¿Música?

14 2 0
                                    

Teo comenzó a salir en secreto con Nina. ¿Por qué? Ella se lo pidió ya que sus padres la iban a regañar. Yo me enteré debido a que a Teo se le salió decirme por error.

—Por favor, no le digas a nadie, Adri —rogó él con cara de perrito.
—Sabes que no lo haría. Si ambos son felices, no tengo porque meterme.

Al tiempo nos enteramos que ella solo lo utilizaba y no quería decir porque tenía vergüenza de él. Maldita perra. Así era esa víbora, le encantaba hacerse la víctima para destruir todo a su paso. Esa voz tan chillona que tenía solo era el disfraz de su verdadero ser. Pienso que por eso siempre se quedaba sola.

Total, Teo la iba involucrando cada vez más a nuestro grupito. Ella hablaba cada vez más con Elena. A Manu, en cambio, no le acababa de agradar.

—Creo que Elena pasa mucho tiempo con Nina —Manu me comentó en clase de música. Era una de las pocas clases en las que nos separábamos, debido a que Teo y Elena tocaban el teclado y el profesor los alejaba de nosotros, los simples mortales con flauta, Nina casi nunca entraba a clases por problemas de audición—. Me da miedo que la cambie.
—Dale una oportunidad, es buena chica —reprendí su acto.
—Puede que tengas razón —restó importancia y se puso a anotar las nuevas notas que dejaba el profesor en la pizarra.

Las clases de música eran divertidas porque nos la pasábamos bromeando todo el tiempo. A ninguno de los dos nos salían las canciones, pero luego la China nos las explicaba porque siempre llevaba una flauta de repuesto y era excelente en música. Lo único que no sabía era cantar.

Cada vez que el profesor nos pedía que pasáramos con las canciones, me ponía nerviosa pero aún así conseguía yo el nueve y Manu el ocho. Elena y Teo podían no hacer el examen, irse, no entrar a ninguna clase y aún así tenían diez. Preferencia, le dicen.

—A los alumnos que les interese subir de calificación y aprender más, les aviso que empezaré un curso de música gratis por parte del presidente. Si alguien quiere entrar, los espero hoy a las cinco de la tarde en... —el profesor informó antes de terminar la clase.

Así fue como empecé con mis dotes artísticos... A quién engaño, ese profesor ni sabía cómo dar clases. Aún así, el chico que se sentaba a mi lado y yo, comenzamos a ir a esos cursos. Al tiempo Teo, Nina y Elena también comenzaron a ir.

La Música. El Arte de las Musas. Algo que nos desestreza. Algo que nos libera.
Algo que provoca muchas emociones: alegría, tristeza, enojo... celos.

No quise fallarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora