MI DUEÑO ERES TU

9.8K 291 10
                                    

CAPITULO 1 "PRIMER ENCUENTRO"

¡Hola! Mi nombre es _____, tengo 22 años (Supongamos que esa es tu edad). Vivo en Seoul, Corea desde muy pequeña, por lo que entiendo perfectamente el idioma. Mis padres son dueños de varias empresas en Corea así que el dinero me sobra, pero no es algo de lo que me sienta orgullosa, al contrario me da vergüenza ver como mis padres se esfuerzan tanto por conseguirlo y yo sea la única que no hace nada para ayudar. Así que le pedí a papá y a mamá que me dieran la oportunidad de vivir por mi cuenta, ellos al principio se negaron pero después de tantas suplicas me comprendieron y lo aceptaron con la condición de que ellos seguirían pagando mis estudios universitarios, como no había otra opción acepté.

Antes de irme de casa tendría que encontrar un lugar donde quedarme, así que busqué en el periódico un buen lugar, obviamente no tendría todas las comodidades que tenía en mi casa, pero algo es algo. Encontré un pequeño departamento en un vecindario bastante tranquilo, además de que la mayoría de las personas que vivían ahí eran universitarios y mejor aún quedaba cerca de la universidad a la que asistía, así que no dudé ni un segundo en rentarlo. Estaba bastante feliz porque mañana emprendería una nueva aventura, la aventura de valerme por mi misma por primera vez en la vida que ¿cómo me iría? No lo sé, pero siempre he sido optimista.

A la mañana siguiente me despedí de mis padres y vi una lágrima salir de los ojos de mi madre.

-No llores mamá- le dije sonriendo y limpiando esa lágrima de su rostro.

-Prométeme que me llamarás diario.- me dijo con un tono dulce en su voz y levantando el meñique

- I Pinky promise mamá.- le dije y uní mi meñique con el de ella.

Se que es algo infantil para mi edad, pero es algo que se convirtió en parte de mi vida con el paso de los años y por lo tanto es muy valioso para mi.

Después de hacer esa promesa salí del lugar donde me sentía protegida para salir y enfrentarme al mundo. Llegue al departamento gracias al chofer personal que tenía, su nombre era Daesung. Él tenía una sonrisa muy linda aunque no era tan guapo, también era muy simpático y además era mi mejor amigo siempre me hacia reír y también me escuchaba cuando tenía algo que decir, sabía que podía confiar en él. Antes de irse él prometió visitarme cada vez que pudiera ya que mi papá le daría un puesto de trabajo en una de sus empresas y quizá estaría muy ocupado. Me despedí de él antes de entrar moviendo mi mano de izquierda a derecha y diciéndole adiós. Cuando él se fue, me gire para abrir la puerta y suspiré profundamente antes de girar la perilla, ¡nueva vida, aquí voy! me dije a mi misma dándome ánimos y entré. El departamento no era muy grande solamente tenía lo necesario, la cocina, el baño, la sala, el dormitorio y un pequeño balcón con vista a un parque, donde se podía apreciar jóvenes estudiando y haciendo ejercicio. Me quedé en el balcón por unos minutos mirando el panorama, había muchos perros muy lindos y de razas distintas, pero yo prefería las razas pequeñas. Seguí observando y mire a un joven muy apuesto sentarse en la banca del parque que quedaba frente a mi departamento para leer, me quedé como hipnotizada por unos segundos viéndolo, parecía mayor que yo por unos 4 ó 5 años, su cabello era negro, sus labios rozados, sus ojos eran obscuros pero no podía distinguir el color por la distancia, vestía bastante bien parecía estar a la moda pero tenía como un toque personal; misterioso, atractivo y seductor, era algo que no te permitía quitarle los ojos de encima. Continúe mirándole hasta que él levantó la mirada hacia donde yo estaba, creo que sabía que lo estaba observando. No sabía que hacer, me atrapó en el acto, estaba ya bastante nerviosa, volteé a todos lados para encontrar algo con que cubrirme la cara de vergüenza, pero no había nada ¡NADA! Así que sólo use mi mano tratando de ocultar mi avergonzado rostro. Curiosa y apenada miré al joven nuevamente; él sólo sonreía por mi reacción y lo encontré aún más atractivo ¿A caso no podría dejar de serlo? Entré al departamento rápidamente o desmayaría ahí mismo, mi corazón estaba muy agitado por lo sucedido. Me senté en el sofá, encendí el televisor y me puse a jugar videojuegos, pues era mi pasatiempo favorito.

Después de unas horas mi estómago comenzó a hacer ruidos extraños creo que tenía hambre, me levanté y me dirigí a la cocina por algo de comida, pero no había nada en el refrigerador, así que tomé mi cartera y salí a surtir mis alimentos. Estaba ya en un pequeño mercado que estaba a unas cuantas cuadras del departamento, sería mi primer compra y aún no sabía que compraría. Mis padres me habían dado un poco de dinero para sobrevivir mientras encontraba trabajo.

-Ettooo...tengo hambre ¿qué debería comer?- me pregunté a mi misma parada fuera de un restaurante.

-Debería comer Kimchi, en este lugar lo preparan bastante bien.- me dijo una voz masculina.

MI DUEÑO ERES TUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora