—Tengo una idea— dijo Ehan apartando la taza— Mañana se estrena una película sobre unos perritos que son bomberos y varias cosas. Recuerdo haberlos visto en el pijama de uno de los gemelos y quería saber si te gustaría que los lleváramos. — Dijo Ehan con emoción.

¿Ir al cine? ¿Todos? Hanna estaba pensando que decirle. Se había quedado impresionada por la atención que Ehan prestaba en las cosas referentes a los gemelos. Era dulce ver como se esforzaba por conocerlos.

—Creo... que sería una buena idea. Matt no ha dejado de hablar de esa película desde que avisaron que saldría.

—Entonces es perfecto— Ehan estiro su mano y volvió a Tomar la de Hanna — Quiero pasar más tiempo con ellos y también contigo.

Hanna giro su mano y entrelazo los dedos de Ehan con los de ella.

—Me gusta la idea— susurro.

Terminaron el café y regresaron a casa. No era muy noche así que juntos fueron a recoger a los gemelos a casa de Sabine.

Hanna le presento a Ehan. Pero la cara de mujer fue épica. Ella observo a Ehan, después a los gemelos y de nuevo a Ehan. Ella noto el parecido pero no dijo nada, no quería parecer indiscreta señalándolo a la primera como el padre de los pequeños.

Todos llegaron a la casa y los gemelos estaban saltando de un lado a otro felices porque su papá estaba ahí con ellos.

— ¿Te quedaras a cenar Ehan? — le pregunto Dony con inocencia.

Ehan no quería abusar de la gentileza de Hanna así que la miro como pidiéndole el permiso para hacerlo.

Ella de forma silenciosa asintió con la cabeza haciendo que Ehan sonriera.

—Si Dony. Me quedare a cenar.

— ¡Sí! — gritaron los gemelos de emoción.

Hanna se alejó hacia la cocina para dejar solo a sus chicos con su padre. Esa situación representaba una gran oportunidad para que Ehan estuviera con los pequeños y los conociera más.

En esos últimos días, los pequeños han sentido mucho la pérdida de Sebas. Hubo una noche donde Hanna tuvo que despertar a Matt de una pesadilla y a Dony le estaba costando conciliar el sueño.

Pero nada de eso paso la primera noche por que Ehan estaba con ellos. Él los había arropado y había hablado con ellos hasta que se quedaron dormidos.

Hanna sabía lo difícil que era esa situación para todos pero... los momentos que Ehan estaba con ellos, les ayudaba para superarlo.

Todos lo sentían así, en un principio a ella le preocupaba que sus hijos llegaran a sentir que Ehan quería remplazar a Sebas pero no.

La casa se sentía como si Sebas todavía estuviera aquí pero ahora Ehan también se sumó a la familia.

No sabía cómo explicarlo... simplemente la situación se sentía... correcta.

—Hanna.

Ella estaba tan absorta en sus pensamientos que cuando escucho a Ehan no pudo evitar dar un pequeño salto.

—Perdona. No quería asustarte— dijo Ehan riéndose.

—Estaba distraída. Lo siento.

Hanna le dio una sonrisa pero esta desapareció al ver que traía una bolsa entré sus manos.

¿Qué era eso?

—Veo que ya lo notaste— dijo colocando la bolsa en la mesa— es un pequeño presente que pensé que querrías tener.

Nuestra Segunda Oportunidad. Saga: NYC N° 3Where stories live. Discover now