Remember Our Promise (ROP#1)

Capítulo 1

Sonó el despertador a las 6:30 am, lo golpeé con lo primero que alcancé, que al parecer fue una zapatilla.

7:00 am: gemí con frustración ¿no puedo dormir tranquila en vacaciones?

7:30 am: Oí un grito lejano, que seguro debía ser la vecina.

- Abigail ¿ya estás lista para tu primer día de clases? No oigo tus pasos por las escaleras - gritó mi madre.

Espera, ¿primer día de clases? Mierda. Me levanté corriendo, entré al baño y abrí el grifo para que el agua comenzara a calentarse, me desvestí muy rápido y entré a la ducha.

7:43 am: Bajé corriendo las escaleras y comí lo más rápido posible mi desayuno, que consistía en una tostada quemada de mi gran cocinera personal: mi madre.

-¿Te has olvidado otra vez del primer día?, ¿qué voy a hacer contigo? Siempre es lo mismo, es que nunca...- y esa es mi madre, molestándome desde 1997. Se fue refunfuñando escaleras arriba palabras que no logré escuchar. Terminé mi desayuno y salí prácticamente trotando al instituto.

El primer día, sinceramente nunca me gustó, solo tengo una amiga y la mejor, claro: Samantha Miller más conocida como Sam, ella es la única persona a la que le hablo sin contar a los que me preguntan sobre contenidos de la clase y creo que es la única razón de por qué me agrada ir por la mañana a ese maldito lugar.

Quizás me tenga que presentar pero no se cómo comenzar. Me llamo Abby White, tengo 16, vivo con mis padres; mi mamá, que se ocupa de la casa y mi papá, que casi nunca lo veo pero tengo una mejor relación con él que con mi madre. Mi casa se encuentra en la calle Corpur, vivimos aquí hace 6 años, tengo buenas calificaciones y creo que eso es todo. Mi vida sinceramente no tiene mucha acción si es que aún no se dan cuenta.

Al entrar vi a una histérica Sam agitando sus brazos.

-¡Abby! Hooolaaaaa - gritó mientras se acercó corriendo y todos se quedaban mirándonos. ¿Es que nunca se acuerda de lo que le dije? Me da vergüenza cuando hace eso.

Traté de esquivarla para que los demás no piensen que es a mí a quien se dirigía.

-¿Te querías escapar? ¡Ella es mi mejor amiga!- siguió gritando y la gente nos seguía observando.

-En realidad, no la conozco- dije. Me fulminó con la mirada y unió su brazo con el mío.

-¡Adivina qué!, ¡adivina qué! -dice cantando como una niña pequeña- ¡llegó un nuevo!

Suspiré lentamente mientras negaba con la cabeza.

-¿Qué te he dicho sobre mi vida social?- exageré. Como una buena amiga, siempre se preocupaba de que hiciera amigos, y según recuerdo, no tengo un amigo desde él. No me gusta hablar de eso ya que sufrí mucho pero por una opinión de una estúpida niña nada cambia.

-Que si eres más antisocial que un caracol y yo una Anastasia Steele con miles de amigos, es tu problema- dijo mientras abría su casillero.

-Bueno, creo que la última parte la inventaste tú- me sonrió y me guió hasta la clase que nos tocaba.

Matemáticas. A muchos no les gusta pero como soy una nerd reconocida creo que es una de mis materias favoritas.

-Buueenoo-dijo alargando la palabra-te sigo contando, dicen que el nuevo esta más bueno que el pan con mantequilla y mermelada- Sí, esa es mi amiga, la única rara que le gusta el pan con mantequilla y mermelada- y también dicen que está en nuestra clase- gritó a lo que todos la miraron con extrañeza - ¿Qué? Miran como si nunca hubieran visto a alguien emocionada por tener a alguien nuevo que se puede parecer a Patch.