Capítulo 15: Resolver Algo es Igual a Encontrar un Misterio Mayor

Magsimula sa umpisa
                                    

Ahora lo único que me asustaba era olvidarla, pero eso sería imposible considerando la huella que había dejado su paso por mi vida.

La extrañaba con tanto dolor, que estar en la plaza de las flores me hacía sentir ganas de llorar.  Noa no se pecató en ningún momento de mi ausencia, y si lo hacía, pensaba que se debía a lo que salió de su boca la noche anterior.

Él hablaba de cosas que no me importaban, hacía chistes en verdad graciosos, que solo evocaban los malos de ella. Sus historias eran interesantes, aunque no tanto como participar en las de Julie. Lo peor de todo, aún había algo entre ambos que me hacía relacionarlos, y por lo tanto, extrañarla incluso más.

La amiga de Julie apareció paseando con una blusa muy holgada a unos metros de nosotros, cerca del estanque de patos. Necesitaba hablar con ella, pero no podía hacerlo frente a Noa, asi que le pedí que me comprara un pan en una tienda que estaba al otro lado de la plaza. Igual que todos, al principio insistió llevarme con él, pero luego de unos comentarios repletos de chantaje de mi parte, accedió a dejarme.

Cuando se había ido, llevé la silla hasta las piernas de la chica, llamando su atención.

Ella primero me miró aturdida, esta vez sus ojos parecían relajados, y su rostro normal. Era evidente que no se encontraba bajo los efectos de ninguna sustancia, pero seguía sucia y desalineada.

—¡Hola! —exclamó al darse cuenta de quien era —. Recuerdo haber hablado contigo el otro día, pero ahora, te aseguro que no diré nada inapropado si de casualidad lo dije. —recorrió mi cuerpo —No estaba tan mal al parecer, luces justo como te recuerdo. Creo que te ves algo más... no lo sé, triste, pero en general te ves... discapacitado.

Creo que su cerebro había sido tan bombardeado con sustancias ilegales, que ya no era capaz de procesar las cosas de manera adecuada. El tambaleo de su cuerpo también era ya parte de ella, así como ese gesto que hacía encima de su cabeza, como si apartara telarañas.

—Quie...ro ha...blar con...tigo —solté despacio.

—Demonios... —exclamó —creí que era yo la que estaba atontada, pero en verdad hablas mal —fruncí el ceño ofendido, pero estar con ella era interesante —. Dime, ¿de qué quieres hablar pequeño niño discapacitado?

—De Ju...lie.

Sonrió al mismo tiempo que bajaba la cabeza. Miró en la lejanía y se apoyó del barandal que protegía el estanque.

—Entonces no tengo nada que decir —aseguró antes de sacar un cigarro de su bolsillo.

Era evidente que se sentía lastimada, supongo que se debía a la inesperada partida de Julie. Seguramente tampoco se despidió de ella, pero al estar en un estado constante de confusión, resultaba más difícil. Aparte, supongo no fue capaz de ver los problemas por los que su amiga atravesada, así que no entendió en lo absoluto la situación.

—Tú di...jiste que ella ha...bía ha...blado de mí. Quie...ro saber qué dijo.

Sus ojos se fijaron en los míos, y por primera vez desde que la había visto, pensé que por su cabeza pasaba algo en verdad serio, y que estaba siendo analizado antes de salir por su boca. Se sentó al borde del estanque,  con la espalda recargada en la barandilla. Antes de eso su mirada solo era la de otro adicto que anhela drogarse, y ahora parecía revivir algo que le hacía feliz y al mismo tiempo la trozaba por dentro.

¿Quién había llevado a la otra hasta el fondo?

Si se volvían a ver después de esto, me preguntaba si su amistad sería lo suficiente fuerte para superar lo que se convirtió en una herida profunda.

Daniel "Un Chico Enamorado"  (EDITANDO)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon