- me dice y todo a mi alrededor se queda en silencio, no escucho nada más que los latidos de mi corazón. Tengo que recargarme en la pared para no caer al suelo.

-¡No, no puede ser!- digo. Un hijo entraba en mis planes antes, claro que quería esperar a cumplir cerca de 30 años, para ser madre, pero desde que entendí la vida que me había tocado vivir, la idea de ser madre había quedado atrás. Un hijo simplemente no encaja en esta situación, no imagino a Ángel alegrándose por la noticia.

-Hazte más pruebas para estar seguras- me propone Lety.

Yo le hago caso, sigo tomando agua para mantener mi vejiga llena, así que me la paso las siguientes tres horas, haciéndome una prueba tras otra solo para confirmar el positivo que arrojó la primera. Según las cuentas que sacamos Lety y yo, debo estar entre la tercera y cuarta semana de embarazo. Mi cabeza es un caos, me siento tan estúpida por no haber notado los síntomas tan obvios.

-¿Cómo tomará Ángel esta noticia?- le pregunto a ella.

-No lo sé. Nunca lo he escuchado hablar de sus planes de crear una familia. Pero quizás porque no había conocido a nadie que le hiciera anhelar eso- me dice alentadoramente.

-Un hijo no encaja en esta vida Lety ¿Qué le espera a nuestro lado?- le comento.

-Trata de descansar. No es algo que debas decidir sola. Ángel debe ayudarte a atravesar por esto- me dice.

Necesito mucho un descanso, siento que mi cabeza va a estallar y saber que no puedo tomar nada para el dolor, solo empeora mi desesperación. Me recuesto sobre la cama agarrándome el vientre, siento como si el peso del mundo cayera sobre mis hombros y pensar que me esperan un par de días de cargar con esto yo sola. Necesito a Ángel a mi lado, como nunca lo he necesitado, desearía cerrar los ojos y que entrara por esa puerta y me dijera que todo va a estar bien, que va a buscar la manera de que podamos formar una familia, lejos de todo peligro. Me quedo dormida soñando con lo que podría ser.

Cuando despierto ya son cerca de las 6 de la tarde. Me siento muy desconsiderada por quedarme dormida tanto tiempo y dejar a Lety despierta, vigilando. Ella me dice que me perdí de la llamada de Ángel, que él no quiso que me despertara y que le dijo que llamaría más tarde. No tenemos permitido marcarle. También me comenta que pidió algo de comida para las dos, pero la mía la tuvieron que retirar porque no desperté. Estoy hambrienta, así que ella pide de nuevo servicio al cuarto.

-Deberías de dormir un poco- le digo mientras devoro el contenido del plato, me pidió enchiladas de pollo en salsa verde.

-Te tomaré la palabra porque pasaré la noche en vela- me dice. Se asoma por la ventana que da a la calle. –Si vienen a recoger el carrito de la comida, diles que vengan después, no abras la puerta para nada- me pide y se acuesta en su cama poniendo su pistola bajo la almohada.