XVII

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No sabía si estar agradecida por el hecho de que mis papás estaban durmiendo y no se encontraban para hacerme preguntas sobre por qué había regresado tan temprano, o sentirme mal porque me encontraba tirada en la cama sin saber qué hacer para mane...

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No sabía si estar agradecida por el hecho de que mis papás estaban durmiendo y no se encontraban para hacerme preguntas sobre por qué había regresado tan temprano, o sentirme mal porque me encontraba tirada en la cama sin saber qué hacer para manejar esta situación.

Estaba fuera de mi zona de confort, deseando tener un espejo mágico con todas las respuestas verdaderas a quien consultarle sobre esto, alguien que no fuera Wendy, pero no había nadie en quien pudiera confiar y eso hacía esta situación aún más deprimente.

Mientras calentaba agua para hacerme un té recibí un mensaje de Jackson diciendo que ya estaba viniendo para mi casa. No estaba de ánimos para recibirlo, lo que menos quería en estos momentos era enfocarme en la escuela, pero no me parecía correcto cancelar cuando ya estaba en camino, además de que nos quedaba mucho por hacer y teníamos poco tiempo para hacerlo.

Luego de diez minutos de estar esperando, Jackson apareció en mi puerta con un cosplay de Nico Di Angelo para alegrar parte de mi día, podía fingir que uno de mis personajes favoritos había venido a visitarme en mi imaginación y no sentirme como una perdedora.

—¿Quieres tomar algo? —pregunté antes de que subieramos las escaleras para ir a mi habitación.

—No, está bien —respondió, el hecho de que actuara tan tímidamente me relajó, era como si me estuviera dando el pie para ser la extrovertida de los dos.

—Mis papás están durmiendo así que no van a venir a molestarnos —dije mientras subía las escaleras con él siguiéndome detrás mío.

Mi habitación estaba mayormente  ordenada, a excepción de los suéteres que había dejado tirados en la punta de mi cama antes de irme, no había tenido tiempo de juntarlos, pero no fue muy necesario, solo los arroje dentro del armario y cerré la puerta como si nada.

Jackson se sentó en la silla del escritorio mientras miraba con atención los dibujos que se encontraban en mi lámina de corcho y los portaretratos que descansaban sobre la mesa, parecía realmente curioso y no podía evitar sentirme nerviosa, esta era la primera vez que un compañero de clase venía a mi casa para hacer un trabajo, además de que estaba en mi habitación y para terminar ¡Él era un chico! Y no cualquier chico, ¡era Nico Di Angelo!.

—¿Cómo te fue con tus amigas? —preguntó de repente una vez que me senté en mi cama.

—No tan bien como pensé, pero no importa —respondí sin pensarlo mucho.

—Lo imaginé, Julie es un poco…

—¿Intimidante?.

—Iba a decir odiosa, pero supongo que también —replicó arrugando su nariz. Pensé que estaba bromeando, pero él no se estaba riendo—. No me cae bien. No entendía por qué estabas intentando juntarte con ellas.

—Parecen agradables —las intenté defender mientras Jackson subía una de sus piernas arriba de la silla.

—Puedes ser sincera, aunque quisiera decirle esto a alguien casi ni tengo amigos, no divulgó secretos —respondió encogiéndose de hombros—. Me caes bien, además si hiciera algo Thalia me mataría.

La lógica entre Ben y HopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora