Capitulo 2

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Tu angelical risa inunda la habitación, no puedes parar de reír ya que me acabas de golpear en el rostro con la almohada haciendo que caiga de espalda otorgándote la victoria en esta improvisada lucha de almohadas.

- te gané

Dices divertido mientras te tiras sobre mí besándome con amor, tus labios siempre tan cálidos y dulces, me permito disfrutarlos lo más que pueda.

- y el ganador ¿qué es lo que desea?

- mmh, quedarnos así por siempre

Recuestas tu cabeza sobre mi pecho e igual yo deseo que nos quedáramos así, últimamente las cosas iban muy bien había logrado superar mi adicción fue difícil pero tú te mantuviste a mi lado y eso me dio la fuerza necesaria para superarlo todo.

En este tiempo solo nos dedicamos a disfrutar de la compañía del otro, yo había logrado conseguir un trabajo de mesero, la paga no era la mejor pero por algo se iniciaba o eso dijiste.

Te tenía en mis brazos estas durmiendo plácidamente y era de esperarse ya que hace no mucho nos habíamos entregado a la pasión e hicimos el amor como solo tú y yo sabemos hacerlo, entregando todo de nosotros.

Acaricio tus azabaches cabellos, siento una paz estando así contigo y todo esta tan tranquilo pero eso es lo que más me preocupa una vez oí a un anciano decir " Cuídense de la aparente tranquilidad ya que con ella viene una gran tormenta que arrasará con todo", esas palabras hacen hincapié en mi cabeza y hace que un sentimiento de vacío se aloje en mi estómago, intento ignorar ese sentir y solo abrazo más a Miguel contra mí besando su frente.

Me dispongo a descansar mañana tenia trabajó y con mi peruano a mi lado logro descansar como bebé en brazos de su madre.

El día había amanecido bien como siempre, Miguel me levantaba con besos y eso me bastaba para saber que sería un día grandioso pero hoy en particular un sentimiento desagradable me estuvo atormentando.

En mi trabajo todo transcurrió normal pero justo ese día mi jefe me pidió que me quedara a apoyarlo y acepte, no saben cuándo deseó haberme negado y haber ido rápido a mi hogar a brazos de mi amor.

Salí muy tarde ya que me quede acomodando y limpiando el local, las calles estaban vacías a lo lejos pudo apreciar a aquel grupo de personas que se hacían llamar mis "amigos".

- Oh ¿ese de ahí no es Manuel?

Logre oír pero intente ignorar y seguir mi caminó.

-¡Manuel amigo! Vamos no te hagas el sordo sé que nos has oído.

Me giro con cara de aburrimiento y espero por lo que dirán, logro ver a una chica en aquel grupo me parece conocida pero no le di importancia.

- Ven únetenos, hoy hemos traído de la mejor.

Me mostró un paquete y sentí que la ansiedad se iba haciendo presente.

- Pasó, estoy muy agotado y debo regresar ya.

- Wow pero ¿qué paso con el Manuel que conocíamos? ¿Ese que se pasaba la mayor parte del día drogado y disfrutando de la vida?.

- se encuentra trabajando y saliendo adelante, algo que deberían hacer ustedes.

Respondí desafiante, deseaba irme ya de ahí.

- calma si no queremos pelea, solo queríamos alegrarte la noche pero al parecer no deseas eso, bueno no te quito más tiempo ve a tu hogarcito a vivir la vida de familia feliz que siempre soñaste...hasta que despiertes.

Por tiWhere stories live. Discover now