Little Boy [Produce 101] [WANNA ONE]

Yongguk & Shihyun (Omegaverse)

Notas:

- ¡LO SIENTO! Tenía una idea completamente diferente para este fic, pero esto surgió de la nada.

- Es omegaverse adaptado a mi  fic, que cuenta sólo con los elementos necesarios sin demasiado detalle. ¡Comencemos!

Jin Longguo, mejor conocido en Corea como Kim Yongguk, junto a su compañero Kim Shihyun formaban la dupla ideal. Impredecibles, opuestos, visuales. Una explosiva combinación de voces prodigiosas que encandilaba al público, logrando un exitoso debut luego de ser reconocidos en Produce 101. Lanzándose internacionalmente como Longguo & Shihyun, su mini-álbum .the les daba un sonido ideal a sus voces y una atmósfera sensual.

Dentro de una gran carrera en ascenso, existía un detalle no tan desconocido para sus fans pero que se mantenía como un secreto a voces; Ellos eran los amantes perfectos.

O eso era lo que la gente decía a su alrededor.

En el mundo de los ídolos juveniles, estaba completamente prohibido que un omega este marcado, por lo que Shihyun mantenía su cuello completamente intacto. Por su parte, su amado Yongguk era un beta de alta clase, conocido por su temperamento distante y sosegado, similar al de los gatos que tanto adoraba.

No existían aromas que lo descontrolaran, tampoco hormonas que hicieran presa de sus instintos ni un obligatorio anudamiento. Un beta no tiene colmillos ni ansias de morder, por lo que podían estar perfectamente bien con ello. Asimismo, tienen una posibilidad menor al 1% de embarazar a un omega, por lo que Yongguk no precisaba de tener demasiado cuidado.

Podía tener a Shihyun para él cómo y cuándo lo deseara.

Actualmente, el dúo se tomaría un descanso. La popularidad de Yongguk llegó a tal punto, que las fans idearon un grupo proyecto llamado JBJ, incluyéndolo a él y a varios de los más famosos trainees que no quedaron en la alineación final. Faltaba poco más de un mes para ese nuevo debut y debían de separarse temporalmente.

Poco antes de su partida al nuevo grupo, Yongguk estaba cumpliendo una variada lista de actividades en solitario. Se encontraba tranquilo y amable como siempre, cuidadoso con los fans que se le acercaban. En su bolsillo conservaba un dispositivo similar a un reloj digital, que solía ojear de rato en rato mientras continuaba con su agenda.

Cayó la tarde, cesando finalmente con sus pendientes. Cambió esa vestimenta que lo hacía lucir como un dulce adolescente, reemplazándola por una camisa blanca suelta, cómodos jeans y unos mocasines negros. Discretamente, alquiló un automóvil particular hasta llegar a un destino desconocido para su agencia, pero más que familiar para él. Arregló un poco su cabello por el espejo retrovisor y se estacionó en el parking de un edificio.

Se abrió un botón de la camisa para darle más estilo y colocó la llave en la puerta de uno de los departamentos.

Allí estaba él, sudoroso, caliente y desesperado, viviendo la asfixiante sed que su celo le provocaba. Yongguk lo veía con una suave sonrisa.