Capítulo 23 - Revelaciones

Start from the beginning
                                    

"Yo también te amo, Leo," dijo casi tristemente.

"Lo sentí desde el primer día. Te quería decir durante todo este tiempo. Una vez se me escapó, pero creo que no me escuchaste," él confesó.

Los ojos de Mia se agrandaron. "¿Cuándo?"

"Esa vez que nos quedamos dormidos en tu sofá. Era en todo lo que podía pensar. Debí decirte en ese entonces, pero tenía miedo que no sintieras lo mismo. No quería asustarte, aunque supongo que lo acabé haciendo de cualquier forma," él dijo con pesar.

"Eso fue mi culpa, Leo. No tuya. Yo tuve miedo también y te saqué de mi vida, en vez de admitir mis verdaderos sentimientos. En el fondo de mi mente, siempre supe que estaba enamorada de ti."

Él la besó de nuevo. "Bueno, de alguna manera conseguimos hacerlo bien esta vez," él dijo mirándola con adoración.

"Sí," ella dijo, aunque todavía no estaba completamente convencida. Ella cambió de posición en su asiento e hizo una mueca por su cuerpo todavía adolorido.

"¿Qué tienes, Mia?" preguntó preocupado.

Claro que él se daría cuento de eso. "Nada. Sólo estoy un poco...adolorida. Ya pasará," ella dijo sonrojándose.

Sus ojos se abrieron instantáneamente. "Lo siento, bebé. Me hubieras dicho."

"No hay nada por qué disculplarte. Estaré bien."

"Sí, pero no quiero que estés incómoda," dijo apretando el botón para llamar a la aeromoza.

"¿Qué estás haciendo?"

"Consiguiéndote algo. Quisiera poder darte un baño caliente, pero no tengo esa opción ahora."

Ella se sonrojó profundamente. "Leo, está bien. En verdad."

Él se inclinó sobre ella y deslizó sus nudillos bajo su mejilla. "¿Fui demasiado duro anoche? Por favor sé honesta conmigo," él susurró en su oreja.

"No, Leo. Estuviste perfecto. Fue asombroso. Ha sido después de un buen tiempo," ella confesó.

Él pareció relajarse a su respuesta. "Me di cuenta de eso," él dijo, sonriendo sorprendentemente.

"¿Te gusta que ha pasado mucho tiempo?" ella preguntó con curiosidad.

Él asintió casi emocionado. "Me escogiste a mí." Acarició su mejilla y corrió su pulgar sobre sus labios. "Fue tan real...fuiste tan dulce e inocente. Me encantó cada momento."

Ella bajó la vista avergonzada. Su conversación se estaba poniendo más candente cada minuto.

"¿Cuánto tiempo ha sido, Mia?"

Ella se asomó hacia él momentáneamente. "Como un año y medio."

"Pensé que dijiste que habías cortado con tu ex antes de venir aquí," él preguntó confundido.

"Lo hice. Sólo que no...él paró después de...ya no me tocó hacia el final," ella dijo con dificultad extrema.

"¿Cómo es posible eso? Que pendejo. No puedo creer este imbécil," él dijo sacudiendo la cabeza con enojo. Él agarró su mano y la besó. "Mia, mereces ser amada y querida todos los días."

En ese momento, la aeromoza apareció y apagó el botón de llamada. "¿Les puedo traer algo?" ella preguntó.

"¿Tienes Tylenol o Advil? Mi novia tiene dolor de cabeza," Leo preguntó.

"Sí, ahora regreso," la aeromoza contestó.

Mia se sonrojó cuando Leo la miró de nuevo. ¿Se había dado cuenta de lo que acababa de decir?

Enseñando A MiaWhere stories live. Discover now