Capítulo 20 - Enfrentando el Miedo

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Una vez que terminó, Mia sintió que el auditorio se calló enfrente de ella. Sus sentidos inexplicablemente se intensificaron y de repente pudo escuchar el crujido de un papel, alguien aclararse la garganta en la parte de atrás, su propia respiración se sentía como si fuera el sonido más fuerte del auditorio.

De repente se puso en blanco y no podía recordar las palabras de su presentación. Miró hacia la audiencia y Leo se ajustó en su vista. ¿Qué le había dicho, imaginar a la audiencia desnuda? Todo lo que podía conjurar era una imagen desnuda de él, específicamente una imagen de él en nada excepto sus boxers en la ducha. Dios, eso no está ayudando.

Leo le sonrió y le dio un pulgar hacia arriba junto con una señal de aprobación. El gesto la tranquilizó. Okay, enfócate Mia. Puedes hacer esto.

Miró de vuelta hacia su primera diapositiva y las palabras empezaron a correr. Después de ese momento inicial de pánico, el resto de su presentación fue inmaculada. Y justo como había dicho Leo, se terminó antes de que se diera cuenta. Lo había hecho. No había decepcionado a sus compañeros de equipo. Una sensación de alivio la atravesó y se quedó sonriendo mientras Ana dio la última parte de la presentación perfectamente.

La audiencia aplaudió fuertemente una vez que Ana terminó, y empezó la sesión de preguntas. Los jueces les hicieron tres preguntas y Ana instantáneamente contestó con una respuesta inteligente. Era como si le estuvieran tirando pelotas en curva y cada vez tiró un jonrón fuera del estadio. Los jueces asintieron con la cabeza en aprobación y les agradecieron por la presentación.

Mia se sentó de vuelta completamente aturdida y apenas puso atención al resto de las presentaciones. En vez se perdió en sus propios pensamientos. Por una vez, sintió un sentido de orgullo. Aunque constantemente dudaba de sus acciones, había logrado demostrarse a sí misma de lo que era capaz. Había puesto sus habilidades a prueba, y lo había superado. Eso tenía que valer algo. Y no lo hubiese podido hacer sin Leo.

Sus pensamientos se derivaron hacia él. La había ayudado y alentado una vez más, a pesar de todo. A él no le había importado su conversación del día anterior, había puesto los sentimientos de ella primero. Él había sido completamente altruista, justo como siempre actuaba. Era un santo comparado a ella.

Ella no había actuado de esa manera hacia él. Ni siquiera cerca. En vez, ella había sido cobarde. Había estado tan asustada, sentido tanto miedo de seguir adelante con su vida. Hasta cuando la felicidad la estaba mirando fijamente, había perdido la llamada. ¿Y qué si era demasiado pronto? No hay reglas para este tipo de cosas, sólo pasa, la mayoría del tiempo cuando menos lo esperas.

Dios mío. Qué he hecho, ella pensó. ¿Cómo pudo haber empujado a esta persona tan asombrosa y maravillosa que también resultaba estar profundamente interesado en ella? Todo era un error masivo.

En ese momento, Mia se dio cuenta que lo tenía que arreglar. ¿Pero cómo? Sólo había una manera de averiguarlo.

*****

Cuando las presentaciones terminaron, tuvieron un último almuerzo en South Beauty, uno de los mejores restaurantes chinos de la ciudad. Tenían el resto del día libre para hacer lo que quisieran y estarían regresando a Madrid temprano al día siguiente.

Mia no se quería ir. Sólo quería unos días más. Ella pensó en el grupo de personas que había decidido extender su vuelo de regreso para hacer un mini viaje a Beijing después. Cuando primero había escuchado de ello hacia alrededor de un mes, había descartado la idea pues pensó que era irresponsable perder tres días de clases, pero en este momento no sonaba como una mala idea para nada.

Ella terminó de comer y notó que Leo estaba por salir del restaurante con Omar y un par de otros chicos. Es ahora o nunca, ella pensó. Discretamente lo paró en la puerta.

Enseñando A MiaWhere stories live. Discover now