Sebas le enseño que no era así.

"...cuando un hombre se enamora de una mujer, es ese momento cuando el olvida su orgullo"

Sebas se tragó su orgullo para pedirle que se hiciera a un lado para el poder estar con Hanna. A él no le importo su orgullo con tal de tener un tiempo en paz con su esposa.

Los dos sacrificaron algo por esa rubia de ojos verdes que los traía locos.

Por eso Ehan lucha para poder respetar eso. Porque en esa simple petición que Sebas hizo, le dio una gran lección de vida.

Él no puede ir por ahí haciendo todo lo que él quiere solo porque tiene el poder para eso. Él debe RESPETAR, el deseo de las personas a su alrededor; como el deseo de Hanna a estar con Sebas o la petición de este para estar con su esposa.

Él sabe que no será fácil para él, pero debe aprender a poner en primer lugar las necesidades de terceros antes que las suyas.

Tal vez siempre odie a Sebas al imaginarlo besando o amando a su chica; pero jamás le disminuirá el respeto que siente ahora por él.

Se puso en pie y rodeo su escritorio mientras se metía las manos en los bolsillos.

— ¿Que te ha dicho el doctor? — le pregunto con curiosidad. El necesitaba saber eso para decirle su decisión.

— ¿Para qué quieres saber eso?

—Solo responde Sebas. ¿Qué te ha dicho el doctor?

— ¿Tu qué crees? Llevo casi un año esperando el día Ehan. Cada vez es peor... yo...

Se detuvo un momento; necesita procesar bien sus palabras. Para cualquier persona seria difícil hablar sobre su muerte.

—El oncólogo me explico los riesgos sobre no internarme a tiempo; pero... no quiero un día salir de trabajar y terminar en un hospital. Quiero vivir un poco con mi familia... yo... eso es lo que quiero. No me importa nada más.

Ehan se quedó observándolo en silencio. Los segundos pasaban y Sebas empezaba a inquietarse.

—Sabes que te odio ¿Si? — contesto Ehan haciendo a Sebas soltar una sonrisa.

—Lo sé. Jefe.

—Pero si algo he aprendido de ti... es que eres el imbécil que pensaba— dio un suspiro y se pasó la mano por el cabello— te daré un mes a ti y a Hanna. Se irán de vacaciones a varios de mis hoteles. Me encargare que sea uno diferente cada semana y algunos al extranjero.

Silencio.

El rostro de Sebas era un poema; era confusión e incredulidad.

— ¿Qué? No... Yo no puedo aceptar eso Ehan...

—Puedes y lo harás; si es por los gastos yo me encargare de todo.

Sebas comenzó a caminar nuevamente de un lado a otro. Solo quería una semana libre. No podía creer lo que Ehan le estaba proponiendo.

— ¿Y los gemelos?

—Los gemelos... —dijo pensando en sus hijos y trato de tomar la mejor decisión— los gemelos viajaran con ustedes; ellos también merecen recordarte con alegría. ¡Escucha! Yo sé... que no soy santo de tu devoción, ni tú de la mía pero debo de reconocer que... tu... ¡Ah! Es difícil.

Bajo la mirada un momento negó con la cabeza

—Tú... eres un buen hombre Sebastien.

Le dijo Ehan tragándose su orgullo.

Nuestra Segunda Oportunidad. Saga: NYC N° 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora