¿El mito del ramo? (Final)

Start from the beginning
                                    

Gruñó molesta y buscó a tientas su toalla para secarse la cara y ponerse sus lentes pero al moverse terminó resbalándose y cayendo el suelo. Probablemente soltó un grito porque en unos segundos Julián entró alarmado y movió la puerta corrediza de cristal con apuro para ayudarla a ponerse de pie.

Sintió como una toalla la rodeó y la ducha se apagó.

—¿Estás bien? —preguntó Julián con preocupación—. Perdón, olvidé poner el tapete antiderrape.

Parpadeó para quitar las gotas de agua de sus pestañas y poder verlo pero solo distinguía colores y manchas borrosas.

—Está bien, no te preocupes, fue mi culpa —sacudió su cabeza—. No sabía cuál de las botellas era el champú.

Julián le besó la frente.

—Te ayudaré —dijo antes de sentir como retiró la toalla de su cuerpo y se metió a la ducha con ella—. Ahorremos agua.

No lo veía pero podía sentir la sonrisa de su novio y la pronta ausencia de su ropa interior.

El agua tibia empezó a cubrir nuevamente su cuerpo así como los besos y las caricias de su novio.

Bien, probablemente iba a llegar un poco tarde. Era malo para los nervios de su hermana, no para ella.

—Te ves genial, Jeanne ¿por qué estás tan nerviosa? —preguntó Laini a su hermana echándole aire con una hoja de papel que había doblado por la mitad para evitar arruinar el maquillaje o manchar el vestido con sudor

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—Te ves genial, Jeanne ¿por qué estás tan nerviosa? —preguntó Laini a su hermana echándole aire con una hoja de papel que había doblado por la mitad para evitar arruinar el maquillaje o manchar el vestido con sudor.

No estaba haciendo mucho calor ese día, hacía un clima muy agradable, a decir verdad, pero al parecer los nervios estaban sobrepasando a Jeanne provocándole un poco de sudor. Ella por su parte regresó su vista al espejo con dos aretes diferentes en su oreja, unos cortos y otros un poco más largos sin llegar a ser exagerados.

Por el tipo de vestido que llevaba, uno entre color azul pastel y aqua de corte griego con un solo tirante del lado izquierdo, su cuello estaba libre y se veía un poco más largo por lo que usar los aretes plateados largos no se veía exagerado pero a mitad de la boda seguramente se los quitaría. Volteó hacia Laini, que parecía a punto de darle RCP a su hermana, y con una mirada le preguntó cuáles debía usar, su esposa le sugirió los cortos y ella le sonrió contenta.

—¿Por qué Laini está usando un vestido color coral? —preguntó Mónica, una de las mejores amigas de Jeanne desde la secundaria y ahora parte de su familia, después de haberse casado con James tras años de un noviazgo estable. Ambos tenían una bebé que era la adoración de todos en la familia y ella había podido elegir el nombre ya que nadie se decidía. Aunque en ese momento sus papás eran quienes se había quedado con la niña para dejar que todas se arreglaran sin los llantitos de la bebé.

—Yo no soy dama —sonrió Laini dejando de echarle aire a su hermana para caminar a ella, haciendo sonar sus tacones en el piso de madera. La verdad envidiaba que Laini pudiese caminar con tacones altos de esa forma tan natural pues ella estaba usando unos de 8 centímetros mientras que su amiga parecía usar como del 20 pues su estatura había aumentado considerablemente—. Tengo esa ventaja.

¿Quieres ser mía? (JASN Libro #3)Where stories live. Discover now