THAT BOY ─ PETER PARKER | EN EDICIÓN

CHAPTER TEN | THE HURTING

─Dos meses después de la muerte de mamá...él bueno...─la castaña quería decir lo que había pasado pero simplemente no podía.─abusó de mi sexualmente. 

Bea solo tuvo que decir esas dos palabras para que Peter se parara de la mesa del comedor y caminara hasta la puerta para luego cerrarla de golpe causando un estruendo en el apartamento. La castaña suspiró mas no lloro. Ya estaba cansada de llorar por el pasado. 

─Beatrice, ¿por qué no lo dijiste?─pregunta Amelia y vagamente la castaña responde. Dijo que simplemente no quería tocar aquel tema. 

Si bien ya habían ido a declarar a la policía, ella no había hecho mención de aquello. La idea y el recuerdo le causaban un malestar grande que prefería quedarse con ese mal sueño. Se sentía sucia, usada, maltratada, inservible... Aún recuerda como duró un par de semanas sin acercarse a alguien. Ni a su amiga Cindy le había hablado por un buen tiempo.

Luego de unas dos horas Amelia se fue diciendo que hablaría con la juez para poder resolver un par de asuntos pero que, a mas tardar una semana, podrían ganar el caso de Bea. Tenían fe en que el juzgado fallaría a su favor.  

Cuando Amelia se fue, Bea ayudó a May con la comida en lo que hablaban de temas como lo era el baile del viernes y de la llegada de su abuela el día de mañana. Se iría a vivir en una casa que tenían y, cuando ganaran el caso, venderían la otra. Al parecer su abuela es rica según le comentaron cosa que le sorprendió aunque cualquier cosa que viniera de su pariente lo hacia debido a que no la conocía. 

─¿Crees que sea buena esa película? He visto que ha tenido mala critica y...─May paró de hablar al ver como su sobrino entraba a la casa con un semblante serio.─La cena estará casi lista. 

─No tengo hambre.─respondió antes de perderse en el pasillo hacia su habitación. Bea suspiró. 

─Hablaré con él. 

Bea entró a la habitación de Peter sin tocar notando que estaba sin camisa aunque aquello no le importó. Peter la observó por unos instantes con una mirada seria y los labios apretados. Estaba enojado. 

─¿Deseas algo?─pregunta. 

─Que hables conmigo. ¿Cómo te vas de la casa así como si nada? Estábamos preocupadas, Peter.─dice Bea algo enojada. 

─Estaba caminando por Queens. No me pasó nada. Tranquila.─la forma en la que dijo aquello fue tan sarcástica que hizo que Bea soltara una risa.─¿Qué?

─¿Qué tienes? ¿Te afectó lo que admití?─pregunta divertidamente furiosa Bea.

─¡CLARO QUE ME AFECTÓ BEA! ¡ME IMPORTAS!─gritó Peter haciendo que Bea saltara del susto.─¡CUANDO SUPE AQUELLO QUERÍA MATAR A TU PADRASTRO! Y CRÉEME QUE LO PENSÉ DOS VECES ANTES DE NO HACERLO. ¡¿Crees que me eres insignificante?! ─pregunta exaltado en lo que se acerca a donde está Bea.─¡Bea, me importas mucho! ¡¿Por qué no puedes ver eso?!

─Porque nunca he tenido a alguien a quien le importara desde la muerte de mi madre.─dijo ella en lo que lo miraba herida.─No he tenido a alguien a quien decirle todo Peter y tengo miedo de que si lo hago, se alejen. 

Peter suspiró antes de tomar un mechón del cabello de Bea y dejarlo tras su oreja. Dejó un beso en su frente y le abrazó con fuerza. Sentía como la respiración de Bea se aceleraba y respiraba agitadamente. Pasó una mano por su espalda y trazó círculos en su espalda para calmarla, sabía que eso lo hacía. 

Bea se aferró con ganas al torso de su amigo. No quería dejarle ir. Necesitaba del amor que Peter le estaba ofreciendo, aquel amor que no duele ni lastima sino que cura. 

─Cuando creas que el mundo está en tu contra, recuerda que siempre estaré a tu lado Bea. No importa lo que pase.─dijo en lo que acariciaba el cabello de la castaña. Sabía que estaba llorando, lo podía sentir. 

Peter Parker era todo lo que Bea necesitaba aún así el la viera solo como una amiga.