Capítulo 2

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—Lovis ¿estás segura que es una buena idea? –preguntó temeroso de su respuesta.

—Claro que si, ya lo hemos hablado, es lo mejor para ella, bueno al menos hasta que las cosas se calmen.— se denotaba una gran determinación en sus palabras.

—Pero recuerda que ella no volverá hasta mediados del otoño, está tan feliz allá en el bosque con esa pequeña serpiente— haciendo ademanes con las manos. Es raro mencionar que aún ya pasados casi dos años, Mattis seguía refiriéndose a Birk como "la pequeña serpiente".

—Pues será hasta entonces... ¡Decidido!— Dijo sin más, saliendo de la habitación.

*  *  *

—Oye Borkason, ¿acaso piensas que las fresas se van a cortar solas?—

—Huh no, por supuesto que no, para eso te traje a ti— Dijo guiñendole un ojo. El muchacho se encontraba cómodamente recostado en el pasto con los brazos sujetando su cabeza, el pie derecho cruzado sobre el pie izquierdo.

—JA- JA- JA.—Su risa más fingida que nada, denotaba el sarcasmo de sus palabras.— Claro yo soy tu sirvienta, no se le vallan a caer las manos a su "majestad"— Dijo esto lanzándole una mirada amenazante a su amigo. El chico se limitó a mirarle ni siquiera se molesto en moverse de su posición inicial.

—¿Enserio no piensas venir a ayudarme?

—Aún es muy temprano tenemos todo un día por delante, las Fresas pueden esperar. Además solo sé es verano una vez al año, así que ven y  relájate.

—Creo que tienes razón.— Ronja se acomodo a lado de Birk, contemplando el paisaje, disfrutando el dulce canto de los pájaros y el zumbido de las abejas.

Las horas pasaron, el cielo comenzaba a tornarse de un color gris azulado, las nubes cubrían el resplandeciente sol.
La lluvia amenazaba con acechar el bosque en cuestión de minutos. Los chicos hasta ese entonces se percataron de esto y aunque estaban más que dispuestos a salir huyendo rumbo a la cueva del oso, no lo hicieron, pues durante toda la mañana no habían hecho nada mas que relajarse y disfrutar del ambiente. El tiempo se les fue en un santiamén que ni siquiera les dio tiempo de buscar comida, leña o algún otro de recurso con el que ya no contarán.
Ellos sabían que no podían regresar a la cueva con las manos vacías después de todo ¿Qué comerían? ¿Con qué harían la fogata? Son recursos indispensables para su supervivencia en el bosque...

—Creo que será más rápido si nos separamos y nos dividimos las tareas, la tormenta no tardará en llegar.—

—Bien, tú encárgate de la comida y yo recogeré ramas, paja y musgo seco. Asegúrate de que no te falten las fresas. ¿Entendido?— Dijo la chica de forma determinada

—De acuerdo, nos vemos en la gran roca, si llegas antes y yo aún no he llegado, lo mejor será que te adelantes y vallas directo a la cueva, no te arriesgues ¿Entendido?  De igual forma si tú aún no has llegado, iré a la cueva a dejar las provisiones y saldré a esperarte —

Ambos tomaron caminos diferentes empeñados en cumplir su misión antes que la tormenta se desatará.

*

Las primeras gotas de lluvia comenzaron a caer de forma leve, refrescando el ambiente, provocando una sensación de frescura y tranquilidad. Más el gusto no duro mucho
Poco a poco la lluvia comenzó a ser cada vez más intensa y por si fuera poco los relámpagos azotaban con fuerza de tal manera que hacían estremecer la tierra.
Lo que había comenzado como un hermoso y soleado día, fue convirtiéndose poco a poco en una pesadilla. No se había presentado una tormenta tan potente desde hace mucho. 

Sanzoku no Musume Ronja (BIRKNJA)Where stories live. Discover now