Golosina Milagrosa

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- Por lo tanto podría acabar con la parte oscura que vive dentro de él - Razonó Harry señalándolo.

- ¿De qué hablan? - Inquirió el muchacho frunciendo el entrecejo.

- No lo comprendo - Dijo Ted Lupin - ¿Qué parte oscura?

- Si, no existe nada que pueda corregir a este, es una escoria, un delincuente - Terció Regulus que desde luego al igual que Ted no había presenciado la reunión con Dumbledore donde se explicó el origen de la maldición de Ryddle.

- Te equivocas - Contestó Bellatrix - Si existe algo capaz de revertirlo y son precisamente esos caramelos, chicos son unos genios - Añadió después refiriéndose a los gemelos.

- Sí que lo son - Terció Rodolphus.

- Gracias - Respondieron los gemelos al mismo tiempo.

- No... no lo comprendo, ¿Qué está sucediendo? - Inquirió Rose contrariada.

- Luego te contamos cielo - Respondió Lily ayudándola a levantarse.

- Ven aquí - Dijo Severus abrazándola y besándola en la frente - ¡Dios mío! Tuve tanto miedo

- Tuve... mi oportunidad, estaba tan cerca y no hice nada - Escupió Ryddle junior con rabia mientras miraba con incredulidad la esclava y el guardapelo que aún tenía asido de la mano - ¿Por qué? ¿POR QUÉ?

- Porque ese no eres tú hijo - Respondió su padre sollozando - Porque no eres así, no te crié para esto, no es lo que tu madre habría querido

- ¿Tú qué sabes? - Inquirió el muchacho encaminándose hacia su padre - Tú no sabes lo que es ser bendecido, yo lo fui... tengo la misión de terminar lo que él empezó

Dumbledore hurgó dentro de los bolsillos de su túnica y miró al muchacho a los ojos con determinación

- ¿Jamás te has preguntado si eso es justo Tom? - Inquirió - ¿Te has detenido a analizar si fue justo que él hechizara el vientre de tu abuela sin su consentimiento?

- Él tenía sus razones.

- ¿Para qué? - Inquirió Harry ahora más calmado - ¿Para negarte una vida? ¿Para que de alguna manera él viviera la suya a través de ti?

- Tienes la oportunidad de redimirte hijo...

- No, déjenme, quiero salir de aquí - Expresó Tom comenzando a tornarse nervioso.

- Concéntrate en todo lo bueno que te ha dado la vida - Añadió Madeline Wilson.

Lo que le faltaba, no quería escucharla, lo último que quería hacer era escucharlos a ella y a su padre porque simplemente le afectaba demasiado, sentía aquella sensación de culpa apoderarse de sus ser inexorablemente. Por una parte tenía la imperiosa necesidad de no decepcionar a su padre, quería ser fiel a sus preceptos y a la memoria de su madre y su abuela y por el otro estaba Wilson, con quien no había departido mucho pero que en el tiempo que llevaba en Hogwarts no había querido abandonar su memoria. Al principio creyó odiarla por tratar de sabotear sus planes con Rose pero luego, cuando la tuvo tan cerca en aquella aula vacía, cuando sintió la agitada respiración de su pecho contra el suyo y miró sus preciosos ojos azules no pudo evitar sentir algo más que la atracción que sintió por ella cuando la vio por vez primera, era como... si en ese momento en que sintió el contacto de su piel y miró sus ojos olvidara por un instante, pero solo por un instante la terrible misión que tenía establecida, pero luego cayó en la cuenta de que todo estaba perdido en ese sentido, ella jamás lo miraría con otros ojos, para ella al igual que para todos, él era una bestia, un ser digno de ser señalando con el dedo al pasar.

Rose Eileen Snape y su tercera generaciónWhere stories live. Discover now